Un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reiteró las críticas de la organización contra las naciones ricas que planean dosis de refuerzo de la COVID-19, argumentando que esas naciones deberían estar trabajando para producir y donar dosis de vacunas a los países más pobres.
«Estamos planeando entregar chalecos salvavidas adicionales a las personas que ya tienen chalecos salvavidas, mientras dejamos que otras personas se ahoguen sin un solo chaleco salvavidas», dijo Mike Ryan, director del programa de emergencias de salud de la OMS, el miércoles luego que la administración de Biden anunciara que trabajaría para proporcionar dosis de refuerzo antes del 20 de septiembre.
La directora africana de la OMS, el Dr. Matshidiso Moeti, también hizo un comentario crítico el jueves, aunque no se refirió específicamente a Estados Unidos.
«Las medidas de algunos países a nivel mundial para introducir dosis de refuerzo amenazan la promesa de un mañana más brillante para África», dijo en una conferencia de prensa. «A medida que algunos países más ricos acumulan vacunas, se burlan de la equidad de las vacunas».
Y el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien anteriormente pidió una moratoria global sobre las dosis de refuerzo, volvió a criticar la medida el miércoles.
“Lo que está claro es que es fundamental ponerse las primeras dosis y proteger a los más vulnerables antes de que se desplieguen los refuerzos”, dijo. «La brecha entre los que tienen y los que no tienen solo aumentará si los fabricantes y los líderes priorizan el exceso de oferta de dosis de refuerzo para los países de ingresos bajos y medios».
El presidente Joe Biden dijo el jueves que tanto él como su esposa, Jill Biden, planean recibir dosis de refuerzo cuando estén disponibles. Más temprano en el día, los jefes de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), los Institutos Nacionales de Salud y el director de Salud Pública dijeron que recomiendan la tercera dosis, aunque la FDA y los CDC no las han aprobado y no han aprobado completamente ninguna vacuna contra la COVID-19.
En una entrevista con ABC News, Biden, quien también enfrenta una crisis militar ante el despliegue en Afganistán, defendió la decisión de su administración de ofrecer una dosis adicional en un futuro cercano.
«Estamos proporcionando más al resto del mundo que todo el resto del mundo en conjunto», dijo Biden. «Estamos cumpliendo con nuestra parte del trato».
Anteriormente, el director de Salud Pública de EE. UU., Vivek Murthy, restó importancia a las preocupaciones de que Estados Unidos estuviera proporcionando una dosis de refuerzo en lugar de producir y donar vacunas para las naciones más pobres. Él dijo que tanto las dosis de refuerzo como las donaciones se pueden hacer simultáneamente.
Murthy y otros funcionarios de salud federales dijeron que varios estudios recientes mostraron que la tasa de eficacia de las vacunas Pfizer y Moderna contra la variante Delta ha disminuido en los últimos meses, y señaló que las personas que recibieron su segunda dosis hace ocho meses califican para una dosis de refuerzo.
Dentro de Estados Unidos, algunos expertos en salud dijeron que el anuncio de la Casa Blanca el miércoles es poco ético y prematuro.
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