Nikolas Cruz, el autor confeso de la masacre de 17 personas en una secundaria de Parkland (Florida) el 14 de febrero de 2018, no será parte de la visita que el jurado hará el jueves a la escuela.
A través de un escrito que sus abogados le entregaron este miércoles a la jueza estatal del condado Broward Elizabeth Scherer, el joven informó que renunciaba a su derecho de sumarse a la visita que los doce miembros del jurado realizarán la mañana del jueves al edificio de la escuela Marjory Stoneman Douglas donde ocurrió la matanza.
Durante la audiencia de este miércoles, la magistrada les recordó a los integrantes del jurado que durante el recorrido, en el que serán guiados por efectivos policiales, no podrán portar sus teléfonos celulares ni ninguna cámara, y que solo podrán «observar y explorar» en silencio.
El edificio 1200 del instituto se mantiene cerrado desde el día de los hechos, y aún hay sangre seca en paredes y suelo, agujeros de bala en su estructura, y hasta flores muertas y globos con motivos por el Día de San Valentín desperdigados.
Por medio de la visita, a la que la defensa se había opuesto, la Fiscalía busca reforzar que los factores agravantes, como la forma calculada, cruel y fría con la que actuó Cruz, son suficientes en este caso para imponerse a los factores mitigantes a los que apelará la defensa a fin de evitarle la pena capital al joven, ahora de 23 años y exalumno de la escuela.
Los problemas mentales y emocionales del tirador, o la muerte de sus padres adoptivos, son factores mitigantes, de acuerdo a la defensa, que pedirá al jurado la cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
Tras el recorrido en el escenario de los hechos, los miembros del jurado retornarán al tribunal en Fort Lauderdale donde se ventila la fase de sentencia de este proceso en el que Cruz ya se declaró culpable de los 34 cargos que se le imputan: 17 por asesinato y 17 por intento de asesinato de quienes sobrevivieron a las heridas de bala.
Se prevé que este jueves suban al estrado más familiares a fin de leer declaraciones sobre cómo la matanza ha impactado en sus hogares, tal como a lo largo de esta semana lo han hecho otros padres de familia y hermanos de las 17 personas asesinadas, 14 de ellos estudiantes de la escuela.
Tal como se han hecho eco medios locales, los emotivos escritos leídos en los últimos días han provocado lágrimas en algunos miembros del jurado e incluso hasta en integrantes de la defensa de Cruz, quien, por el contrario, se mantenía inmutable.
Están pendientes de brindar su testimonio los familiares de 3 de las víctimas mortales: Peter Wang, asesinado a los 15 años; Helena Ramsey, de 17, y Christopher Hixon, de 49 años.
En el transcurso de estas casi 3 semanas de audiencias, la Fiscalía ha llamado a más de 80 testigos, entre ellos a los 17 heridos de bala durante el ataque que Cruz perpetró armado con un rifle semiautomático AR-15.
«Siempre viviremos con un dolor insoportable. Tenemos un dormitorio vacío en nuestra casa. Hay una silla vacía en nuestra mesa de comedor», dijo entre lágrimas Annika Dworet, madre de Nicholas Dworet, una estrella de natación.
De acuerdo a la Fiscalía, Cruz realizó cerca de 150 disparos durante la matanza que hasta este año fue la más mortal ocurrida en una escuela de EE.UU.
La masacre de mayo de 2022 en una escuela en Uvalde (Texas), donde murieron 19 niños y dos adultos, se ha erigido en la peor en un centro educativo, aunque debajo de las 61 muertes (contando al tirador) que dejó en 2017 un tiroteo en Las Vegas, el más mortal desde 1991 según el FBI.
En Fort Lauderdale, el jurado deberá decidir entre la pena capital o la cadena perpetúa para Cruz. Para la pena capital se necesitan los 12 votos del jurado.
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