Los evacuados afganos aterrizaron en Estados Unidos por primera vez desde que los talibanes se apoderaron de su país, según informaron el sábado funcionarios estadounidenses.
Tres vuelos aterrizaron en el aeropuerto internacional de Dulles, en Washington, dijo el general de división del ejército Hank Taylor a los periodistas en el Pentágono.
«Ahora hay afganos, apenas una semana después de comenzar esta operación, que han abandonado Afganistán y serán trasladados a Fort Bliss hoy», dijo.
A muchos de los afganos se les ha concedido visados especiales de inmigrante en virtud de la sección 602(b) de la Ley de Protección de los Aliados Afganos de 2009, en gran medida por la ayuda que ellos o sus familiares prestaron a las tropas estadounidenses tras la invasión de Afganistán en 2001.
Se han asignado unos 34,500 visados de este tipo desde diciembre de 2014, y algunos intérpretes que los recibieron aterrizaron en Fort Lee, en Virginia, el mes pasado.
Otros evacuados afganos están recibiendo visados P-2.
Los nuevos grupos de evacuados estaban programados para ser llevados a Fort Bliss, en Texas. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, aprobó ese fuerte y otros dos, Fort McCoy en Wisconsin y Fort Lee, para alojar temporalmente a los solicitantes de visados especiales, a sus familias y a otros afganos en peligro.
Los evacuados, que no tenían que dar negativo en las pruebas de COVID-19, fueron investigados por profesionales de los servicios de inteligencia, la policía y la lucha antiterrorista, según Taylor.
Los expertos del gobierno «están aumentando los recursos para evaluar a todos estos evacuados a fin de garantizar la protección de la patria», dijo.
Se ha habilitado espacio para hasta 22,000 evacuados, según han dicho los funcionarios militares. Ese número podría ser mayor. El presidente Joe Biden dijo esta semana que podrían ser hasta 65,000.
Estados Unidos está trasladando a afganos, estadounidenses y otras personas desde el aeropuerto internacional Hamid Karzai a Alemania y otros lugares antes de que los vuelos continúen hacia América, tras la reciente toma de Afganistán por los talibanes.
Unos 22,000 han sido evacuados desde finales de julio, incluyendo 17,000 desde el 14 de agosto. El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo desconocer cuántos de los evacuados son estadounidenses.
A pesar de que se ha expresado la esperanza de que el número de personas trasladadas al día pueda llegar pronto a 9000, el ritmo de las evacuaciones se ha ralentizado mientras los funcionarios estadounidenses intentan procesar los flujos de personas que quieren salir y de estadounidenses que intentan volver a casa, al tiempo que mantienen la seguridad del aeropuerto.
En las últimas 24 horas, solo 3800 personas salieron en seis vuelos militares estadounidenses y 32 vuelos chárter. Esta cifra supone un descenso de casi 2000 personas con respecto a un periodo reciente de 24 horas, y es probable que se deba a un cierre de vuelos de varias horas que los funcionarios estadounidenses describieron como una pausa para procesar a los solicitantes de visados especiales.
Los combatientes talibanes controlan la zona exterior del aeropuerto. Han estado revisando los documentos de la gente en varios puntos de control. El presidente Joe Biden dijo el viernes que se está dejando pasar a las personas con pasaporte estadounidense, aunque algunos estadounidenses han dicho que fueron bloqueados por los militantes y hay informes de que los terroristas golpean a los estadounidenses en Kabul.
«No creemos que sea un número muy grande», dijo Kirby el sábado.
Los gobernadores de todo el país han dicho que acogerán a los evacuados afganos en sus estados.
«Estamos deseosos de continuar con esa práctica y ayudar al restablecimiento de las personas y familias que huyen de Afganistán, especialmente aquellas que ayudaron valientemente a las tropas estadounidenses, diplomáticos, periodistas y otros civiles en los últimos 20 años», dijo el gobernador de Utah, el republicano Spencer Cox, en una declaración reciente.
«Ya estamos trabajando en cuanto a la llegada de muchos de esos refugiados y colaborando con [grupos comunitarios] y organizaciones sin ánimo de lucro para asegurarnos de que se sientan bienvenidos y celebrados como miembros de nuestra comunidad», dijo a los periodistas esta semana el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom.
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