Perro da emotiva despedida a su mejor amigo canino en su tumba

Por Louise Chambers
11 de junio de 2022 1:47 PM Actualizado: 11 de junio de 2022 1:47 PM

Una perra afligida tuvo la oportunidad de despedirse de su mejor amigo, una mezcla de chihuahua de edad avanzada que murió a causa de una enfermedad terminal. El conmovedor momento fue captado por la cámara e inmortalizado en una serie de fotos que han conmovido a miles de personas.

Yari, mirando la tumba de Pepper. (Cortesía de Tona Gonzales Karlsson)

Pepper ya era un cachorro mayor de 9 años cuando su dueña, Tona Gonzales Karlsson, de 31 años, adoptó una mezcla de pastor alemán, Yari, en septiembre de 2017. A pesar de su extraña apariencia de pareja, los dos se hicieron amigos rápidamente.

«Pepper era el perro más astuto y mandón de la historia», dijo Karlsson, una terapeuta de la cárcel del condado de Santa Cruz de Watsonville, California, sobre su personalidad.

Al principio, cuando Karlsson acogió a Yari en su casa, Pepper trató de establecer límites con ella. Sin embargo, Karlsson se aseguró de llevarlos a dar paseos en manada y de mantener una buena parte de la rutina habitual de Pepper, para asegurarse de que establecieran un vínculo.

«Pasé todo mi tiempo fuera del trabajo con ellos para desarrollar nuestro vínculo como trío», dijo Karlsson. «Los llevaba al parque juntos, los llevaba a lugares donde podían hacer «paseos en manada» juntos».

Yari y Pepper con su dueña, Tona. (Cortesía de Tona Gonzales Karlsson)

Pepper llevaba nueve años siendo un perro único «súper mimado», pero pareció confiar en Yari con bastante rapidez, más que en la mayoría de los otros perros que había conocido. Muy pronto, Yari convenció a Pepper para que jugara con ella, y se convirtieron en amigos inseparables.

Pepper incluso adoptó el cómico papel de «gran cuchara» para su compañera de mimos más grande.

El chihuahua mayor había recibido su primer diagnóstico el mismo año en que Yari fue adoptada. Una radiografía reveló un corazón agrandado y un soplo cardíaco de nivel 4. También corría el riesgo de padecer una insuficiencia cardíaca congénita y era propenso a las infecciones, que le hacían toser. Karlsson se dedicó a tratarlas con antibióticos y poco a poco fue mejorando.

Luego, Pepper cayó enfermo en el otoño de 2020, cuando sufrió una enfermedad vestibular. En ese momento, Yari fue su «perro enfermero», asegurándose de que Karlsson supiera cuándo necesitaba atención.

«Era tan paciente y tranquila con él, y aguantó muchas veces que necesitábamos un día tranquilo», recuerda Karlsson. «Para una mezcla de pastor alemán, ¡eso es mucho pedir!».

«Tiene mucha energía y está acostumbrada a mucha actividad diaria», añadió Karlsson.

(Cortesía de Tona Gonzales Karlsson)

Pepper fue tratado con medicamentos y antibióticos y se recuperó.

Sin embargo, más tarde, una nueva radiografía reveló que Pepper sufría un colapso traqueal. Era intratable, ya que se encontraba principalmente detrás de órganos vitales, y la parte más colapsada de su tráquea estaba detrás de su corazón agrandado.

En otoño de 2021, Pepper pasó una noche en urgencias -después de sufrir un síncope- donde recibió oxígeno. Su veterinario de cabecera recetó a Pepper un par de medicamentos nuevos antes de que Karlsson viera a un especialista.

Poco después, se le programó una cita con un cardiólogo que le haría un ecocardiograma para profundizar en su episodio sincopal.

(Cortesía de Tona Gonzales Karlsson)

Para entonces, Pepper se enfrentaba a tres diagnósticos terminales: hipertensión pulmonar, colapso de la tráquea e insuficiencia cardíaca congestiva. Se le recetó el medicamento humano Viagra para controlar sus síntomas, y superó con creces su pronóstico.

«A Pepper le diagnosticaron en octubre, y no solo sobrevivió sino que vivió con una buena calidad de vida hasta el día en que falleció», dijo Karlsson, «mucho más allá de la media de 91 días».

(Cortesía de Tona Gonzales Karlsson)

Pepper dejó de comer el día antes de morir porque no se sentía bien. Karlsson, que se había tomado una semana de vacaciones para cuidar de su cachorro enfermo, no pudo medicarlo porque no comía.

«Se cumplieron exactamente 14 años desde el día en que llegó a casa; lo traje a casa el 20 de abril de 2008 y falleció el 20 de abril de 2022», dijo Karlsson. «Podría ser una coincidencia, pero sentí que intentaba decirme algo cuando dejó de comer y de querer caminar o hacer algo».

Al ver su estado, Karlsson decidió cargarlo en su coche y llevarlo a casa de sus padres.

«No sacó la cabeza por la ventanilla como de costumbre, pero me di cuenta de que disfrutaba del viento en su pelaje de camino a casa de mis padres, que sería su lugar de descanso final», recuerda.

Pepper y Yari. (Cortesía de Tona Gonzales Karlsson)

Para sorpresa de Karlsson, después de colocar a Pepper en un cómodo cojín en el patio trasero de sus padres, mientras esperaban a que llegara el veterinario para su eutanasia programada, Pepper se levantó y caminó hacia su tumba bajo la sombra de un pimentero.

«Fue como si me dijera que estaba preparado y tratara de reconfortarme con este pequeño pero increíble y aparentemente mágico gesto», afirma Karlsson.

Yari vio a Pepper antes y después de su muerte. Acarició su cuerpo y, después de colocarlo en la tierra sobre un lecho de flores y hierbas del jardín, Yari se acostó en la cabecera de su tumba.

«Me sentí aliviado de que pareciera entender que había muerto, de la manera que un perro puede entender», dijo Karlsson.

(Cortesía de Tona Gonzales Karlsson)

Conmovida por lo que presenció, Karlsson compartió fotos de Yari junto a la tumba de su mejor amigo con el grupo público de Facebook Dogspotting Society. La publicación recibió más de 3000 reacciones y cientos de mensajes de apoyo y condolencia.

El apoyo de todos ellos hizo que Karlsson se sintiera conmovida, ya que no esperaba tal reacción, y compartió que solo publicó esas fotos porque eran significativas para ella.

«Pepper era todo mi mundo, mi mejor amigo, mi alma gemela», explicó. «También se convirtió en eso para Yari, y saber que la gente podía entender el complejo dolor y la pena por la que Yari y yo estábamos pasando fue muy reconfortante».

(Cortesía de Tona Gonzales Karlsson)

La familia celebró un velatorio de Pepper para compartir sus historias y recuerdos de él, donde rieron y lloraron.

Aunque Pepper nunca será olvidado, Karlsson y Yari han abierto sus corazones a otro pariente animal, un gatito salvaje que necesitaba un hogar.

«Nos ha aportado a las dos una alegría muy necesaria, y risas por mi parte», dice Karlsson, que no cuidaba de un animal tan pequeño desde que tuvo a Pepper hace 14 años. «A Yari le ha encantado tener un nuevo amigo diminuto y fascinante en nuestra casa».

(Cortesía de Tona Gonzales Karlsson)

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