Algunos que irrumpieron el Capitolio de los EE. UU. el 6 de enero agredieron a los agentes del orden, utilizaron un lenguaje denigrante, e hicieron amenazas específicas contra el entonces vicepresidente Mike Pence y la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi (D-Calif.), según relataron algunos oficiales el martes ante los miembros del Congreso.
“La violencia física que experimentamos fue horrible y devastadora. Mis compañeros oficiales y yo fuimos golpeados, pateados, empujados, rociados con irritantes químicos e incluso cegados con láseres que dañan los ojos por una turba violenta que aparentemente nos vio a nosotros, agentes de la ley–oficiales dedicados a protegerlos irónicamente como ciudadanos estadounidenses–como un impedimento a su intento de insurrección”, dijo el sargento de policía del Capitolio de EE. UU. Aquilino Gonell en una audiencia del Congreso en Washington.
Daniel Hodges, un oficial del Departamento de Policía Metropolitana, relató que le dijeron: «Morirás de rodillas».
Fue pateado en el pecho y golpeado con algo pesado en la cabeza mientras él y sus compañeros se enfrentaban con la multitud fuera del Capitolio.
Gonell, Hodges, el oficial de policía del Capitolio de los Estados Unidos Harry Dunn y el oficial metropolitano Michael Fanone expresaron confusión y disgusto por haber sido atacados el 6 de enero, describiendo a los que estaban allí como terroristas y alborotadores. Gonell dijo que todavía se está recuperando de las lesiones que sufrió en ese momento.
“Podría haber perdido mi vida ese día no una, sino muchas veces. Pero tan pronto como me recupere de mis lesiones, seguiré adelante y con orgullo serviré a mi país en la Policía del Capitolio de los Estados Unidos”, dijo Gonell, un inmigrante.
Los oficiales testificaron en la primera audiencia realizada por el Comité Selecto para Investigar el Ataque del 6 de enero al Capitolio de los Estados Unidos. El panel, formado por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), tuvo una amplia oposición de los republicanos luego que Pelosi rechazara dos de las nominaciones del líder republicano de la Cámara, Kevin McCarthy (R-Calif.), lo cual hizo que retirara los demás nombramientos.
Dos republicanos están en el panel de nueve miembros, los representantes Liz Cheney (R-Wyo.) y Adam Kinzinger (R-Ill.). Pelosi pidió a ambos que participaran en el panel.
Kinzinger dijo en la audiencia que la misión del panel es simple. «Es para encontrar la verdad y es para garantizar la rendición de cuentas», dijo.
“Como la mayoría de los estadounidenses, estoy frustrado de que seis meses después de que una insurrección mortal traspasara el Capitolio de los Estados Unidos durante varias horas en la televisión en vivo, todavía no sabemos exactamente qué sucedió. ¿Por qué? Porque muchos en mi partido han tratado esto como una lucha partidista más. Es tóxico y es un daño para los oficiales y sus familias, para el personal y los empleados en el complejo del Capitolio, para el pueblo estadounidense que merece la verdad y para aquellas generaciones antes que nosotros que fueron a la guerra para defender el autogobierno, porque está en juego el autogobierno”, añadió.
Antes de que los oficiales hablaran, el representante Bennie Thompson (D-Miss.), presidente del comité, reprodujo una recopilación de videos del 6 de enero que duraron más de tres minutos.
Al final, se mostró un clip de un hombre advirtiendo que regresarían.
“Es escalofriante. Doy gracias a Dios por nuestra democracia y nuestra república, que resistieron este asalto. Pero la advertencia de ese hombre nos recuerda que esta amenaza no ha desaparecido. Se cierne sobre nuestra democracia como una nube oscura”, dijo Thompson.
Él y otros miembros agradecieron a los oficiales y prometieron llegar al fondo de lo que condujo a la brecha del 6 de enero.
Los oficiales «arriesgaron sus vidas en defensa del Capitolio de los Estados Unidos», dijo Thompson a los periodistas después de la audiencia. “Fue un testimonio fascinante. Estamos agradecidos por ese testimonio. Establece el tono adecuado para el trabajo de este comité, pero también dice que hay un trabajo importante que tenemos que hacer en los próximos meses».
Más de 535 personas han sido acusadas por la irrupción, y varias agencias federales están investigando los delitos que se cometieron, pero los líderes de la Cámara de Representantes creyeron que era necesario un nuevo comité para investigar lo que sucedió luego de que los republicanos en el Senado en mayo bloquearan la formación de un panel.
Los republicanos que no asistieron a la audiencia siguieron tratando de culpar a Pelosi de que las fuerzas del orden no estuvieron preparadas para lo que sucedió.
«Dejar a nuestros oficiales en la línea del frente mal equipados fue un incumplimiento del deber bajo la supervisión de @SpeakerPelosi», dijo en Twitter el representante Jim Banks (R-Ind.), uno de los elegidos que Pelosi rechazó.
El representante Guy Reschenthaler (R-Pa.), durante una aparición en Newsmax, alegó que el panel no era más que una distracción de [el presidente Joe] Biden y las crisis fronterizas, criminales e inflacionarias de los demócratas”.
Pelosi ha desafiado esas acusaciones. Ella dijo que el panel bipartidista «perseguirá la verdad».
«Los esfuerzos de algunos republicanos por negar la justicia y la rendición de cuentas son un insulto para los valientes oficiales que arriesgaron sus vidas ese día», dijo el martes.
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