Perro de 30 años bate récord de «perro más viejo de la historia»: Dueño cuenta secreto de su longevidad

Después de que el perro Bobi cumpliera 30 años el pasado mes de mayo, a sus dueños se les ocurrió consultar en Guinness si podría ser el Perro Más Viejo Vivo. Ni siquiera se plantearon la posibilidad de que Bobi fuera el perro más viejo de la historia.

Pero, tras recabar la verificación del Serviço Medico-Veterinário, el servicio veterinario local del municipio de Leiria, Portugal; y tras comprobarlo en la base de datos de animales de compañía SIAC, autorizada por el gobierno portugués, averiguaron la fecha de nacimiento de Bobi: 11 de mayo de 1992.

Esto hace que Bobi tenga 30 años y 275 días, a partir del 10 de febrero de 2023. De hecho, ha reclamado ambos títulos, batiendo así un récord casi centenario.

Bobi es un mastín del Alentejo de pura raza, un perro guardián del ganado que suele vivir entre 12 y 14 años.

Bobi sobrevivió de milagro

El dueño de Bobi, Leonel Costa, de 38 años, admite que es más bien un milagro que Bobi esté vivo hoy porque cuando nació uno de una camada de cuatro cachorros machos, la familia de Leonel decidió enterrarlos vivos. La familia ya tenía varios animales, y el padre de Leonel no quiso quedárselos.

«Desgraciadamente, en aquella época se consideraba normal que la gente mayor no pudiera tener más animales en casa», declaró Leonel recientemente a Guinness, añadiendo que él tenía ocho años en aquel momento, mientras que su padre «era cazador» y «siempre tuvieron muchos perros».

Así que, cuando Gira, la madre de Bobi, no estaba, la madre de Leonel se apresuraba a tomar a los cachorros y deshacerse de ellos… o eso creía ella.

Entristecidos, Leonel y sus hermanos se dieron cuenta en los días siguientes de que Gira seguía visitando la dependencia de su propiedad donde había parido a su camada.

«Nos pareció extraña la situación, porque si los animales ya no estaban allí, ¿por qué iba a ir ella?». dice Leonel.

Al seguirla, vieron que uno de los cachorros había sobrevivido, escondido en una pila de leña. Decidieron ocultárselo a sus padres.

«Sabíamos que cuando el perro abriera los ojos, mis padres ya no lo enterrarían», cuenta Leonel. «Era de conocimiento popular que este acto no se podía o [no se debía] hacer».

Tardaría entre una y dos semanas en abrir los ojos, ya que su sistema nervioso y sus ojos seguían desarrollándose.

Con el tiempo, el secreto salió a la luz y los padres de Leonel no estaban muy contentos. Pero ahora no tenían otra opción, ya que Bobi había abierto los ojos -afortunadamente para él- y lo mantenían como parte de la familia.

«Confieso que cuando se enteraron de que ya lo sabíamos, gritaron mucho y nos castigaron, ¡pero valió la pena y por una buena razón!». dijo Leonel.

El secreto de la larga vida de Bobi

En cuanto al secreto de la larga vida de Bobi, Leonel lo atribuye en parte al ambiente pausado, «tranquilo y pacífico» en el que viven, «lejos de las ciudades», en la aldea rural de Conqueiros.

Otro factor es que alimentan a Bobi principalmente con «comida humana», que Leonel remoja en agua para quitarle la mayor parte del condimento.

«Entre una lata de comida para animales o un trozo de carne, Bobi no duda y elige nuestra comida», dijo Leonel. «Bebe mucha agua -alrededor de un litro al día-, lo que le hace orinar varias veces».

En última instancia, sin embargo, solo Bobi puede explicar la razón de su longevidad, si al menos hablara, dicen sus dueños.

A Bobi le gusta explorar las granjas y bosques de los alrededores, y le dan rienda suelta, sin ataduras ni correas.

Por eso es «muy sociable» y le gusta pasar el rato con otros animales de la zona, sobre todo gatos.

Pero, Bobi va subiendo en años y la edad ha hecho mella en su salud. En 2018, le dio un susto a Leonel; al mostrar dificultades para respirar, Bobi tuvo que ser hospitalizado.

Últimamente, Bobi ha bajado bastante el ritmo. Es menos aventurero y prefiere relajarse en el patio trasero con los gatos o tumbarse en la cama después de comer, en lugar de vagabundear. En los días más fríos, le gusta echarse la siesta junto al fuego.

La vista de Bobi también se está debilitando y Leonel ha notado que choca con objetos al caminar.

Los Costas no consideran que la edad de Bobi sea algo inusual, ya que el ritmo relajado de la vida rural ha llevado a muchos de sus animales a alcanzar edades avanzadas.

La madre de Bobi, Gira, vivió hasta los 18 años, mientras que su perro Chicote pasó de los 22.

El legado del perro más viejo

Además de dos récords Guinness, Bobi es también para Leonel un recuerdo nostálgico de tiempos entrañables; el perro es «el último de una larga generación de animales» en la familia Costa.

«Bobi es especial porque mirarle es como recordar a las personas que formaron parte de nuestra familia y que desgraciadamente ya no están aquí, como mi padre, mi hermano o mis abuelos, que ya han dejado este mundo», dice Leonel. «Bobi representa a esas generaciones».

Apenas dos semanas antes de que Bobi reclamara sus títulos, Guinness había anunciado a otro perro, Spike, como el Perro Más Viejo del Mundo con Vida -hasta que Bobi le superó.

En cuanto al anterior perro más viejo de la historia, ese título lo ostentaba Bluey, un perro australiano de ganado que vivió hasta los 29 años y 5 meses, entre 1910 y 1939. Sin embargo, según se dice, un cruce de perro boyero australiano y labrador llamado Chilla alcanzó la edad de 32 años y 3 días, justo antes de fallecer el 8 de marzo de 1983.

Hoy, Bobi espera con impaciencia su 31 cumpleaños, que cae el 11 de mayo de este año. Que Bobi tenga buena salud, un feliz cumpleaños y muchos más.

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