La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que el estado ampliará su orden de vacunación contra la COVID-19 para los trabajadores de la salud para incluir las dosis de refuerzo, convirtiéndose en el primer estado en exigir dosis de refuerzo para los empleados de atención médica, al mismo tiempo que señala que un número creciente de instituciones están apuntando cada vez más a exigirlas.
Hochul, una demócrata, dijo en una rueda de prensa el viernes que los trabajadores de la salud estatales deben recibir las dosis adicionales. El estado aceptará únicamente exenciones médicas–no religiosas–de conformidad con los mandatos anteriores sobre las vacunas COVID-19 y no COVID-19.
Según el mandato, los trabajadores de la salud deberán recibir dosis de refuerzos dentro de las dos semanas posteriores a su elegibilidad. Recientemente, la Administración de Drogas y Alimentos recomendó acortar en un mes el tiempo que una persona debe esperar antes de recibir una dosis de refuerzo de Pfizer o Moderna. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades aprobaron la recomendación de Pfizer de la FDA a principios de esta semana.
“Ellos trabajan [con nuestros] neoyorquinos más vulnerables. Necesitamos asegurarnos de que nuestros trabajadores de la salud ahora reciban una dosis de refuerzo (…) no solo vacunados, sino que deben recibir una dosis de refuerzo”, dijo Hochul durante la sesión informativa. Hochul dijo que Nueva York es el primer estado del país en exigir dosis de refuerzos para los trabajadores de la salud.
Hochul dice que la comisionada de Salud de Nueva York, la Dra. Mary Bassett, recomendará el mandato de dosis de refuerzo al Consejo de Salud Pública y Planificación de la Salud el martes 11 de enero para su aprobación final, aunque tanto Hochul como Bassett dijeron que esperan que el Consejo lo apruebe.
“Esta ha sido una prioridad tan importante”, dijo Hochul. “Ya hemos visto lo que ha estado sucediendo en nuestros entornos de atención médica. El personal se está enfermando, se van. Necesitamos que se recuperen, necesitamos que tengan la mejor fortificación posible, y eso significa recibir también una dosis de refuerzo».
El mandato de vacunas para el personal de atención médica ha sido impugnado varias veces en los tribunales, y uno de ellos llegó hasta la Corte Suprema. En diciembre, la Corte Suprema falló 6-3 al negarse a detener el mandato de la vacuna, y los jueces Neil Gorsuch, Clarence Thomas, y Samuel Alito discreparon.
Aparte de Nueva York, Maine y Rhode Island son estados que no aceptan exenciones religiosas para los trabajadores de la salud que se oponen a recibir la vacuna.
“Hoy, la Corte repite el error al rechazar a los médicos y enfermeras de Nueva York”, escribió Gorsuch en su disensión sobre un caso de vacunación en Maine. «Hacemos todo esto a pesar de que el decreto ejecutivo del Estado interfiere claramente con el libre ejercicio de la religión, y lo hace aparentemente basado en nada más que el miedo y la ira hacia aquellos que albergan creencias religiosas impopulares».
En las últimas semanas, las empresas y las escuelas han comenzado a exigir dosis de refuerzo como requisito para trabajar o inscribirse. Como ejemplo, Danny Meyer, director ejecutivo de Union Square Hospitality Group, dijo a los medios el mes pasado que sus negocios requerirán que sus empleados tengan la dosis de refuerzo.
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