Una pareja inglesa que superó las probabilidades de uno entre 200 millones al dar a luz a trillizas idénticas llevó por fin a sus hijas prematuras a casa.
A James Casper, de 26 años, y Jenni Casper, de 27, de Selby, North Yorks, les dijeron en un principio que esperaban gemelos, pero se quedaron «sin habla» cuando supieron que en realidad iban a tener trillizas en la ecografía de las 12 semanas de Jenni.
En la ecografía de las 20 semanas descubrieron que las trillizas eran idénticas.
«Jenni me llamó en cuanto se enteró y me lo contó por teléfono», cuenta James. «Al principio no le creí, me pareció gracioso porque habíamos estado bromeando, diciendo: ‘¿Te imaginas si tuvieramos trillizos?».
Más tarde, Jenni envió a su marido fotos de la ecografía con las tres cabezas juntas y se quedó boquiabierto.
«Me quedé sin palabras y no sabía qué hacer», dijo James. «Se me salieron las lágrimas, luego me alegré y después pensé cómo lo íbamos a sobrellevar, fue una mezcla de emociones».
El 31 de marzo de 2023, las tres niñas —Harper-Gwen, Marvella y Evalynn— nacieron nueve semanas antes de tiempo con un peso de 2 libras y 13 onzas (1.27 kilogramos), 3 libras y 1 onza (1.38 kilogramos) y 3 libras (1.36 kilogramos).
Tras pasar casi seis semanas en la Unidad de Cuidados Especiales de Bebés del Hospital de York, ya están en casa con sus padres y sus hermanas mayores, Danica, de 10 años, y Gabriella, de 4.
«Ahora que estamos en casa y nos hemos instalado con ellas, es un poco surrealista», dijo el orgulloso padre. «Pero estamos abrumados y ellas han conocido a sus hermanas mayores, que están absolutamente encantadas y muy emocionadas».
Para los padres, la sensación de tener a sus hijas en casa ha sido «increíble», ya que se sienten más seguros con ellas cerca.
James dijo que Harper-Gwen, Marvella y Evalynn son todas «literalmente idénticas».
«Durante los dos primeros días que estuvieron en casa, les dejamos puestas las pulseras del hospital que llevan sus nombres», dijo James. «Ahora tenemos asientos específicos y sillas infantiles para ellas.
«Si Jenni y yo cerráramos los ojos y alguien las cambiara de lugar, sería muy difícil saber quién es quién».
Como las trillizas fueron concebidas de forma natural y compartieron la misma placenta en el útero, había una posibilidad entre 200 millones de que nacieran.
Ninguno de los padres tiene partos múltiples en la familia, así que la familia cree que se ganaron la «lotería» con este embarazo.
«Si nuestra suerte es así de buena, seguro que tiene que seguir incrementándose», afirmó. «Es absolutamente increíble, no podríamos estar más contentos».
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