Análisis
Referentes del establishment estadounidense, desde celebridades hasta ejecutivos de empresas, alzaron sus voces para condenar al estado de Georgia por su reciente modificación de la ley electoral.
Aunque algunas de las críticas se basan en información falsa, la principal objeción apunta a la identificación de los votantes, una medida a la que el Partido Demócrata se opone desde hace tiempo.
La ley de Georgia amplía las opciones de voto, como el voto anticipado y los buzones, más allá del statu quo. Es más permisiva en algunos aspectos que algunos bastiones demócratas, como en Nueva York. Su principal medida de integridad del votante, que parece estar en el centro de la controversia, es la exigencia de que los votantes proporcionen una identificación para poder emitir un voto no solo en persona, sino también en ausencia.
Las leyes de identificación del votante son comunes en los estados de tendencia republicana, aunque no necesariamente se extienden al voto por correo. Georgia estableció el requisito después que en las elecciones generales de 2020 se produjera un aumento masivo del voto por correo.
Las leyes de identificación de votantes cuentan con la férrea oposición de los demócratas, que las califican como una forma de «supresión de votantes» debido a que algunos estadounidenses no cuentan con una identificación adecuada. Una cifra comúnmente citada es que el 11 por ciento de los estadounidenses en edad de votar carecen de identificación. La cifra procede de una encuesta realizada en 2006 a unos 1000 ciudadanos adultos, de los cuales el 11 por ciento dijo no tener un documento de identidad con fotografía vigente y no caducado, como el carné de conducir o la cartilla militar (pdf).
Sin embargo, la ley de Georgia permite el uso de identificaciones vencidas para votar. Incluso adjuntar una factura de servicios públicos o algún documento gubernamental con nombre y dirección es suficiente para votar en ausencia si se carece de otro tipo de identificación, de acuerdo a Hans von Spakovsky, experto en derecho electoral de la conservadora Heritage Foundation.
Los estados suelen ofrecer un carné de votante a las personas que carecen de ellos por una pequeña cuota o incluso de forma gratuita, como en Georgia. Pero normalmente se necesitan varios documentos para ese proceso, como una factura de servicios públicos, la tarjeta de Seguridad Social y el certificado de nacimiento. Este último elemento, en particular, puede ser difícil de obtener para algunas personas, ya que el sistema nacional de certificados de nacimiento no se instituyó hasta 1946. Antes de eso, mucha gente nunca recibió uno.
En Wisconsin, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) litigó durante años en nombre de una de esas personas, Ruthelle Frank, que intentó obtener su partida de nacimiento, pero le dijeron que su nombre estaba mal escrito en los registros. Corregir el error le habría costado unos 200 dólares y un procedimiento burocrático que ella consideró injusto. La ley estatal de identificación de los votantes resistió el recurso, aunque la ACLU consiguió obligar al estado a aceptar más formas de identificación para votar.
Con el paso de la Greatest Generation, al parecer también pasa gran parte del argumento del certificado de nacimiento. Frank murió en 2017. Una demanda similar en Georgia fue rechazada anteriormente por un juez, en parte porque los demandantes no pudieron presentar ni siquiera un ciudadano que quisiera votar y no pudiera obtener fácilmente una forma aceptable de identificación.
Los críticos de las leyes de identificación de votantes a veces argumentan que las leyes desalientan a los ciudadanos que tienen identificaciones de votar. Una encuesta realizada después de las elecciones generales de 2016, en los condados de Milwaukee y Dane de Wisconsin, mostró que alrededor del 11 por ciento de los votantes registrados que no votaron mencionaron el documento de identificación entre las razones por las que no votaron o, según las respuestas, no tenían un documento de identificación válido (pdf). Los datos publicados no desglosan cuántos pertenecían a una u otra categoría. Un comunicado adjunto dice que «la mayoría de las personas que dijeron que no votaron porque carecían de identificación en realidad poseían una forma de identificación calificada».
«La encuesta reveló una considerable confusión sobre la ley», dice el comunicado.
La mayoría de los encuestados indicaron que su principal razón para no votar no tenía nada que ver con la identificación. Solo el 1.7 por ciento citó la creencia de que no tenían una identificación adecuada como la principal razón para no votar. Solo el 1.4 por ciento mencionó como razón principal el hecho de que se les dijera en un centro de votación que su identificación era inadecuada (pdf).
Si los votantes de Wisconsin estaban mal informados sobre qué documento de identidad es aceptable, Georgia puede estar en un barco diferente. Ha tenido leyes de identificación de votantes en los libros desde las elecciones de 2008 y logró generar una publicidad significativa sobre su actual expansión del requisito de identificación para el voto en ausencia.
Sin embargo, existe el riesgo de que la información falsa que se difunde sobre la ley induzca al error de los votantes. El presidente Joe Biden, por ejemplo, afirmó en repetidas ocasiones que la ley obliga a cerrar las urnas a las 5 de la tarde cuando, en realidad, la ley no hace tal cosa. Esta indica que las oficinas electorales tienen que estar abiertas al menos hasta las 5 de la tarde para el voto anticipado antes del día de las elecciones. El día de las elecciones, las urnas deben estar abiertas al menos hasta las 7 de la tarde, como es habitual.
Sin comida ni agua
La ley de Georgia también amplía la prohibición estatal de realizar campañas electorales fuera de los lugares de votación para prohibir la distribución de cualquier obsequio, incluidos alimentos y bebidas, a las personas en la fila. La aparente intención era evitar el uso de alimentos y bebidas como una forma de influencia indebida sobre los votantes. Pero también evita que una persona benéfica ofrezca agua a personas que a veces necesitan esperar varias horas para votar. Los votantes necesitarían traer su propia comida y agua, aunque la ley permite que los funcionarios electorales instalen fuentes de agua de libre uso para las personas que esperan en la fila.
Siga a Petr en Twitter: @petrsvab
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.