El novio, Jacob Akerson, y su entonces futura esposa, María, tenían todo planeado para el día de su boda cuando, de repente, el padrino «abandonó el barco» a última hora.
Uno de los mejores amigos de Jacob, Andrew, en California, acababa de obtener un nuevo trabajo después de haber estado desempleado durante la pandemia, y no podía tomar el tiempo libre. «Tenía que elegir entre el trabajo o la boda, así que no podía ser lo primero. No lo culpé», dijo Jacob, de 26 años, a The Epoch Times.
Como quedó plantado a pocos días de su boda, Jacob recurrió al único hombre que siempre había estado a su lado, en las buenas y en las malas: su abuelo de 74 años.
No había que pensarlo dos veces. Harvey «Al» Akerson hizo nada más y nada menos que criar a Jacob como a un hijo después de que su agresivo padre decidió no seguir haciendo parte de su vida. Siendo aún muy joven, Jacob y su madre se mudaron con los padres de ella y, según sus palabras, Al se convirtió en «lo más parecido a un padre que haya tenido».
Al, cirujano bucal jubilado y propietario de un negocio de ferretería para jardinería, se hizo cargo de su rol. Durante mucho tiempo, el joven Jacob no sabía que Al no era su padre. «El abuelo me llevaba a pescar con él desde pequeño», dice Jacob. «Siempre me enseñó a limpiar el arma, a cazar».
Ahora, ya crecido, el novio necesitaba un hombre dispuesto a apoyarlo en su gran día. Aunque Jacob tiene dos hermanos menores, de 8 y 10 años, estaban preparados para ser los portadores de los anillos. Sin embargo, nadie había desempeñado un papel más importante en su vida que su abuelo.
Una vez más, Al se hizo cargo.
Fue un honor para él, dijo.
Así que, con todo preparado, la boda al aire libre se celebró el 30 de septiembre de 2021 sin problemas. Bueno, casi. El calor sofocante de Dakota del Sur, con un poco de lluvia, hizo que todos —la novia, el novio, el padrino, los invitados y todos— huyeran en busca de refugio durante la ceremonia.
El padrino, a pesar de su condición de «abuelo», cumplió perfectamente su papel: hizo reír a todos mientras bromeaba con su paso por el pasillo, y fue un «anciano muy guapo en todas las fotos» con todos los jóvenes. «Y también tuvo la oportunidad de pronunciar un sincero discurso, que fue breve y dulce», añadió Jacob. «Dijo que estaba orgulloso del hombre en el que me he convertido y que estaba feliz de haberme visto crecer».
Estuvo presente en la ceremonia y en la cena, pero cuando empezó el baile y todos los jóvenes salieron, se retiró, dijo Jacob. «Es mayor y tiene algunos problemas médicos, así que no quería quedarse demasiado tiempo entre la multitud».
Añadió Jacob: «Significó mucho. Me llena el corazón. Creo que significa aún más cuando se trata de alguien que eligió desempeñar ese papel en lugar de ser el padre por defecto».
«Toda mi vida, él ha dado un paso al frente por mí».
Con unas palabras, Al, que lleva 52 años casado, compartió su secreto para mantener un matrimonio feliz: ser «elegido por la mujer adecuada», dijo al Argus Leader. «Y creo que Jacob también».
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