Elon Musk dijo que su compañía de redes sociales X pagará las facturas legales de los usuarios que hayan sido maltratados por sus empleadores por publicar o interactuar con contenido en la plataforma antes conocida como Twitter.
En una publicación del 5 de agosto en X anunciando la medida, Musk se comprometió a apoyar posibles demandas sin importar su cuantía.
«Si su empleador lo trató injustamente debido a que publicó o le gustó algo en esta plataforma, financiaremos su factura legal. Sin límite. Háganos saber», escribió el multimillonario dueño de X.
Musk agregó más tarde que también lanzaría una campaña de relaciones públicas contra las empresas que castigan a los empleados por sus actividades en las redes sociales.
«Y no solo demandaremos, será extremadamente ruidoso, y también perseguiremos a las juntas directivas de las empresas», escribió en respuesta a un comentario que decía que, en Estados Unidos, nada cambia el comportamiento más rápido que la amenaza de acciones legales.
Si bien el Sr. Musk no dio más detalles sobre cómo los usuarios pueden reclamar dinero por sus honorarios legales, algunos usuarios se apresuran a levantar la mano para mostrarle quién creen que merece financiación legal.
Entre las víctimas identificadas de maltrato por parte de los empleadores se encuentra Kara Lynne, una exempleada de la empresa de videojuegos Limited Run Games. Fue despedida a principios de este año después de que activistas transgénero la acusaran de ser una «transfóbica» que seguía cuentas supuestamente «transfóbicas de derecha».
Pidiendo el despido de la Sra. Lynne, los activistas también desenterraron una publicación de 2016, cuatro años antes de que ella comenzara a trabajar en Limited Run Games, que decía: «Si crees que el [número] de trans que lloran por usar un baño es mayor que los pervertidos que usan la excusa, eres lo que está mal en este mundo».
Según la Sra. Lynne, la indignación fue provocada por un post en el que expresaba su entusiasmo por el lanzamiento de un nuevo videojuego temático de Harry Potter, que algunos activistas han amenazado con boicotear debido a las opiniones de la autora de Harry Potter, J.K. Rowling, sobre la feminidad, como que las personas transgénero que se identifican como mujeres, pero no menstrúan no son mujeres de verdad.
Limited Run Games despidió a Lynne solo unas horas después de que los activistas se quejaran de su empleo, con una declaración que decía que «siguen comprometidos con apoyar una cultura inclusiva» y quieren «fomentar un ambiente positivo y seguro para todos».
Al parecer intrigado por la historia, Musk respondió a una publicación que pedía justicia para Lynne preguntando: «Kara, ¿es eso correcto?».
La Sra. Lynne luego respondió: «La situación es un poco más complicada que el titular. Pero sí».
«Fue dirigido por alguien que revisó mis tuits y encontró uno solo de 2016 sobre las dudas de las personas que se aprovechaban de la discusión sobre los baños. Comenzó una cacería de brujas y me despidieron el mismo día», explicó en un post posterior. «Feliz de hablar más sobre eso si estás interesado».
«¡Genial, vamos a hacerlo!», escribió Musk.
El anuncio del sábado siguió a una demanda que X presentó la semana pasada contra el Centro para contrarrestar el odio digital (CCDH), una organización británica sin fines de lucro que investiga lo que llama «odio y desinformación en Internet».
En la denuncia, presentada en un tribunal federal de California, la empresa de redes sociales alegó que el CCDH lanzó una «campaña de miedo para alejar a los anunciantes de la plataforma X» al afirmar que el discurso de odio ha florecido desde la adquisición de Musk.
Específicamente, el CCDH afirmó que descubrió que el volumen de publicaciones que contienen calumnias ha aumentado hasta en un 202 por ciento desde que Musk compró Twitter, y la cantidad de publicaciones que vinculan a las personas LGBT con el “grooming» se ha más que duplicado durante ese tiempo. También argumentó que la verificación pagada está «ayudando a difundir la desinformación».
«CCDH ha hecho esto mediante la participación en una serie de actos ilícitos destinados a obtener acceso indebido a los datos protegidos de X Corp., necesarios para que CCDH pudiera elegir entre los cientos de millones de mensajes publicados cada día en X y afirmar falsamente que tenía apoyo estadístico que muestra que la plataforma está abrumada con contenido nocivo», afirmó la compañía, acusando a CCDH de obtener los datos de X sin la autorización de Brandwatch, una empresa de análisis de medios sociales que trabaja con X.
La empresa dijo que «no solo rechaza todos los reclamos hechos por el CCDH sino que, a través de nuestra propia investigación, hemos identificado varias formas en las que el CCDH está trabajando activamente para prevenir la libertad de expresión». Eso incluye supuestamente «apuntar a personas en todas las plataformas que hablan sobre temas con los que el CCDH no está de acuerdo», «intentar coaccionar la eliminación de la plataforma de usuarios cuyas opiniones no se ajustan a la agenda ideológica de la CCDH» y «apuntar a organizaciones de libertad de expresión centrándose en su flujo de ingresos para eliminar los servicios gratuitos para las personas».
En una declaración del 1 de agosto sobre la demanda, el fundador y director ejecutivo del CCDH, Imran Ahmed, lo describió como el intento del propietario de X de «silenciar a cualquiera que lo critique por sus propias decisiones y acciones».
«La investigación del Center for Countering Digital Hate muestra que el odio y la desinformación se están extendiendo como un reguero de pólvora en la plataforma propiedad de Musk, y esta demanda es un intento directo de silenciar esos esfuerzos», dijo el Sr. Ahmed. «Musk está tratando de ‘disparar al mensajero’ que destaca el contenido tóxico en su plataforma en lugar de lidiar con el ambiente tóxico que ha creado».
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