El Senado no negociará con la Cámara de Representantes sobre las reglas que guían el juicio político del Presidente Donald Trump, dijo el miércoles el líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell (R-Ky.).
«No habrá ninguna negociación con la Cámara de Representantes sobre el procedimiento del Senado. No cederemos nuestra autoridad para juzgar este impeachment», dijo en el pleno del Senado un día después de que señalara que los republicanos habían obtenido los votos necesarios para comenzar el juicio bajo reglas similares a las que rigieron el juicio de impeachment del presidente Bill Clinton en 1999.
«El turno de los demócratas de la Cámara de Representantes ha terminado. El Senado ha tomado su decisión», añadió.
McConnell dijo que no descartaba totalmente la idea de llamar a testigos, pero que el Senado seguiría el precedente establecido durante el juicio de Clinton, donde escuchó a la fiscalía y a la defensa antes de votar sobre la posibilidad de escuchar a algún testigo.
«El precedente de 1999 no garantiza a los testigos ni los excluye», dijo McConnell.
McConnell citó a varios senadores demócratas que esta semana dijeron que la presidente de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi (D-Calif.), debería dejar de retener los artículos de impeachment contra Trump ante el Senado, lo que hasta ahora ha impedido que el juicio se inicie.
«Mis amigos demócratas están perdiendo la paciencia, al igual que el pueblo estadounidense está perdiendo la paciencia», dijo McConnell. «Todos sabemos que los senadores tienen una diversidad de opiniones sobre el presidente Trump, sobre la investigación de la Cámara de Representantes, sobre la estructura óptima para un juicio, pero a pesar de todo esto, ningún senador —ningún senador— debería querer que la Cámara de Representantes imponga las normas institucionales y nos dicte nuestros asuntos».
Pelosi ha dicho que la retención de los artículos fue para tratar de asegurar un «juicio justo» en el Senado. Los demócratas controlan la Cámara de Representantes e impugnaron a Trump el mes pasado en una votación marcadamente partidista que vio a cuatro demócratas no votar por ambos artículos y un miembro que cambió al Partido Republicano. Los republicanos de la Cámara de Representantes votaron en contra. Los republicanos controlan el Senado, donde se necesita un voto de supermayoría para destituir a Trump, pero solo se necesita una mayoría simple para descartar el caso de impeachment.
McConnell terminó su tiempo en la sala instando al líder de la minoría del Senado Chuck Schumer (D-N.Y.), quien ha elogiado las tácticas de Pelosi, a dejar de ser «esclavo de la presidente».
«No necesita seguir conspirando con esfuerzos externos para suplantar el juicio de su propio colega», dijo. «Defienda al Senado. Defienda nuestras instituciones. Defienda al país».
Pelosi se reunió el miércoles con el Primer Ministro Griego Kyriakos Mitsotakis. Celebraron una breve conferencia de prensa, pero ella no mencionó el impeachment y no aceptó preguntas.
Más tarde, Schumer dijo en el pleno que no tiene sentido «que ambas partes presenten todo su caso y luego decidan si el Senado debe solicitar la evidencia que ya sabemos que está ahí fuera».
«Es extremadamente revelador que el líder McConnell y los republicanos del Senado no estén dispuestos a tomar una posición franca sobre si debemos llamar testigos y solicitar documentos», dijo Schumer. «Solo pueden decir que el tema debe ser abordado más adelante». Su único refugio, que no es mucho, es patear la lata por el camino. Nadie, nadie ha presentado un argumento de por qué los cuatro testigos que hemos propuesto no deben testificar. Nadie ha presentado un argumento de por qué los tres conjuntos específicos de documentos relacionados con los cargos contra el Presidente no deben ser proporcionados».
Schumer dijo que el juicio de impeachment no debe ser apresurado y si lo es, «entonces la verdadera absolución que el presidente anhela será inalcanzable».
«El presidente fue impugnado porque la Cámara de Representantes cree que trató de chantajear a un mandatario extranjero para que investigara a su oponente político, presionando a una potencia extranjera para que interfiriera en nuestras elecciones. Fue impugnado porque emprendió una campaña de obstrucción sin precedentes para evitar que el Congreso investigara sus fechorías. Los artículos de impugnación sugieren que el presidente cometió un grave daño a nuestra democracia», agregó Schumer.
«La conducta que describen es exactamente lo que los fundadores más temían cuando forjaron los poderes de impugnación del Congreso. Si el Senado no celebra una audiencia justa de esos cargos, si un Partido, el Partido del presidente, decide apresurarse a través de un juicio sin escuchar todos los hechos, testigos y documentos, no será solo el veredicto de la historia lo que caiga sobre sus hombros. El pueblo estadounidense, en el aquí y ahora, emitirá un duro juicio a los senadores que participaron en el encubrimiento del Presidente».
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