Frente a varios escándalos y una creciente presión para dimitir, el gobernador de Nueva York , Andrew Cuomo, declaró el miércoles que no renunciará.
“No fui elegido por políticos. Fui elegido por la gente del estado de Nueva York. No voy a renunciar”, dijo Cuomo a los periodistas durante una conferencia de prensa en Albany, en su primera sesión informativa desde el 22 de febrero.
“Algunos políticos siempre jugarán a la política, ¿no? Esa es la naturaleza de la bestia. No creo que hoy sea el día de la política”, dijo también.
El demócrata enfrenta la presión de los republicanos y dentro de su propio partido para que renuncie porque tres mujeres lo acusaron de acoso sexual y porque su administración reconoció haber ocultado los datos de muertes por COVID-19 a los legisladores estatales.
Varios miembros republicanos del Congreso están considerando postular para gobernador en medio de la agitación.
En marzo de 2020, la administración de Cuomo ordenó infamemente a los operadores de centros geriátricos que regresaran a los residentes o aceptaran nuevos residentes incluso si daban positivo por COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Si bien aún no se ha comprobado si la normativa en sí provocó más muertes, los funcionarios estatales se negaron a revelar cuántos residentes de centros geriátricos murieron en los hospitales, y solo revelaron la cifra luego de que la fiscal general del estado emitió un informe de investigación mordaz en enero.
Los funcionarios también rechazaron las solicitudes de los legisladores estatales sobre los datos, alegando que la administración del expresidente Donald Trump podría «usarlos en nuestra contra».
Cuomo, un abogado que ha gobernado Nueva York desde 2011, fue uno de los gobernadores más visibles de la nación el año pasado, ampliamente elogiado por influyentes y líderes del partido por sus largas conferencias de prensa en las que frecuentemente atacaba a Trump. Pero su popularidad ha caído drásticamente en las últimas semanas, particularmente luego de que un trío de mujeres se manifestara alegando que Cuomo las acosaba.
Lindsey Boylan, de 36 años, exsubsecretaria, dice que Cuomo, de 63 años, la besó repentinamente durante una reunión y la acosó en otras ocasiones. Charlotte Bennett, de 25 años, otra exasistente, dice que Cuomo le hizo preguntas inapropiadas. Y Anna Ruch, de 33 años, dice que Cuomo le preguntó si podía besarla en una boda. Una fotografía muestra a Cuomo agarrando su rostro con sus manos en el evento.
El gobernador dijo el miércoles que él besa a la gente a menudo.
«Puedes encontrar cientos de fotos mías besando a personas, hombres, mujeres», dijo. «Es mi forma habitual y usual de saludar».
En una declaración escrita el domingo, Cuomo dijo que «nunca tuvo la intención de ofender a nadie o causar ningún daño», ya que describió «ser juguetón» y hacer bromas en el trabajo en un intento por «agregar algo de ligereza y bromas a lo que es un negocio muy serio».
El miércoles, dijo que quería abordar las acusaciones, a pesar de que sus abogados le habían aconsejado que no dijera nada.
“Quiero que los neoyorquinos escuchen directamente de mí sobre esto. Primero, apoyo plenamente el derecho de la mujer a declarar. Y creo que debería fomentarse en todos los sentidos. Ahora entiendo que actué de una manera que hizo que la gente se sintiera incómoda. No fue intencional. Y me disculpo sincera y profundamente por ello. Me siento muy mal por eso. Y, francamente, me da vergüenza. Y eso no es fácil de decir. Pero esa es la verdad”, dijo.
«Pero esto es lo que quiero que sepan. Y quiero que sepan esto directamente de mí. Nunca toqué a nadie de manera inapropiada. Nunca toqué a nadie de manera inapropiada. En ese momento nunca supe que estaba haciendo que alguien se sintiera incómodo. En ese momento nunca supe que estaba haciendo que alguien se sintiera incómodo. Y ciertamente nunca tuve la intención de ofender a nadie o lastimar a nadie o causarle dolor a nadie. Eso es lo último que querría hacer. Le pedí a la gente de este estado que esperaran los hechos del informe de la fiscal general antes de formarse una opinión”.
La procuradora general de Nueva York, Letitia James, una demócrata, está llevando a cabo una investigación sobre las denuncias. Algunos demócratas están esperando los resultados para tomar una postura sobre si Cuomo debería dimitir, pero otros dicen que debería hacerlo de inmediato.
«El tiempo ha llegado. El gobernador debe renunciar”, dijo la representante Kathleen Rice (D-N.Y.) en un tweet reciente.
“¿Cuántas mujeres más necesitan declarar? El gobernador Cuomo debe renunciar”, agregó la asambleísta estatal Nathalia Fernández, una demócrata.
Los legisladores llegaron el martes a un acuerdo para derogar los poderes de emergencia de Cuomo, que se le otorgaron el año pasado para ayudar a combatir la pandemia del COVID-19.
Boylan, quien postula para presidenta del distrito de Manhattan, respondió a la nueva sesión informativa.
«¿Cómo pueden los neoyorquinos confiar en ti @NYGovCuomo para liderar nuestro estado si ‘no sabes’ cuándo has sido inapropiado con tu propio personal?», escribió en Twitter.
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