¿Por qué Tareck El Aissami es el hombre más buscado por Estados Unidos?

Por Sabrina Martín
02 de Agosto de 2019 3:07 PM Actualizado: 02 de Agosto de 2019 4:38 PM

Tareck El Aissami, ministro de Industria de Venezuela, está en la lista de los 10 prófugos más buscados, luego de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) publicara su nombre tras ser acusado por “narcotráfico internacional”.

Es el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos el que estuvo a cargo de la primera investigación contra Tareck desde 2017 a través de la unidad de investigaciones de Homeland Security HSI.

En 2017, el gobierno de Estados Unidos sancionó al funcionario venezolano, a quien incluyó en su lista de “capos” del narcotráfico; ahora la página del ICE lo califica como “prófugo de la justicia estadounidense”.

Según explicó el Departamento del Tesoro su inclusión en la lista se debió al “importante papel” que El Aissami jugó “en el tráfico internacional de narcóticos”.

“Tareck Zaidan El Aissami Maddah ha ocupado posiciones clave en el gobierno de Venezuela (….) Utilizó su posición de poder para involucrarse en el tráfico internacional de drogas, lo que le valió la designación de Traficante de Narcóticos Especialmente Designado, junto a su socio Samark López Bello”, manifestó entonces el Departamento de Justicia en su comunicado.

Tanto El Aissami como López Bello fueron acusados de cinco cargos por evadir las sanciones y violar la Ley Kingpin. Cada uno de estos cargos puede suponer una pena máxima de 30 años de prisión.

“En sus cargos anteriores, él supervisó o parcialmente fue dueño de cargamentos de drogas de más de 1.000 kilogramos que salieron de Venezuela en múltiples ocasiones, incluyendo aquellos que tenían como destino final México y Estados Unidos”, señala ICE en su reseña.

El Aissami, por su parte, calificó de “agresión infame” el hecho de que Estados Unidos lo incluyera entre los fugitivos más buscados al acusarlo por narcotráfico internacional, y aseguró que no podrán con su “fuerza moral”.

“Tareck El Aissami no es cualquier narcotraficante. Es una persona muy poderosa y con una red de contactos importantes”, dijo Joseph M. Humire, especialista en Seguridad.

El especialista señaló que es “muy difícil” que Estados Unidos ingrese a Venezuela para capturar a El Aissami; sin embargo señaló que es mucho más probable presionar su salida y capturarlo fuera de ese país.

El Aissami: un cóctel muy peligroso

Tareck El Aissami es el segundo mandamás de Venezuela. El Aissami cuenta con la potestad tanto de determinar gastos ministeriales como de expropiar empresas privadas en cuanto así lo considere. Además está autorizado para emitir órdenes económicas que afectan desde impuestos, hasta asignaciones de moneda extranjera para empresas estatales.

“El Aissami representa un coctel muy peligroso para la seguridad nacional de Estados Unidos, que es la mezcla del narcotráfico clásico con una conexión con Hezbolá”, manifestó Martín Rodil, un experto en temas de seguridad vinculados con Venezuela.

Según las investigaciones realizadas la organización criminal encabezada por El Aissami es uno de los principales proveedores de la red de droga que Hezbolá opera en Europa.

Rodil señaló que “Los dineros que derivan las ventas de esas drogas, lo terminan convirtiendo en parte del financiamiento que tiene Hezbolá, y es utilizado en actividades que van desde atentados terroristas hasta ataques al Estado de Israel”.

Pero el vicepresidente venezolano al parecer no solo está implicado con el terrorismo y la emisión de pasaportes diplomáticos para terroristas, sino que también habría facilitado envíos de narcóticos desde Venezuela.

Según el Departamento del Tesoro estadounidense El Aissami ejercía control sobre aviones que despegaban desde una base aérea venezolana, además de controlar las rutas de la droga que salía por puertos venezolanos.

El Aissami también está vinculado con la coordinación de envíos de droga a Los Zetas, el violento cartel de la droga mexicano, además de suministrar protección al capo de la droga colombiano Daniel Barrera y al narcotraficante venezolano Hermágoras González Polanco, quien también fue mencionado en el caso de los “narcosobrinos” de la familia presidencial de Venezuela.

En un informe elaborado por el Centro Para Una Sociedad Libre, Joseph Humire reportó que El Aissami ha utilizado su prominencia política para establecer canales de inteligencia y de finanzas con los países islámicos, particularmente con Siria, Líbano, Jordania, Irak e Irán.

“A lo largo de los años, Tarek El Aissami ha desarrollado una red financiera sofisticada y de múltiples niveles que funciona como una tubería criminal-terrorista para traer militantes islámicos a Venezuela y a países vecinos, así como para enviar fondos ilícitos desde América Latina hasta el Oriente Medio”, reporta el informe.

El vicepresidente del área económica de Venezuela no trabaja solo y tiene un testaferro encargado de mover todas sus piezas a su favor. Se trata de Samark José López Bello quien también ha sido cercado por las sanciones internacionales.

De acuerdo con EE.UU., al menos una docena de empresas en Venezuela y en otros países del mundo formaron parte de esta red del tráfico de drogas. Además se conoció que el testaferro de El Aissami habría adquirido inmuebles en Estados Unidos por más de USD 20 millones en efectivo.

La familia de El Aissami es de crimen y de sangre

Servicios secretos occidentales han descubierto que Tareck El Aissami es el principal operador de negocios ilícitos y lavado de dinero en el país suramericano, destronando así a Diosdado Cabello como el segundo hombre más poderoso del chavismo.

Fuentes de inteligencia revelaron que uno de los pilares de la estructura criminal es Feras El Aissami, hermano del vicepresidente del área económica. De acuerdo con la investigación, es él quien se encarga de ejecutar muchas de las operaciones; entre ellas el negocio de los sobornos y el ingreso a Venezuela de ciudadanos de origen árabe.

Otro personaje “clave” en la red es Husam El Aissami, primo de Tareck. Él no solo trabaja como consejero de la embajada de Venezuela en Jordania, sino que también es fundamental en la entrega de visas y pasaportes a personas vinculadas con el grupo terrorista islámico Hezbolá.

Según el ABC de España, en la cadena ilícita del vicepresidente también participa otro primo, Fady El Aissami, quien también se ocupa del traslado de fondos hacia Siria y el Líbano. Además cuenta con empresas que tiene contrataciones con el Estado venezolano.

Por último está Haifa El Aissami, hermana del vicepresidente, embajadora de Venezuela ante los Países Bajos y representante del régimen ante la Corte Penal Internacional. Ella es quien cuida las relaciones en el Tribunal internacional para evitar que se profundicen investigaciones contra la dictadura de Maduro.

Pasaportes ilegales para terroristas

El gobierno de Hugo Chávez con la ayuda de Tareck El Aissami propició el tráfico humano en el mundo con la entrega ilegal de al menos 10.000 pasaportes venezolanos a ciudadanos de Siria, Irán y otros países del Medio Oriente.

El coronel venezolano Vladimir Medrano Rengifo, exdirector general de la Oficina de Identificación, Migración y Extranjería de Venezuela; dijo a El Nuevo Herald que al país suramericano llegaban al menos 800 personas mensualmente —entre mayo del 2008 y octubre del 2009— con pasaporte ilegal.

El Aissami cuando fungía como ministro de Relaciones Interiores le ordenó que no deportara a los ciudadanos que ingresaban al país con documentos irregulares.

Según el coronel, El Aissami le ordenó que permitiera el ingreso de alrededor de 10.500 personas.

“Los pasaportes eran legítimos, de curso legal, pero las personas que portaban los documentos no eran realmente venezolanas”, explicó.

En 2015 un funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), identificado como Misael López Soto, quien supuestamente fue consejero de la embajada venezolana en Irak, confesó que fue testigo de que el Gobierno venezolano entregó documentos diplomáticos a terroristas del Medio Oriente.

López explicó en un video que empleados de la embajada venden visas, pasaportes, cédulas de identidad y certificados de nacimiento venezolanos a personas de Siria, Palestina, Irak y Pakistán que pagaron entre USD $5.000 y USD $15.000 para obtener los documentos “bajo la mirada complaciente de las autoridades diplomáticas venezolanas”.

Las declaraciones de López Soto coinciden con detenciones de ciudadanos que han sido capturados con pasaportes venezolanos.

En 2003 fue detenido Hasil Mohammed Rahaham-Alan, quien viajaba con un presunto pasaporte venezolano, llegó en un vuelo de British Airways al aeropuerto de Heathrow muy cerca de Londres.

Su vuelo partió de Caracas e hizo escalas en Colombia y Barbados; con él llevaba una granada en su equipaje lo que ameritó la evacuación del terminal y el movimiento de militares.

En 2008 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, emitió un comunicado en el cual aseguró que “es extremadamente preocupante ver que el Gobierno de Venezuela emplea y provee refugio a facilitadores y recaudadores de fondos de Hezbollah”.

Esto porque Ghazi Nasr al Din (Cédula de Identidad Nº 18.190.527), quien estuvo solicitado por la Interpol, sirvió supuestamente como encargado de Negocios de la Embajada de Venezuela en Damasco, Siria, y fue nombrado posteriormente Director de Aspectos Políticos de la Embajada de Venezuela en el Líbano. Actualmente aparece en el Consejo Nacional Electoral como elector desde Damasco en Siria.

Según la revista brasileña Veja, fuentes declararon en 2015 que Nasr al Din presuntamente mantenía una red de fabricación y distribución de pasaportes venezolanos auténticos que eran proporcionados para ocultar las verdaderas identidades de los terroristas.

El Centro para una Sociedad Libre Segura con sede en Washington publicó en 2014 un trabajo titulado:  “Canadá en guardia: Evaluando la amenaza de Irán, Venezuela y Cuba a la seguridad inmigratoria”; allí los autores aseguran que Venezuela emitió al menos 173 pasaportes venezolanos a islamistas radicales que buscaban entrar a Norteamérica.

Los autores de este informe, Victoria Henderson, directora general del Instituto de Canadá de Análisis Social y Económico (ISEA); Fernando Menéndez, investigador del Centro para una Sociedad Libre Segura (SFS, por sus siglas en inglés) y Joseph Humire; director del SFS, vinculan a Tareck El Aissami quien estuvo al frente del Ministerio de Interior entre 2008 y 2012, y presuntamente habría creado una red de lavado de dinero para encubrir el financiamiento a grupos extremistas del Medio Oriente. Además aseguran que durante años, El Aissami ha estado ingresando terroristas iraníes a Venezuela.

Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.

Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.

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