Un maestro en Virginia, Estados Unidos fue despedido por negarse a usar pronombres masculinos para una estudiante de secundaria femenina que se identifica como hombre, está demandando a la junta escolar local por el despido improcedente.
Los abogados del maestro de francés de la Alianza Defendiendo la Libertad (ADF, por sus siglas en inglés) dijeron en un comunicado que el superintendente de las Escuelas Públicas de West Point en West Point, Virginia, al este de Richmond, ordenó al maestro de idiomas Peter Vlaming que dejara de «evitar el uso de pronombres masculinos» para referirse a la estudiante, incluso cuando ella no estaba presente.
La junta despidió a Vlaming por insubordinación cuando dijo que no podía, en buena conciencia, cumplir con lo que le pedían.
«La conciencia y la práctica religiosa del Sr. Vlaming le prohíbe mentir intencionalmente, y cree sinceramente que referirse a una mujer como hombre al usar un pronombre objetivamente masculino es mentir», dice la demanda presentada en el tribunal estatal el 30 de septiembre.
Vlaming había estado dispuesto a ceder un poco con la estudiante transgénero, usando el nombre preferido de la estudiante en lugar de su nombre de pila. Intentó evitar el uso de cualquier pronombre en referencia a ella para no incomodar a la estudiante, según la ADF, una organización cristiana de interés legal con sede en Scottsdale, Arizona.
“Peter hizo todo lo posible para no incomodar a este estudiante como lo hace con todos sus estudiantes; su escuela lo despidió porque no contradijo sus creencias fundamentales», dijo el asesor legal de la ADF, Caleb Dalton.
«A la junta escolar no le importó lo bien que Peter trataba a este estudiante. Estaba en una cruzada para obligar a la conformidad. Él trabaja duro para que sus alumnos se sientan bienvenidos. En su clase de francés, siempre llama a sus alumnos por el nombre que elijan. Incluso usó el nombre masculino preferido de la alumna y estaba dispuesto a evitar el uso de pronombres en presencia de la alumna. Simplemente no quería verse obligado a usar un pronombre que ofende su conciencia. Eso es completamente razonable, y es su derecho constitucionalmente protegido.
«La tolerancia, después de todo, es una calle de doble sentido».
Vlaming, quien enseñó durante siete años, dijo que estaba decepcionado con la forma en que la junta escolar se comportó.
«Me encanta el francés. Es fascinante y hermoso», dijo Vlaming en un comunicado. “Me enamoré del idioma mientras estaba en la escuela secundaria. Después de eso y de pasar 11 años en Francia luego de la universidad, vi más que nunca cómo aprender un idioma extranjero abre las puertas a mundos completamente nuevos para las personas. Es una pasión que realmente disfruto compartiendo con mis alumnos. Me entristece que las Escuelas Públicas de West Point no trabajen conmigo para alcanzar una situación feliz para todos en este asunto, para que todos podamos continuar aprendiendo en el respeto mutuo».
La Gran Época buscó comentarios de las Escuelas Públicas de West Point, pero hasta el momento no se ha recibido respuesta.
La superintendente, Laura Abel, habló con The Richmond Times-Dispatch a fines del año pasado y afirmó que el comportamiento de Vlaming constituía «discriminación [que] conduce a la creación de un ambiente de aprendizaje hostil», según CNN.
Una portavoz de la junta escolar le dijo a CNN en otra entrevista, después de que se presentó la demanda que la junta niega haber actuado mal.
El «enfoque principal del sistema escolar es en los estudiantes, el personal y la instrucción», decía el comunicado. «Continuaremos dirigiendo nuestra energía hacia el mantenimiento de un entorno de aprendizaje de alta calidad en nuestras escuelas».
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