La población de inmigrantes ilegales en Estados Unidos aumentó en un millón en el primer año de mandato del presidente Joe Biden, según un nuevo informe.
A fines del año 2021, 15.5 millones de extranjeros ilegales residían en el país, según las estimaciones de la Federación para la Reforma Migratoria Americana.
Después de hacer retroceder políticas clave de la era Trump, Biden presidió el mayor número de aprehensiones de inmigrantes ilegales en la frontera entre Estados Unidos y México en un año calendario en la historia, con un registro de casi 1.9 millones de detenciones.
«Un número masivo de extranjeros ilegales está entrando en Estados Unidos y se está quedando aquí», dijo a The Epoch Times Spencer Raley, director de investigación del grupo Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense (FAIR) y autor del nuevo informe.
El estado con más inmigrantes ilegales, según la nueva estimación, es California, con 3.2 millones; Texas tiene 2.2 millones; Florida 1.1 millones y Nueva York con un millón.
Al final de la lista están Virginia Occidental, Dakota del Norte, Montana, Wyoming y Dakota del Sur, todos con menos de 10,000 extranjeros ilegales.
El costo para los contribuyentes se estimó en 143,000 millones de dólares, unos 9000 millones más que el año anterior, cuando FAIR publicó su última estimación.
El grupo, que promueve políticas que reducirían la inmigración legal e ilegal para permitir a Estados Unidos «gestionar el crecimiento, abordar los problemas medioambientales y mantener una alta calidad de vida», llegó a la cifra utilizando los datos de la Oficina del Censo que permiten calcular el número total de residentes nacidos en el extranjero que se supone están viviendo en Estados Unidos.
Después de restar el número total de inmigrantes legalmente presentes, añadieron un 30 por ciento al total por la supuesta subestimación.
Otros grupos utilizan métodos diferentes para calcular la población de inmigrantes ilegales, que no puede determinarse definitivamente porque algunos escapan a la detección.
Los investigadores de Yale cifraron la población en unos 22 millones de personas en 2016. Edward Kaplan, uno de los investigadores, estimó más recientemente la población en aproximadamente 20 millones.
Por su parte el Departamento de Seguridad Nacional, dijo en su última estimación (pdf) que a partir del 1 de enero de 2018, aproximadamente 11.4 millones de extranjeros ilegales residían en el país, sin cambios en su estimación de tres años antes. Pew Research a su vez estimó que solo 10.5 millones de inmigrantes ilegales vivían en el país en 2017.
Sea cual sea la cifra, es probable que haya aumentado en los últimos meses, ya que el gobierno de Biden flexibilizó repetidamente tanto las medidas de control fronterizo como las políticas destinadas a localizar a los inmigrantes ilegales para su deportación.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, designado por Biden, a través de una serie de memorandos restringió la posibilidad de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detenga y traslade a los extranjeros para su deportación.
Las directrices se basan en parte en el principio de que «muchas personas que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos han contribuido a este país», dijo Mayorkas ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes en Washington el 28 de abril.
La administración «abolió efectivamente» el ICE y está impidiendo que la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras, que incluye a la Patrulla Fronteriza, aseguren la frontera sur, dijo el grupo FAIR en su informe.
Aun así, hay otros factores en juego, ya que la población de extranjeros ilegales también aumentó durante la administración Trump.
Según las estimaciones de FAIR, la población aumentó en dos millones a lo largo de los cuatro años de gobierno del presidente Donald Trump.
Si el aumento bajo Biden continúa a este ritmo, alcanzaría el doble en cuatro años.
«Durante la administración Trump, sí vimos un aumento significativo de la población de extranjeros ilegales, pero nunca lo vimos a este grado», dijo Raley.
Una economía fuerte atrae a los extranjeros ilegales que quieren trabajar, según FAIR. Algunas partes de la economía se han recuperado de los cierres generalizados en 2020, pero todavía no han alcanzado los niveles anteriores a la pandemia.
Las soluciones propuestas incluyen el restablecimiento pleno de muchas de las políticas fronterizas más exitosas de la era Trump, como el programa «Permanecer en México».
Ese enfoque «tendría que complementarse con mecanismos de control dentro del país», dijo Raley. «Uno tendría que reprimir a los empleadores, lo que probablemente atraería a muchos extranjeros ilegales a volver a sus casas por su propia voluntad, porque las cosas que los trajeron aquí ya no están disponibles. Pero también habría que volver a tomarse en serio lo de quitarle las esposas al ICE y dejar que detenga a los infractores de la ley de inmigración y, en última instancia, los expulse”.
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