El vicepresidente Mike Pence dijo el lunes que, con la excepción en algunos lugares, Estados Unidos está viendo fuertes caídas en las tasas de hospitalización y mortalidad relacionadas con COVID-19, atribuyendo la «gran mayoría» de casos nuevos a un aumento en la realización de pruebas.
Mientras hablaba durante una reunión de mesa redonda de la Casa Blanca, Pence dijo que el aumento en los casos de infecciones por COVID-19 en algunos estados fue causado por un «aumento drástico en las pruebas».
“Nuestro equipo ha estado trabajando con los gobernadores durante la semana pasada. Estamos analizando cuidadosamente esos nuevos casos, y realmente creemos que la gran mayoría de los nuevos casos es un reflejo, como usted dijo, de un aumento drástico en las pruebas», dijo Pence, respondiendo a una pregunta del presidente Donald Trump sobre el recuento a nivel nacional de casos de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del Partido Comunista Chino (PCCh).
Trump reforzó el mensaje en la mesa redonda y dijo: «Si dejáramos de hacer pruebas en este momento, tendríamos muy pocos casos, si es que los hubiera».
Los datos de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) muestran que, la tasa de casos positivos está disminuyendo a nivel nacional, aunque a un ritmo más lento que la realización de pruebas.
Pence, quien encabeza el Grupo de Trabajo de Coronavirus de la Casa Blanca, calificó los números generales de COVID-19 como «excepcionales», y en un tuit señaló: «Con más de 22 millones de pruebas realizadas en todo Estados Unidos, hemos visto caer drásticamente la tasa de pruebas positivas en general y las hospitalizaciones disminuyen en todas partes. Elogiamos al pueblo estadounidense por los pasos que han tomado, llevándonos al punto en que podamos reabrir Estados Unidos de manera segura”.
La tasa de prueba positiva a la que se refiere Pence es una medida, expresada como un porcentaje, del número total diario de pruebas de virus realizadas en todo el país y de esas pruebas, cuántas fueron positivas en un día determinado. A veces se observa como un promedio de varios días, en donde el Centro de Recursos de Coronavirus Johns Hopkins expresa la tasa de pruebas positivas como un porcentaje promedio de pruebas que dieron positivas para COVID-19 en los últimos siete días.
«La tasa de positividad es un indicador importante porque puede proporcionar información sobre si una comunidad está realizando suficientes pruebas para encontrar casos», explicó el centro Johns Hopkins. “Si la positividad de una comunidad es alta, sugiere que esa comunidad puede estar evaluando en gran medida a los pacientes más enfermos y posiblemente perdiendo casos más leves o asintomáticos. Una positividad más baja puede indicar que una comunidad está incluyendo en sus pruebas a pacientes con síntomas más leves o sin síntomas».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que en países con extensas pruebas de COVID-19, la tasa de positividad de la prueba debe permanecer en 5 por ciento o menos durante al menos 14 días.
En todo Estados Unidos, las cifras positivas de la prueba han caído drásticamente desde que alcanzaron un pico del 21.8 por ciento a principios de abril, y se han mantenido estables durante la última semana aproximadamente, hasta el 16 de junio llegando al 4.5 por ciento.
La tasa de positividad de la prueba se puede considerar como un indicador adecuado de la gravedad de un brote en algunas circunstancias, de acuerdo con Jason Andrews, profesor de enfermedades infecciosas en Stanford, en declaraciones a The Atlantic, con números más bajos que sugieren ampliamente un brote menos severo. Un factor que disminuye la utilidad de la tasa de prueba positiva para medir la gravedad de un brote es no realizar suficientes pruebas, según otros epidemiólogos citados por la publicación.
Pence dijo en la mesa redonda que el gobernador de California Gavin Newsom le dijo que, “solo el sábado, California realizó 78,000 pruebas en todo el estado. Y, sin embargo, en el estado de California, sus números de hospitalización permanecen estables, sus números de positividad permanecen estables”.
“Y en aquellas áreas donde —solo unos pocos estados— donde vemos que aumentan las tasas positivas, hoy hablaremos con los gobernadores, en estados como Georgia, Arizona y Texas, sobre el despliegue de personal adicional de los CDC para ayudarlos a identificar dónde están ocurriendo esos brotes y cómo podemos mitigar esos esfuerzos», agregó Pence.
Según Johns Hopkins, a partir del 16 de junio, Arizona registró un promedio de siete días de su tasa de positividad de prueba en 16.3 por ciento, Texas registró 7.1 por ciento y Georgia llegó a 6.9 por ciento, con los tres estados viendo un aumento en la línea de tendencia a largo plazo.
Pence atribuyó algunos de los repuntes en el número de infecciones a los brotes altamente localizados, como en tres prisiones en Texas «que contabilizaron literalmente cientos de casos nuevos en un solo día».
«En general, el pueblo estadounidense, creo, debe ser elogiado», dijo Pence, «por los pasos que ha tomado y sigue tomando» para mitigar la propagación del virus mortal.
«Hace seis semanas vimos más de 30,000 casos positivos de coronavirus, ahora en las últimas semanas se promedia aproximadamente 20,000 casos nuevos por día», dijo, y agregó que «la tasa de positividad se mantiene estable, las hospitalizaciones por coronavirus están disminuyendo en todo el país, y lo más importante, nuestra tasa de mortalidad continúa disminuyendo, en el transcurso de un período de siete días».
Al describir las cifras de COVID-19 como alentadoras para una mayor apertura, Pence dijo que es importante concentrar los recursos en los más vulnerables.
«Es importante que sigamos enfocando los recursos en aquellos que son vulnerables, incluso mientras vemos en general, en todo el país, una disminución en los casos, una disminución en las hospitalizaciones, y lo más importante, una disminución en nuestra tasa de mortalidad en todo Estados Unidos», dijo.
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