Casi 4000 residentes de hogares de ancianos en Nueva York murieron a causa de COVID-19 después de ser trasladados a hospitales, lo que aumentó el número de muertos entre los ancianos en más del 40 por ciento, según una revelación hecha el jueves por las autoridades sanitarias del estado.
Nueva York adoptó el año pasado la inusual medida de dividir las muertes por grupos, publicando sólo las cifras de los residentes que murieron en centros de enfermería.
La fiscal general de Nueva York, la demócrata Letitia James, acusó el jueves a la administración del gobernador Andrew Cuomo de subestimar el número de muertes en residencias de ancianos hasta en un 50 por ciento.
La fiscal hizo un llamado al estado para garantizar que cada hogar de ancianos informe públicamente sobre las muertes de residentes por COVID-19, tanto en las instalaciones como en los hospitales.
El comisionado de Salud del Estado de Nueva York, Howard Zucker, respondió diciendo que el estado no reportó menos muertes, pero había reconocido que durante meses solo se estaba dando a conocer públicamente las muertes de residentes que ocurrieron en los hogares, no las que ocurrieron en los hospitales.
Ahora Zucker ha informado nuevas cifras: el número de muertes de residentes de hogares de ancianos aumentó de 8740 a 12,743, aproximadamente el mismo número que postuló la investigación de la fiscal James.
Los datos de salud estatales que han sido auditados muestran que, desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 19 de enero, 5957 residentes murieron en hogares de ancianos y 3829 murieron en hospitales. Además, el estado tiene 2957 presuntas muertes por COVID en hogares de ancianos, o muertes que se cree que se derivan de la enfermedad. Las 34,742 muertes confirmadas por COVID-19 en Nueva York, permanecen sin cambios, dijo Zucker.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
James descubrió que, al menos, 4000 de las muertes ocurrieron después de que los funcionarios estatales emitieron una guía. La guía indica que a los residentes de hogares de ancianos no se les debe negar la readmisión o admisión basándose únicamente en un diagnóstico de COVID-19, confirmado o sospechado. Algunas de las muertes ocurrieron en instalaciones que no habían reportado infecciones por COVID-19 antes de recibir pacientes debido a la ordenanza de la guía.
Los críticos dicen que la política expuesta en la guía aumentó el número de muertes en hogares de ancianos. James dijo que era consistente con la guía federal que decía que los hogares de ancianos deberían admitir a residentes que normalmente habrían admitido. Pero también escribió: “Si bien se necesitarían datos y análisis adicionales para determinar el efecto de tales admisiones en instalaciones individuales, estas admisiones pueden haber contribuido a un mayor riesgo de infección a los residentes de un asilo de ancianos y muertes posteriores (ya sea debido a la transmisión real de la infección de nuevos residentes a residentes antiguos, o debido a la mala autoevaluación, de las instalaciones, durante el proceso de admisión que fue seguido por la falta de atención adecuada a ese paciente o a otros residentes)”.
Zucker dijo que la fiscal general «no encontró evidencia» de que la política, la cual se había cambiado solo unas cinco semanas después de su emisión en marzo de 2020, «resultó en muertes adicionales en hogares de ancianos». Los funcionarios estatales publicaron previamente un informe en el que culpaban a los miembros del personal de las casas, junto con los visitantes, por infectar a los residentes.
El recuento insuficiente de muertes en Nueva York provocó nuevos llamados para que se investigue a funcionarios de la gobernación. Entre las cifras que determinan las muertes por cada 100,000 habitantes, el estado tiene uno de los niveles más altos en la nación.
La representante Elise Stefanik (R-N.Y.) instó a James y al Departamento de Justicia a citar a los funcionarios de la administración de Cuomo.
El departamento, que estaba investigando el tema el año pasado, decidirá si se justifica una investigación, dijo el viernes la Casa Blanca.
“Cualquier investigación estaría a cargo del Departamento de Justicia. Estamos en una nueva era en la que son independientes y ellos determinarán qué camino tomarán para avanzar”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a los periodistas en Washington.
El departamento no respondió de inmediato a una consulta de The Epoch Times.
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