El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció que 109 miembros del servicio estadounidense sufrieron lesiones cerebrales traumáticas leves cuando Irán disparó una descarga de misiles contra dos bases aéreas en Irak el mes pasado.
El Pentágono dijo en un comunicado que se confirmaron 45 nuevos casos desde que la agencia emitió su informe anterior hace una semana.
De los 109 miembros del servicio que sufrieron lesiones cerebrales traumáticas leves, 76 volvieron al servicio, según el comunicado. Setenta y cinco de esos miembros del servicio fueron tratados en Irak, y uno fue tratado en Alemania.
21 miembros del servicio fueron transportados de vuelta a los Estados Unidos, según el Departamento de Defensa.
Pero la agencia advirtió que los números son una «instantánea en el tiempo», añadiendo que podrían estar sujetos a cambios.
«El Departamento de Defensa se mantiene firme en sus esfuerzos por ofrecer programas y servicios destinados a conducir hacia los mejores resultados posibles para nuestros miembros del servicio. Agradecemos los esfuerzos de nuestros profesionales médicos que trabajaron diligentemente con el fin de garantizar el nivel de atención adecuado para los miembros de nuestro servicio, lo que permitió que casi el 70 por ciento de los diagnosticados regresen al servicio. Debemos continuar abordando juntos la salud física y mental», dijo la secretaria de prensa del Pentágono, Alyssa Farah, en una declaración.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las lesiones cerebrales traumáticas no siempre se detectan de inmediato.
A principios de enero, Irán disparó cerca de dos docenas de misiles contra dos bases aéreas en Irak en represalia por un ataque aéreo estadounidense que mató al comandante de alto rango Qassem Soleimani cerca del aeropuerto de Bagdad. El presidente Donald Trump y el secretario de Defensa, Mark Esper, dijeron que Soleimani estaba planeando ataques para matar estadounidenses y atacar activos en la región. También destacaron la muerte de un contratista estadounidense a manos de un grupo de milicianos iraquíes apoyados por Irán que supuestamente tenían vínculos con Soleimani.
El ataque con misiles provocó que Trump desatara más sanciones contra Teherán, dirigidas a varios funcionarios de alto nivel y a su industria.
«Estados Unidos continuará contrarrestando el comportamiento destructivo y desestabilizador del régimen iraní. A Irán nunca se le permitirá tener un arma nuclear. Estas sanciones económicas punitivas permanecerán hasta que el régimen iraní cambie su comportamiento. Estados Unidos está listo para abrazar la paz con todos los que la buscan», dijo Trump en enero.
Mientras tanto, el presidente iraní Hassan Rouhani afirmó el lunes que Soleimani, quien encabezó la tenebrosa Fuerza Quds bajo los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, había buscado traer «estabilidad y calma» en el Medio Oriente. El año pasado el Departamento de Estado declaró tanto a la Fuerza Quds como a la Guardia Revolucionaria como organizaciones terroristas extranjeras.
«Si el comandante Soleimani quería matar a generales estadounidenses, habría sido muy, muy fácil para él, en Afganistán, Irak y cualquier otro lugar. Nunca lo hizo», dijo Rouhani, según Reuters.
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