Policías del departamento de La Paz, capital de Bolivia, se unieron este fin de semana a las protestas llevadas a cabo desde el viernes por otras unidades policiales en diferentes ciudades del país.
La mañana de este sábado, oficiales de policía encargados de custodiar la Plaza Murillo se replegaron en la Unidad Táctica de Operaciones (UTOP). Algunos consideraron la acción como una motín mientras que otros como una respuesta al maltrato en los 14 años de gobierno, reportó el medio informativo boliviano Erbol.
“No es un repliegue, es un motín”, declaró uno de los policías entrevistado por los canales de televisión, en el ingreso al palacio presidencial ‘Casa Grande del Pueblo’, agrega el reporte.
Los amotinados en La Paz ingresaron a la sede de gobierno y colocaron una bandera tricolor en las afueras del asiento policial, considerado un lugar estratégico para la seguridad de Plaza Murillo, indicó Erbol.
Poco antes de la rebelión policial, la empresa encargada de la auditoría del proceso de votación de las elecciones presidenciales del 20 de octubre, emitió sus conclusiones. Ethical Hacking, designada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), informó que no podía dar fe a la integridad de los datos y aseguró que «el proceso está viciado de nulidad», señaló El Deber.
Los policías de La Paz se unieron a los motines llevados a cabo a lo largo del país. Estos comenzaron en Cochabamba, y se replicaron en Sucre, Santa Cruz, Tarija, Oruro y Beni.
En Cochabamba cientos de agentes de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) permanecieron acuartelados y exigieron la revocación del cargo del comandante departamental Raúl Grandy. El comandante había dado la orden de «arremeter contra los rebeldes en las calles», señaló El Mundo.
En Sucre, la sargento Cecilia Calani dijo a los medios de la ciudad que el motín tenía como objetivo defender la «ética como institución».
A través de la televisión, Calani llamó a los «hermanos» del ejército a no participar en la represión del amotinamiento y pidió al presidente Evo Morales que abra un diálogo con la oposición y a los movimientos cívicos», agrega el informe.
Los enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente han resultado en «al menos tres muertos y 384 heridos» , según datos de la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
El motín continúa pese a nuevas elecciones
El 10 de noviembre a través de un comunicado, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, presentó el Informe Preliminar Auditores Proceso Electoral en Bolivia y pidió nuevas elecciones para el país.
«En virtud de la gravedad de las denuncias y análisis respecto al proceso electoral que me ha trasladado el equipo de auditores nos cabe manifestar que la primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado debe ser anulada», destacó Almagro.
«El proceso electoral debe comenzar nuevamente, efectuándose la primera ronda tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas una nueva composición del órgano electoral», añadió el Secretario.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció posteriormente la convocatoria a estas nuevas elecciones.
El comandante de la Policía en Santa Cruz, Miguel Mercado, aseguró horas mas tarde que el motín policial continuará pese al anuncio del Presidente de realizar un nuevo proceso electoral y el llamado al diálogo, informó El Deber.
“El motín sigue, los policías están en sus respectivos cuarteles (y otros) están llegando (al Comando) de algunas otras unidades; sin embargo, vamos a mantener el personal movilizado para atender a la población en caso de emergencia”, aseguró Mercado.
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