Los oficiales de policía están respondiendo algunas llamadas al 911 provenientes de la llamada zona autónoma, dijo la jefa de policía de Seattle, Carmen Best.
Un negocio ubicado cerca de la zona que fue asaltado en la madrugada del domingo dijo a The Epoch Times que llamaron a la policía, pero los oficiales nunca se presentaron.
«No hay una zona de respuesta del Departamento de Policía de Seattle», dijo Best durante una aparición el lunes por la noche en «Cuomo Prime Time» de CNN.
Best dijo que los funcionarios están respondiendo «a cada llamada en cada área de la ciudad» antes de hacer comentarios que estaban en conflicto con esa afirmación.
«Cuando se trata de esa área en particular, si recibimos una llamada que es una llamada importante de emergencia al 911, vamos a entrar (…) pero también debemos tener en cuenta la delicada situación que tenemos allí», agregó.
El Departamento de Policía de Seattle no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Un mensaje del departamento interno que circuló varios días antes mostraba un mapa de la zona autónoma, un área que comprende varias cuadras de la ciudad que los activistas tomaron después de que los agentes de policía abandonaron el Recinto Este. La zona se mostró como roja en el mapa.
Los oficiales no deberían responder a las llamadas dentro de la zona roja «a menos que la respuesta sea a un evento de víctimas en masa», como un incidente de tirador activo o un incendio estructural que pueda poner en peligro vidas, según el mensaje.
Si responden a un evento de víctimas en masa, los oficiales «deben reunirse con un supervisor fuera de esa zona» para evaluar si es factible actuar y desarrollar un plan.
A Best no se le preguntó sobre el mensaje en CNN.
Los funcionarios de la ciudad hasta ahora se han negado a usar la fuerza para recuperar las calles.
«Lo último que quiero hacer es que ocurra algún problema de violencia en el área, por lo que estamos siendo muy judiciales acerca de cómo lo hacemos, juicioso, quiero decir, cómo lo hacemos y cómo entramos». dijo en la aparición televisiva.
Los agentes están intentando hacer un seguimiento de cada informe que llega, dijo, y asegurarse de que los perpetradores sean arrestados.
Los tiempos de respuesta a los delitos, incluida la violación, se han disparado desde que los ocupantes tomaron la zona el 8 de junio.
Las barricadas colocadas en las calles que conducen a la zona están obstaculizando los tiempos de respuesta, dijo, junto con los oficiales que no pueden responder directamente desde el Recinto Este.
El caos se desarrolló el domingo por la noche cuando Car Tender, un taller de reparación de automóviles que se encuentra a unos 100 metros de uno de los cordones de la zona, fue asaltado.
El dueño y los familiares se apresuraron e intentaron registrar al sospechoso, pero el hombre se negó. Cuando los ocupantes se enteraron de lo que estaba sucediendo, se apresuraron, derribaron las cercas y amenazaron la vida del dueño.
Después de que al menos dos personas en el negocio blandieran armas de fuego, los ocupantes retrocedieron.
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— Bowen Xiao (@BowenXiao_) June 15, 2020
Grupos de ocupantes empuñando armas, incluido el John Brown Gun Club, afiliado a Antifa, están actuando como una fuerza de seguridad dentro de las calles de la ciudad. Algunos miembros de alto nivel de Antifa, incluido Luis Márquez, han sido vistos dentro de la zona en los últimos días.
Mientras tanto, el Consejo de la Ciudad de Seattle votó el lunes 9-0 para prohibir que los agentes de policía usen estrangulamiento.
Los oficiales tampoco pueden desplegar gases lacrimógenos, gas pimienta y otras medidas típicamente utilizadas para controlar las multitudes.
«Nuestro movimiento contra el racismo y la violencia policial hizo historia hoy con la aprobación por parte del Ayuntamiento de las prohibiciones permanentes sobre el uso policial de armas químicas y otras armas llamadas ‘control de multitudes’, y sobre estrangulamientos policiales», dijo en un comunicado, la concejal demócrata Kshama Sawant.
Ella pidió que el departamento de policía sea desfinanciado en al menos 50 por ciento.
Los miembros del Consejo también aprobaron una legislación que requiere que los oficiales muestren los números de credencial, luego de que algunos manifestantes se quejaron de que los números no eran visibles durante las recientes manifestaciones.
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