La candidata presidencial del Partido Republicano, Nikki Haley, reafirmó su petición de que los políticos de edad avanzada se sometan a exámenes de aptitud mental, después de que el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), pareciera congelarse durante un acto.
La semana pasada, McConnell, de 81 años, se quedó paralizado mientras respondía a las preguntas de los periodistas. Desde entonces ha sido exonerado de sus obligaciones en el Senado, mientras que algunos de sus colegas del GOP dijeron que parece estar bien.
Cuando anunció su candidatura presidencial en febrero, la Sra. Haley, ex embajadora de la ONU en Estados Unidos, dijo que apoyaría la realización de exámenes mentales a los políticos mayores de 75 años. Hizo referencia al Sr. McConnell, a la ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi (D-Calif.), de 83 años; al presidente Joe Biden, de 80 años; y a la senadora Dianne Feinstein (D-Calif.), de 90 años.
«Estoy completamente a favor de las pruebas de competencia mental para cualquiera que tenga más de 75 años, y no lo digo por faltar al respeto», dijo la Sra. Haley, que últimamente está obteniendo una media del 6 por ciento en las encuestas, al programa «Face The Nation» de la CBS el domingo por la mañana. «Aquí tienes a Mitch McConnell, que ha prestado un gran servicio al país; tienes a Dianne Feinstein, que ha tenido una gran carrera; tienes a Nancy Pelosi, que lleva ahí mucho tiempo. ¿En qué momento se dan cuenta de que es hora de irse? Tienen que dejar que una generación más joven tome el relevo».
Añadió que si Estados Unidos quiere mejorar su posición a nivel nacional e internacional, «no podemos hacerlo si estos individuos se niegan a abandonar el poder», y añadió que «este es un problema del Congreso».
«Tienen que saber cuándo marcharse», añadió la Sra. Haley. «Hay una razón por la que el pueblo estadounidense quiere límites a los mandatos. Es porque no quiere que la gente se quede allí para siempre. No quiere que la gente se emborrache de poder. No quiere que la gente piense que son los únicos que saben cómo dirigir el Congreso».
En la entrevista, volvió a respaldar los exámenes de competencia mental para el Congreso. «Díganos dónde nació, nombre cuatro palabras que empiecen por la misma letra. ¿Cuántos nietos tiene? Estas son preguntas básicas que cualquiera debería ser capaz de responder», dijo la Sra. Haley, días después de que describiera públicamente el Senado como «la residencia de ancianos más privilegiada del país», al tiempo que sugería la dimisión del Sr. McConnell.
El incidente de McConnell de la semana pasada fue la segunda vez que se paralizó en público en el lapso de un mes. En marzo, también sufrió una conmoción cerebral y se rompió una costilla tras caerse y golpearse la cabeza después de una cena en un hotel.
Esa semana, la oficina del republicano de Kentucky publicó un comunicado del Dr. Brian Monahan en el que decía que había consultado con McConnell y su equipo de neurología y había dado el visto bueno al senador para continuar con su agenda. No dijo si había examinado al líder del Partido Republicano del Senado personalmente, y no proporcionó ningún detalle adicional o un diagnóstico.
«Tras evaluar el incidente de ayer, he informado al líder McConnell que está médicamente apto para continuar con su agenda según lo previsto», rezaba el escueto comunicado del médico. «El mareo ocasional no es infrecuente en la recuperación de una conmoción cerebral y también se puede esperar como resultado de la deshidratación».
Mientras tanto, la oficina del Sr. McConnell solo ha dicho que se sentía «momentáneamente mareado» cuando se paralizó el miércoles. Finalmente, un asistente acudió en su ayuda y le repitió las preguntas, y él respondió brevemente antes de abandonar la sala.
El episodio fue sorprendentemente similar al incidente de julio, cuando se quedó paralizado en medio de una frase durante unos 20 segundos antes de que sus compañeros republicanos y un ayudante acudieran en su ayuda y le condujeran de vuelta a su despacho. Después volvió a la rueda de prensa y respondió a otras preguntas.
El presidente Joe Biden dijo que habló con McConnell el jueves y que el senador «era el mismo de siempre al teléfono».
«No es en absoluto inusual tener una respuesta como la que a veces le ocurre a Mitch cuando ha sufrido una conmoción cerebral grave», dijo el presidente durante una visita a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias. «Es parte de la recuperación, y por eso confío en que volverá a ser el de antes».
The Associated Press contribuyó a este reportaje.
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