Funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos incautaron más de 3000 tarjetas de vacunación anti-COVID falsas en Anchorage, Alaska, que provenían de China, el segundo caso de este tipo en una semana.
Según un comunicado de prensa de la CBP, las tarjetas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) fabricadas en China eran de «baja calidad» pero aún se «parecían mucho» a las tarjetas de vacunas de los CDC reales que entregan los profesionales de la salud tras administrar la vacuna en Estados Unidos.
“Sacar estas tarjetas fraudulentas de las calles y de las manos de quienes luego las venderían es importante para la seguridad del público estadounidense”, dijo Lance Robinson, director de Área del Puerto de Anchorage, según el comunicado. “Velar por el bienestar de nuestros compañeros de Alaska es una de las muchas y variadas responsabilidades de las que la CBP se enorgullece de asumir”.
La semana pasada, los funcionarios de la CBP en Memphis, Tennessee, dijeron que confiscaron miles de tarjetas de vacunación anti-COVID falsas. Las tarjetas se dirigían a Nueva Orleans, Louisiana. Esas tarjetas también se fabricaron en China.
“Recientemente, la CBP ha estado incautando un gran volumen de tarjetas de vacunación falsificadas en todo el país”, dijo la agencia esta semana, sin dar más detalles.
En Illinois, el Departamento de Justicia anunció que arrestó a un farmacéutico de Chicago, Tangtang Zhao, por vender tarjetas de vacunas auténticas a través de Internet. Zhao enfrenta hasta 120 años de prisión.
Tras la última incautación, parece probable que aumente la demanda de las tarjetas de vacunación falsificadas ya que varios municipios, como la ciudad de Nueva York y San Francisco, comienzan a exigir pasaportes de vacunas para ciertas actividades públicas.
Los sistemas de pasaportes de vacunas han sido criticados por grupos de libertades civiles. Dichos grupos dicen que tales sistemas pueden crear una sociedad segregada entre quienes reciben la vacuna y quienes no. Otros críticos han dicho que estos sistemas podrían poner en peligro el derecho de las personas a la privacidad, y los gobernadores republicanos y las legislaturas estatales, incluso en Texas y Florida, han trabajado para prohibir su uso en los últimos meses.
No obstante, altos funcionarios, incluido el coordinador de respuesta pandémica de la Casa Blanca, Jeff Zeints, así como el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), advirtieron en los últimos días que comprar y vender tarjetas de vacunas falsas con el sello de los CDC es un delito.
Durante el fin de semana pasado, Schumer pidió una ofensiva federal contra las tarjetas CDC falsificadas, alegando que «demasiadas personas están buscando comprarlas».
«Están pagando dinero por una tarjeta falsa y se arriesgan a ser procesados», dijo el demócrata de Nueva York durante una conferencia de prensa. “¿Quién podría ser tan tonto? ¿Quién podría ser tan tonto? La vacuna es gratuita, la vacuna es segura: aplíquese la vacuna”.
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