La principal negociadora comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, prometió el 4 de octubre deshacer algunos de los aranceles de la era Trump sobre los productos chinos y presionar al régimen chino para que mantenga conversaciones «francas» en un intento de poner fin a las prácticas comerciales desleales de Beijing.
En las últimas décadas, Beijing destinó miles de millones de dólares en subsidios estatales a industrias específicas como el acero, la energía solar y la agricultura, provocando el cierre de fábricas estadounidenses y una «dinámica de suma cero en la economía mundial», dijo Tai en un panel del 4 de octubre organizado por el think tank Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington.
«Por encima de todo, debemos defender —pase lo que pase— nuestros intereses económicos», dijo en el evento, explicando que iba a «tomar todas las medidas necesarias para protegernos contra las olas de daños infligidos a lo largo de los años por la competencia desleal».
Tai dijo que su oficina ha realizado una revisión exhaustiva del acuerdo comercial de fase uno que Estados Unidos alcanzó con China el año pasado durante la Administración Trump. Se espera que tenga una llamada telefónica con su homólogo chino, el viceprimer ministro Liu He, para discutir el desempeño de China.
Dijo que Washington iniciará un «proceso de exclusión arancelaria selectiva» para eximir algunas importaciones chinas de los aranceles punitivos de Estados Unidos, con posibles procesos de exclusión adicionales en el futuro.
Tai se abstuvo de decir si China había cumplido sus compromisos en el marco del acuerdo, pero dijo que «lo más importante es que tenemos que ocuparnos de China».
El acuerdo comercial de fase uno firmado durante la Administración Trump requiere que China compre productos y servicios estadounidenses adicionales con un valor de 200,000 millones de dólares durante el período de dos años de 2020 y 2021. El análisis de los datos comerciales chinos realizado por el Instituto Peterson de Economía Internacional mostró que China ha cumplido alrededor del 58 por ciento de sus compromisos de compra en 2020 y el 69 por ciento hasta agosto de 2021.
Tai compartió sus reservas sobre el acuerdo comercial, diciendo que no había abordado las prácticas comerciales de China centradas en el Estado y que no son propias del mercado. Sin embargo, la funcionaria añadió que no descartaría imponer nuevos aranceles para obligar a China a cumplir su palabra.
Estados Unidos no llevará a cabo la «segunda fase» de las negociaciones con China sobre cuestiones estructurales más profundas, como los subsidios masivos a industrias vitales que distorsionan los mercados globales, porque Beijing está «redoblando su enfoque autoritario centrado en el Estado», dijeron altos funcionarios de la administración durante una llamada con la prensa el domingo.
«Reconocemos que China simplemente no puede cambiar, y que tenemos que tener una estrategia que trate con China tal y como es, en lugar de como nos gustaría que fuera», dijo uno de los funcionarios.
Con información de Emel Akan y Reuters.
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