Los legisladores de Nueva York acordaron esta semana establecer un fondo de 2100 millones de dólares que proporcionará dinero a los inmigrantes ilegales y a otros llamados trabajadores excluidos que perdieron sus trabajos durante la pandemia por COVID-19 pero que no eran elegibles para recibir dinero de estímulo federal.
El Fondo para Trabajadores Excluidos dará un pago único de beneficios por desempleo a los trabajadores que perdieron sus trabajos o ingresos durante la pandemia.
“Durante la pandemia de COVID-19, los trabajadores esenciales en todo el estado arriesgaron sus vidas para mantener a nuestro estado en movimiento y a nuestras familias seguras”, dijo el presidente de la Asamblea, Carl Heastie, un demócrata, en una declaración. «Cuando las tasas de desempleo se dispararon el verano pasado, muchos de esos trabajadores desinteresados fueron excluidos de cualquier tipo de asistencia federal durante esta pandemia y debemos cuidar a todos los neoyorquinos».
Las personas recibirán hasta 300 dólares por semana y hasta 15,600 dólares en total. Los impuestos se deducirán antes de recibir el dinero. Los trabajadores no serán elegibles a menos que hayan ganado menos de 26,208 dólares en los 12 meses anteriores a la entrada en vigencia de la ley y a menos que puedan demostrar que aún pueden trabajar. Las personas deben mostrar un número de contribuyente válido o una carta de un empleador para obtener los pagos máximos, junto con otros documentos.
Las personas que no pueden cumplir con los requisitos de documentación más estrictos aún pueden recibir un pago de 3200 dólares, a condición de que acrediten su identidad y residencia.
Aproximadamente 290,000 personas recibirán dinero del fondo, según el Instituto de Política Fiscal.
Los inmigrantes ilegales y partidarios se involucraron en una huelga de hambre de una semana para presionar de ser incluidos en el fondo del presupuesto del estado. Persist Brooklyn compartió una historia con los legisladores estatales durante una audiencia pública reciente de Ana, un seudónimo, una madre hondureña que ingresó a Estados Unidos procedente de México a inicios de 2020.
A Ana se le negó el asilo y, durante la pandemia, “perdió las escasas ganancias que obtenía vendiendo productos en la calle”, dijo Cole Edick de Persist Brooklyn a los legisladores.
“Solicitar asilo debería ser un derecho de Ana, no un privilegio reservado solo para quienes pueden pagarlo. Pero debido a que este gobierno aún no ha encontrado el valor para asegurar las necesidades básicas de personas como Ana durante una crisis nacional, ella ha tenido que suspender sus derechos”, agregó.
California estableció un fondo similar en febrero, dando un pago único de 600 dólares o 1200 dólares a los inmigrantes ilegales.
El Fondo para trabajadores excluidos finalmente se incluyó en el presupuesto récord de 212 mil millones de dólares de Nueva York para 2021-2022, que se pagará con fondos del gobierno federal e impuestos más altos para las corporaciones ricas y grandes.
El gobernador demócrata, Andrew Cuomo, presionó para restricciones de elegibilidad.
“El hecho de que sean indocumentados no significa que no nos importe, que no tengamos compasión y que no queramos ayudar. Es difícil hacerlo de una manera que se pueda administrar sin fraude. Y eso es obviamente una gran preocupación para nosotros, que protegemos cada dólar de los impuestos. Nosotros ejecutamos un programa de seguro de desempleo para los ciudadanos del estado. Hubo un tremendo engaño”, dijo Cuomo a los periodistas en Albany el miércoles.
Los principales defensores de la provisión de dinero a los inmigrantes ilegales criticaron los requisitos.
«La afirmación de que algunos de (…) mis vecinos solo están esperando la oportunidad de cometer fraude es repugnante», dijo a los periodistas la asambleísta demócrata Catalina Cruz.
La procuradora general demócrata de Nueva York, Letitia James, dijo que su oficina verificaría si las regulaciones y el proceso que está estableciendo el fondo son constitucionales.
Los aumentos de impuestos también generaron críticas.
“A pesar de tener 22 mil millones de dólares más en fondos disponibles durante los próximos dos años que cuando el gobernador propuso el presupuesto en enero, los líderes acordaron aumentar los impuestos sobre la renta personal y comercial y utilizar una parte de los fondos federales para inflar gastos que probablemente no puedan ser financiados en los últimos años”, dijo el presidente de la Comisión de Presupuesto Ciudadano, Andrew Rein, en un comunicado. «Los aumentos de impuestos simplemente son innecesarios y económicamente arriesgados».
La líder de la mayoría del Senado de Nueva York, Andrea Stewart-Cousins, dijo que estaba orgullosa de que el presupuesto financiará escuelas, ayudará a reconstruir las empresas y protegerá a los «más vulnerables» del estado.
“Los contribuyentes trabajadores y de clase media recibirán el alivio que necesitan desesperadamente, mientras que los neoyorquinos más ricos ayudarán a sus vecinos. Este presupuesto hace que Nueva York sea mejor para todos”, dijo.
Pero los republicanos condenaron gran parte del presupuesto.
«En lugar de ayudar a las familias, los veteranos, los maestros y las personas de la tercera edad, los demócratas en Albany han convertido en su prioridad promover su agenda radical al dar un regalo de los contribuyentes de 2.1 mil millones de dólares a los inmigrantes ilegales», dijo el líder de la minoría del Senado, Robert Ortt, en un mensaje a través de video, y agregó: “En lugar de darle a la gente una razón para permanecer aquí en nuestro estado, este presupuesto ahuyenta a más familias, personas mayores y jóvenes neoyorquinos. En lugar de ayudar a las empresas de Main Street a recuperarse de la pandemia, este presupuesto aumenta los impuestos a nuestras pequeñas empresas y esto dificulta aún más su supervivencia”.
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