Rusia rechazó el ataque estadounidense que mató al comandante militar iraní, al tiempo que ofreció sus condolencias a Irán, en una medida que seguramente aumentará las tensiones entre Washington y Moscú.
El presidente francés Emmanuel Macron y el presidente ruso Vladimir Putin hablaron por teléfono el viernes sobre la situación en Iraq después del ataque en Bagdad que mató a Soleimani, quien encabezaba la poderosa Fuerza Quds y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, una organización desginada como terrorista extranjera.
En un comunicado de la llamada telefónica, los «dos presidentes revisaron primero la situación de Irak» y ambos acordaron mantenerse en estrecho contacto «durante los próximos días para evitar otro peligroso aumento de las tensiones y para pedir a todas las partes que se contengan». Según el Kremlin, la llamada fue iniciada por Macron.
«Esta acción puede agravar seriamente la situación en la región», dijo Putin a Macron, informó la agencia de noticias AFP.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia le dijo a RIA que el asesinato de Soleimani podría aumentar las tensiones en la región.
«Consideramos que el asesinato de Soleimani como resultado de un ataque con misiles estadounidenses en las cercanías de Bagdad es un paso audaz que conducirá a un aumento de la tensión en toda la región. Soleimani se dedicaba a proteger los intereses nacionales de Irán», dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en una entrevista con RIA, un medio de comunicación estatal.
«Tales acciones no permiten (…) encontrar soluciones a problemas complejos en el Medio Oriente. Por el contrario, conducirán a una nueva ronda de incremento de las tensiones en la región», añadió el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en una declaración en su sitio web, según VOA. El ministerio también señaló que Soleimani «sirvió y defendió fielmente los intereses nacionales de Irán» y ofreció sus condolencias al pueblo iraní después de su muerte.
La reacción destaca la estrecha relación entre Irán y Rusia después de que ambas naciones forjaran cada vez más lazos en su alianza militar de cuatro años en Siria, donde Moscú y Teherán han acudido en ayuda del líder sirio Bashar al-Assad.
Reuters informó que Soleimani se había reunido con Putin y el ministro de defensa ruso Sergei Shoigu en Moscú en 2016, pero los funcionarios rusos e iraníes negaron que la reunión hubiera tenido lugar. Soleimani estaba en una lista de personas a las que se les prohibía realizar viajes internacionales.
En mayo del año pasado, Kathryn Wheelbarger, secretaria de Defensa adjunta interina para asuntos de seguridad internacional, advirtió que tanto Irán como Rusia estaban intentando ganar más influencia en Oriente Medio, lo que afectaría negativamente a los intereses de Estados Unidos en la región.
«Incluso entendiendo la desconfianza histórica entre Moscú y Teherán, Estados Unidos y la región deben estar atentos a la cooperación de las potencias revisionistas», dijo Wheelbarger, de acuerdo con Foreign Policy. «Estamos observando esta relación de cerca».
Como se señaló en VOA, Rusia también estuvo en desacuerdo con el abandono por parte de la administración Trump del acuerdo nuclear de Irán de 2015. Mientras tanto, Moscú trabajó con Alemania y Francia para evitar las sanciones de los Estados Unidos.
«Las últimas esperanzas de resolver el problema del programa nuclear iraní se hicieron añicos», dijo Konstantin Kosachev, el jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores de la cámara alta de Rusia, en una declaración. «Irán ahora puede impulsar su programa nuclear, incluso si no tenía previsto hacerlo», añadió Kosachev.
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