Una niña y un perro de la familia que han crecido juntos comparten lo que parece ser un vínculo increíble. No solo se quieren y se protegen mutuamente, sino que también «cantan» juntos, formando posiblemente la banda más bonita de todos los tiempos.
Desde que nació Gia, de 3 años, la Rottweiler de la familia, Zara, que ahora tiene 6 años, asumió perfectamente el papel de hermana mayor.
«Hasta el día de hoy, Zara nunca se ha perdido el amanecer, las buenas noches, un baño o una comida con Gia», dijo la madre de la pequeña, Stacey Hofmeister, de 35 años, a The Epoch Times.
Stacey, que creció en Sudáfrica y vive en Zambia con su marido, Thorsten, desde 2014, dio la bienvenida a Zara a la familia en 2016.
«Se adaptó perfectamente y absorbió toda la atención que pude prestarle como ama de casa», dice Stacey.
Zara, que tiene una personalidad extraordinaria, parecía haber creado un vínculo con Gia incluso antes de que naciera.
«Cuando estaba embarazada, Zara dejó de saltar sobre mí y se tranquilizó un poco», dice Stacey. «También incluimos a Zara en todo, hablamos con ella y le dejamos escuchar las grabaciones de mis ecografías».
Stacey dio a luz a Gia en Sudáfrica y tuvo que esperar seis semanas a que le dieran el visto bueno para volar a casa, a Zambia.
Cuando Stacey volvió a casa con Gia, la acogida fue intensa.
«Simplemente pusimos a Gia en el suelo en su silla de coche y dejamos que Zara se fuera oliendo. Zara estaba abrumada por la emoción, pero… aceptó a Gia inmediatamente. Estaba en plan: ‘Woohoo, un nuevo miembro de la manada'», dice Stacey.
Cuando Gia era aún muy pequeña, Zara entraba en su habitación mientras dormía y dormía junto a su cuna.
Durante unos días, Gia se limitó a mirar a Zara, pero más tarde empezó a encariñarse con la cachorra. Cada vez que Zara hacía un ruido, los ojos de Gia se abrían de par en par, sorprendida. La niña también observaba atentamente cómo su familia interactuaba con Zara.
Pronto, Gia empezó a lamer las patas de Zara y le fascinaba el movimiento de su cola, que utilizaba como cepillo para hacerle cosquillas en la cara.
Mientras que las primeras palabras de muchos bebés pueden ser «mamá» o «papá», la de Gia fue «cachorro».
«Creo que dice mucho de su relación y de lo mucho que Zara forma parte de nuestra familia», dijo Stacey.
(Cortesía de Stacey Hofmeister y @stylish_paws)
Con los años, Zara y Gia se han convertido en las mejores amigas. La pareja disfruta viendo películas, y Gia se emociona al ver a Zara cada vez que vuelve a casa del colegio o de una excursión.
Zara también se echa una siesta junto a Gia cuando ésta se encuentra mal.
Según Stacey, Zara incluso ha enseñado a Gia a cantar. La perrita, que siempre ha sido vocal, le cantó a la barriga embarazada de Stacey antes de que naciera Gia. Cuando nació Gia, Zara siguió cantando y la pequeña se limitó a observar a su cachorro con «asombro».
«Cuando Gia creció lo suficiente como para hacer ruido, copió a su cachorro», dijo Stacey.
Una Navidad, cuando Gia consiguió un micrófono y empezó a cantar, la pareja se volvió imparable. Ahora, cada vez que Gia se sube al micrófono, Zara está a su lado, aullando.
Según Stacey, así nació su adorable «banda de chicas».
«Las chicas han arrasado en Internet… a todo el mundo le encanta ver cómo Gia y Zara han crecido juntas y cómo siguen creciendo», dice Stacey. «Me encanta cuando Gia muestra un contoneo furtivo, y cuando elige por su cuenta diferentes instrumentos. Me encanta ver cómo afronta cada actuación».
El adorable dúo ha acumulado más de 50,000 seguidores en Instagram.
(Cortesía de Stacey Hofmeister y @stylish_paws)
En la actualidad, la atrevida Gia adora la música y el baile tanto como sus muñecas y peluches, a los que le encanta mandar. Incluso manda a su madre si Stacey le dirige palabras severas a su mejor amiga cachorro.
«Si le grito a Zara por traer las patas embarradas a la casa por quinta vez ese día, Gia vendrá a decirme: «¡No le grites al cachorro, mamá!». dice Stacey. «Y cuando me enfado con Gia, Zara siempre va a buscar un juguete y me lo trae, casi como un regalo de disculpa».
Al verlas cada día, Stacey está realmente encantada con sus interacciones cotidianas.
«Me encanta espiarlas cuando no se dan cuenta y las dos pasean juntas por el jardín, buscando lagartijas, o cuando Zara está durmiendo y Gia le lee un cuento», dice. «A veces, los momentos que no capto son los más especiales».
Al compartir con el mundo el vínculo especial de Gia y Zara, Stacey espera cambiar la percepción sobre la crianza conjunta de niños y animales.
«Con demasiada frecuencia, las mascotas se abandonan cuando llega un bebé, y yo quiero mostrar al mundo que se pueden tener mascotas y niños», dice. «No siempre es fácil, pero merece la pena».
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