Los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Paraguay, Mario Abdo, alzaron la voz contra la reciente inhabilitación de la precandidata opositora de Venezuela, María Corina Machado, durante la sesión plenaria de la LXII Cumbre del Mercosur.
«El único límite razonable debe ser el respeto a la democracia y a los derechos humanos. Con mucha preocupación estoy siguiendo los eventos de los últimos sucesos en Venezuela», dijo Abdo, en su intervención en la Cumbre, este martes en Argentina. «Siempre he buscado darle voz al sufrido pueblo venezolano, y esta vez no será la excepción (…) Cuando asoma un camino de salida, un itinerario de esperanza con la realización de unas elecciones con la oposición, vimos rápidamente apagada esa ilusión con la inhabilitación de María Corina Machado».
El Mercosur es un bloque económico de cuatro países, cuyos miembros fundadores son Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Luego se incorporó a Venezuela, pero actualmente está suspendido, y Bolivia que está en proceso de adhesión.
Los mandatarios de los países grandes del bloque, Argentina y Brasil, se manifiestan a favor de las políticas del régimen de Nicolás Maduro, y los más pequeños alzan su voz a favor de elecciones libres y en contra de la represión del pueblo venezolano.
Abdo continuó diciendo que no se trata de una cuestión de visión o de ideologías de Paraguay, sino que «es un hecho que choca de frente y escandalosamente con la letra clara de los derechos humanos», enfatizó.
«Las restricciones a los derechos políticos por vías administrativas, inhabilitada por la Contraloría, siempre tiene que ser vista con sospechas y considerada legalmente inválidas», continuó, señalando que las garantías de DD. HH. admiten que solo los jueces penales en el marco de un debido proceso pueden restringir la participación mediante condenas para así garantizar la pluralidad política y el autogobierno.
«A Paraguay no le interesa de qué fuerza política o color son los presidentes de sus socios siempre y cuando estos hayan sido elegidos por sus ciudadanos», señaló.
El mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, agradeció a Abdo que tocara el tema e inició advirtiendo que de continuar las inhabilitaciones por motivos políticos en Venezuela, el país no podrá regresar a una democracia saludable.
«Está claro de que Venezuela no va a salir hacia una democracia sana si cuando hay un viso de posibilidad de una elección, de una candidata como es María Corina Machado, que tiene un enorme potencial, se la descalifica por motivos políticos y no jurídicos», advirtió Lacalle.
El mandatario uruguayo continuó diciendo, que el tema tiene relevancia en el Mercosur, ya que «distintos bloques de las distintas asociaciones en el mundo han alzado su voz» y no ayudarían a la democracia y al pueblo venezolano «sino alzamos nuestra voz».
Por ello, Lacalle pidió a sus colegas en el bloque alzar la voz a favor de la democracia en Venezuela.
«Creo que el Mercosur tiene que dar una señal clara para que el pueblo venezolano pueda encaminarse a una democracia plena que claramente hoy no la tiene», dijo.
En respuesta, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que «hay que enfrentar a todas las problemáticas vinculadas a la democracia. No conozco los detalles de los problemas que tiene esa candidata de Venezuela, pero trataré de conocerlos», en referencia a Machado, tras recibir la presidencia pro-tempore en manos del mandatario argentino Alberto Fernández.
«Los que quieren emitir sus opiniones no hay ningún problema pero hay que discutir, lo que no podemos es solo tener en cuenta los fallos de uno o de otro», agregó.
Por su parte, Fernández dijo que la postura de Argentina es plantear la inhabilitación de Machado en la mesa de diálogo sobre Venezuela, considerando que ahí es donde debe plantearse, y agregó: «el problema de Venezuela lo deben resolver los venezolanos a través del diálogo entre ellos».
La semana pasada, Lula da Silva tras ser consultado en una entrevista acerca de por qué tiene tanta dificultad a la hora de considerar a Venezuela como una dictadura, dijo que Venezuela “tiene más elecciones que Brasil”, y defendió a Maduro diciendo que el concepto de democracia “es relativo».
También dijo que el resultado electoral es algo que “muchas veces la oposición no acepta”, y comparó la oposición bajo la dictadura de Venezuela con las pasadas elecciones de Brasil y los disturbios del 8 de enero.
A inicios de junio, Lula recibió con honores de Estado a Nicolás Maduro en Brasilia durante una cumbre convocada por él con líderes de países sudamericanos. Lula recibió a Maduro un día antes de que se celebrara la reunión, incluso antes de que llegaran todos los demás mandatarios. Acción que suscitó críticas a nivel nacional e internacional.
La reunión, aunque de manera no expresa, tenía la intensión fue revivir la suspendida Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), y blanquear la imagen de Maduro y su régimen investigado por crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional.
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