Padres con hijos obligados a estudiar en casa beben más

Por The Epoch Times
14 de agosto de 2020 12:06 PM Actualizado: 14 de agosto de 2020 12:06 PM

Los padres estresados por tener que ayudar a sus hijos con la educación a distancia durante la pandemia COVID-19 consumen siete bebidas más al mes que los padres que no informaron sentirse estresados por la educación a distancia, según encontramos.

Estos padres estresados también son dos veces más propensos a reportar estados de embriaguez al menos una vez durante el mes anterior, en comparación con los padres que no se han estresado, de acuerdo con nuestros resultados. La bebida excesiva, que varía según el sexo, ocurre cuando las mujeres consumen al menos cuatro, o los hombre toman al menos cinco bebidas alcohólicas (que incluyen cerveza, vino o licor) con un par de horas de diferencia.

Aprendimos esto de nuestra encuesta online, que diligenciaron en mayo 361 padres con hijos menores de 18 años que actualmente viven con ellos. El 78 por ciento de los padres tenían hijos que asistieron a la educación remota en la primavera de 2020. De ellos, el 66 por ciento informó que la experiencia les causó estrés porque no estaban seguros de cómo ayudarlos.

Enviamos la encuesta a través de sitios de redes sociales y listas de correo electrónico a personas en todo Estados Unidos. Sin embargo, esta no es una muestra representativa a nivel nacional. Como es común en este tipo de encuestas, la mayoría de los padres que respondieron eran de ingresos medios o superiores. Los resultados del estudio aún no han sido publicados.

Por qué es importante

Mientras mucha gente bromea sobre cómo el alcohol les ayuda a superar la pandemia de COVID-19, la bebida puede ser perjudicial. Cada año mueren más personas por el consumo de alcohol que por accidentes automovilísticos, armas o drogas ilegales. El aumento del consumo de alcohol también está relacionado con muchos problemas de salud pública, como la violencia, el crimen, la pobreza y las enfermedades de transmisión sexual.

Beber alcohol es especialmente peligroso durante la COVID-19 porque el consumo de alcohol debilita el sistema inmunológico. Beber aumenta la probabilidad de contraer COVID-19 y, si la contrae, de tener peores resultados.

La gente aumenta su consumo de alcohol después de momentos estresantes, como los tsunamis y los huracanes. Las investigaciones han demostrado que este patrón ya se ha presentado anteriormente durante los brotes de enfermedades, incluyendo el SARS en 2003, y después de los ataques terroristas del 11 de septiembre.

COVID-19 es otra situación estresante. Un estudio realizado en Polonia con más de 1000 participantes reveló que actualmente la gente bebe más vino, cerveza y licor que antes de la pandemia.

Dado que la educación a distancia va a continuar en un futuro próximo, creemos que es conveniente disminuir los factores de estrés que llevan a los padres a beber, especialmente porque están bebiendo más durante la pandemia de COVID-19 que las personas sin hijos.

Nuestra encuesta es la primera en analizar la relación entre el consumo de alcohol y el estrés causado por la educación a distancia durante la pandemia de COVID-19.

Lo que aún no se sabe

Los sistemas escolares de Estados Unidos están haciendo su planificación para el próximo año. En muchos casos, eso requerirá más aprendizaje remoto. Para que la educación a distancia tenga éxito para los niños y los padres, es necesario saber más sobre qué está generando el estrés.

Otro estudio nuestro, actualmente en curso, sugiere que una de las razones por las que los padres se estresan es que no reciben suficiente orientación de los maestros o las escuelas. Esto es particularmente preocupante para las familias de bajos ingresos cuyos hijos, en general, ya se desempeñan peor en la escuela que los niños que gozan de mayor bienestar.

Es importante tener en cuenta que los maestros y otros miembros del personal escolar también están experimentando estrés y no reciben suficiente orientación sobre cómo hacer la enseñanza a distancia.

Nuestros resultados se recopilaron en mayo. A medida que la educación a distancia se convierte en la nueva normalidad, al menos por ahora, es importante observar qué es lo que cambia, si es que cambia algo, en la forma en que las escuelas ofrecen educación remota y cómo afecta a los padres.

Susan Sonnenschein es profesora de psicología aplicada del desarrollo en la Universidad del Condado de Maryland-Baltimore. Elyse R. Grossman es integrante del departamento de salud, comportamiento y sociedad de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.


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