El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, el 6 de junio, denunció la «propaganda indecente» de Beijing que aprovechaba los disturbios en todo Estados Unidos, al tiempo que pidió el fin de la represión expansiva del régimen comunista a la libertad de expresión y otros derechos humanos en el país.
Durante más de una semana, los diplomáticos chinos y los medios de comunicación estatales se han deleitado con las caóticas protestas de carácter racista desencadenadas por la muerte de George Floyd bajo custodia policial el Día de la Recordación. Gran parte de la cobertura está llena de críticas de la respuesta de Estados Unidos a las protestas, y también intenta establecer comparaciones entre los disturbios en Estados Unidos y las actuales protestas en favor de la democracia en Hong Kong, que en ocasiones fueron violentas el año pasado.
Los observadores dicen que el Partido Comunista Chino (PCCh) está aprovechando la situación para avivar las tensiones a nivel nacional, desviar la atención de su creciente control sobre Hong Kong y debilitar la credibilidad de Estados Unidos y la gobernabilidad democrática.
El sábado pasado el periódico estatal Global Times publicó un comentario titulado: «¡Cuidado! El ‘hermoso espectáculo’ en Hong Kong se está extendiendo por Estados Unidos». El titular era una profundización a los comentarios hechos por la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi el año pasado cuando dijo que las protestas prodemocracia en Hong Kong eran «un hermoso espectáculo para contemplar».
«Esta ridícula propaganda no debería engañar a nadie», dijo Pompeo en una declaración el 6 de junio.
The ‘beautiful sight’ difined by US politicians has eventually extended from Hong Kong to the US. Now they can witness it by their home windows. I want to ask Speaker Pelosi and Secretary Pompeo: Should Beijing support protests in the US, like you glorified rioters in Hong Kong? pic.twitter.com/tvg0kyK8j0
— Hu Xijin 胡锡进 (@HuXijin_GT) May 30, 2020
El domingo, el asesor de seguridad nacional Robert O’Brien advirtió que los adversarios extranjeros, incluyendo Beijing, «van a aprovechar esta crisis para sembrar la discordia y tratar de dañar nuestra democracia».
El secretario habló de la propaganda del PCCh que trata de combinar las acciones de EE. UU. tras la muerte de Floyd con la supresión de los derechos básicos y la libertad por parte del régimen, calificándolo de fraude. Señaló el aplastamiento por parte del régimen de las voces no alineadas con los puntos de vista del Partido, desde los manifestantes que han pedido la democracia hasta los grupos religiosos y los médicos informantes que dieron la alarma sobre el virus del PCCh en las primeras etapas del brote.
«En China, manifestantes pacíficos desde Hong Kong hasta la plaza Tiananmen son golpeados por milicianos armados por el simple hecho de hablar. Los reporteros que escriben sobre estas indignidades son condenados a largas penas de prisión», dijo Pompeo.
«En Estados Unidos, las fuerzas de la ley —tanto estatal como federal— llevan a los funcionarios deshonestos ante la justicia, acogen con satisfacción las protestas pacíficas al tiempo que cierra por la fuerza los saqueos y la violencia, y ejerce el poder, de conformidad con la Constitución, de proteger la propiedad y la libertad de todos. Nuestra prensa libre cubre los eventos pared a pared, para que todo el mundo los vea».
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, dijo el jueves que habían tres grupos de actores involucrados en las protestas: manifestantes pacíficos, saqueadores oportunistas y agitadores extremistas, incluyendo el grupo de extrema izquierda Antifa y otras organizaciones similares. Dijo que los agitadores extremistas están instigando la violencia y «secuestrando las protestas para seguir su propia agenda separada y violenta».
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, respondió el 30 de mayo a un tuit del Departamento de Estado de EE. UU. denunciando la invasión del régimen en Hong Kong por escrito: «No puedo respirar», citando lo que dijo Floyd en un video antes de morir.
«La cruel explotación del Partido Comunista Chino de la trágica muerte de George Floyd para justificar su negación autoritaria de la dignidad humana básica expone sus verdaderos colores una vez más», dijo Pompeo.
«Al igual que con las dictaduras a lo largo de la historia, ninguna mentira es demasiado indecente, siempre y cuando sirva al deseo de poder del Partido».
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