En una carta dirigida al presidente Joe Biden, los republicanos piden al ejecutivo que revierta sus «políticas energéticas antiamericanas» para aumentar la producción de energía nacional y satisfacer las demandas de los estadounidenses ya que los precios de la gasolina y los alimentos siguen aumentando.
Desde que asumió el cargo, Biden ha distanciado su administración de casi todas las políticas respaldadas por el presidente Donald Trump.
Con las políticas energéticas de Trump, Estados Unidos en 2019 se convirtió en un país energéticamente independiente por primera vez en 62 años, cumpliendo una promesa clave de campaña hecha durante las elecciones de 2016. Entre estas políticas estaba la autorización del oleoducto Keystone y la aprobación del uso de la fracturación hidráulica, políticas rechazadas por su predecesor, el presidente Barack Obama.
En abril de 2020, el impacto de estas políticas se hizo evidente cuando el precio de la gasolina descendió hasta un promedio de unos 1.94 dólares por galón, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).
Una serie de órdenes ejecutivas en los primeros días de la presidencia de Biden revirtió varias políticas de la era Trump, cumpliendo las promesas que Biden hizo en la campaña electoral de 2020 de que «haría la transición [lejos] de la industria petrolera».
Biden introdujo una de esas órdenes ejecutivas con un resumen de la política de su administración: «Donde el gobierno federal no ha cumplido con ese compromiso en el pasado, debe avanzar en la justicia ambiental».
Para lograr estos fines, Biden volvió a paralizar la construcción del oleoducto Keystone y suspendió nuevos arrendamientos de petróleo y gas natural en tierras federales, entre otras acciones ejecutivas.
Desde la toma de posesión de Biden, los datos de la EIA muestran que el precio promedio de la gasolina ha aumentado todos los meses, pasando de 2.42 dólares por galón en enero a 3.272 dólares por galón en septiembre. Indicando aún más la disminución de la producción de energía, los precios del petróleo crudo también alcanzaron un máximo de 7 años a 80 dólares por barril, precios vistos por última vez en octubre de 2014.
A medida que los precios siguen aumentando, Biden ha tratado de recuperar el control persuadiendo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus (OPEP+), compuesta por naciones de la OPEP como Irán, Irak, Arabia Saudí y Venezuela, junto con miembros no pertenecientes a la OPEP como Rusia, a producir más petróleo para reducir los costes. Hasta ahora, estos esfuerzos han sido ignorados.
Al mismo tiempo, los demócratas han pregonado las nuevas políticas climáticas de su proyecto de ley de reconciliación de 3.5 billones de dólares, que el senador Bernie Sanders (I-Vt.) ha prometido que constituirán «una [transformación del sistema energético estadounidense] extremadamente agresiva, alejándose de los combustibles fósiles».
Ahora, los republicanos de la Cámara de Representantes, encabezados por el líder de la minoría Kevin McCarthy (R-Calif.), piden al presidente que «[anule] las órdenes ejecutivas y otras políticas diseñadas por su Administración para reducir el acceso a los recursos de petróleo y gas natural de nuestro país».
«En lugar de seguir pidiendo una mayor prosperidad para las naciones afiliadas a la OPEP+ que buscan perjudicar a Estados Unidos», escribió McCarthy, «deberíamos satisfacer las necesidades estadounidenses con energía producida en Estados Unidos».
McCarthy denunció además las negociaciones en ciernes de Biden con la OPEP+, señalando que la organización incluye a enemigos de Estados Unidos como Rusia, Irán y Venezuela. «No está en el interés de Estados Unidos depender de estas naciones para obtener energía», dijo McCarthy.
A continuación, McCarthy se refirió al beneficio de que Biden relajara sus restricciones «antiamericanas» a la producción de energía, afirmando que la relajación de las mismas «aumentará el crecimiento económico y laboral estadounidense, mejorará la seguridad nacional y energética y reducirá los precios de la energía para las familias estadounidenses».
El congresista republicano añadió que el hecho de que Estados Unidos produzca más petróleo reduciría en realidad las emisiones globales, argumentando que «Estados Unidos produce energía con una responsabilidad medioambiental que supera a la de [las naciones de la OPEP+] de las que usted desea que Estados Unidos dependa».
A continuación, McCarthy aborda las políticas específicas que, en su opinión, deberían revertirse, entre ellas, «la cancelación del oleoducto Keystone XL, la propuesta de prohibir la fracturación hidráulica, la declaración de una moratoria sobre los arrendamientos de tierras y aguas federales para la producción de petróleo y gas natural, y la modificación de la legislación fiscal para perjudicar la producción nacional».
Al mismo tiempo que Biden está «dispar[ando] en la rodilla» a la producción nacional, dijo McCarthy, Biden está ayudando a la producción extranjera.
Como ejemplo, McCarthy cita la «luz verde» tácita de Biden al gasoducto ruso Nord Stream 2. También señala que «el proyecto de ley de reconciliación liberal que su Administración está apoyando aumentaría dramáticamente nuestra dependencia de China para las tierras raras y los minerales críticos para cumplir con su agenda climática».
Los republicanos concluyen la carta con una petición para que Biden «trabaje con nosotros para preservar la seguridad energética de Estados Unidos y revierta sus desastrosas políticas energéticas».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.