En esta serie, «El milagroso sistema inmunitario», exploramos el verdadero poder de la inmunidad y los órganos que trabajan incansablemente para proteger el cuerpo.
Anteriormente: El timo puede encogerse tras la formación de células T, pero sigue desempeñando funciones críticas, muchas de las cuales apenas estamos empezando a comprender.
La poco conocida glándula del timo es uno de los órganos inmunológicos más esenciales del cuerpo, comienza a desarrollarse antes del nacimiento y alcanza su máxima función entre los 7 y los 25 años.
El timo es como una base militar que entrena a soldados —células T— para que luchen por el sistema inmunitario contra peligros como el COVID-19 y el cáncer.
A pesar de su papel fundamental, la capacidad de la glándula del timo para estimular la generación eficaz de células T disminuye con la edad. La atrofia o degradación del timo puede contribuir a la reducción general de la función inmunológica que se produce con el envejecimiento.
Analizaremos más a fondo la asociación entre el timo y las enfermedades autoinmunes, los factores que pueden causar la atrofia de la glándula del timo y las estrategias para proteger y preservar la función del timo con el fin de mantener un sistema inmunitario fuerte y sano durante toda la vida.
Factores que inducen la atrofia tímica
La atrofia gradual del timo con la edad es un fenómeno fisiológico bien conocido; se trata de un proceso complejo que puede verse acelerado por diversos factores desencadenantes, como la desnutrición, las infecciones bacterianas o víricas, las situaciones de estrés y el alcoholismo.
Jarrod Dudakov, profesor adjunto del Departamento de Inmunología de la Universidad de Washington, publicó un artículo en Frontiers in Immunology en el que analiza en profundidad las causas de la atrofia tímica.
Falta de Nutrientes
Cuando el organismo se ve privado de nutrientes, se desarrollan trastornos digestivos que provocan una disminución de la función del timo y una degeneración acelerada del mismo.
Además, la escasez de micronutrientes en el organismo, como el zinc y los antioxidantes, puede acelerar la atrofia tímica.
Estrés
El timo es extremadamente sensible a la atrofia inducida por el estrés agudo y a menudo se le denomina «barómetro del estrés» del organismo. Cuanto mayor sea el estrés, mayor será la probabilidad de que el timo se contraiga y sufra atrofia tímica aguda.
Los glucocorticoides son potentes inductores de la muerte celular y pueden hacer que el timo se encoja rápidamente haciendo que las células del timo mueran. En situaciones de estrés, los glucocorticoides se dirigen a los timocitos, un tipo importante de células del timo.
Infección bacteriana
Aunque menos estudiadas, las infecciones bacterianas también socavan la función tímica, sobre todo al inducir la apoptosis prematura (muerte celular programada) en el timo, lo que provoca una atrofia tímica aguda, según el artículo de Dudakov.
Las infecciones por Streptococcus suis pueden causar atrofia tímica mediante la activación de vías proapoptóticas en los timocitos. Además, la infección por Mycobacterium tuberculosis puede causar atrofia tímica al alterar los niveles de glucocorticoides.
Infección por SARS-CoV-2
Otro estudio, publicado en el Canadian Journal of Microbiology, reveló que los pacientes con COVID-19 (causada por el SARS-CoV-2) pueden presentar alteraciones patológicas que afectan al desarrollo del timo y pueden tener menos linfocitos. No se confirmó si esto afecta a la atrofia tímica.
Adicción al alcohol
Un estudio ruso de autopsias descubrió que el volumen de tejido del timo era significativamente menor en 54 personas adictas al alcohol que en 53 controles no alcohólicos emparejados por edad. El estudio informó de hallazgos similares en relación con el tejido del bazo.
Falta de sueño
Los estudios establecieron que la falta de sueño contribuye a la atrofia tímica.
Atrofia tímica iatrogénica
La aplicación de terapias inmunosupresoras, como la quimio y la radioterapia en el tratamiento del cáncer o antes del trasplante, no sólo daña las células tumorales y las células inmunitarias periféricas, sino que también tiene efectos catastróficos en el microambiente tímico, lo que se traduce en un menor número de linfocitos T.
El timo es extremadamente sensible a la quimioterapia, y el 90 por ciento de los pacientes estudiados durante la administración de quimioterapia mostraron atrofia tímica, con una disminución del volumen tímico de una media del 43 por ciento durante el primer ciclo de quimioterapia y del 36 por ciento durante el segundo.
El timo puede regenerarse
Aunque el timo puede degenerarse, también tiene una gran capacidad de regeneración. En el estudio sobre quimioterapia descrito anteriormente, se observó una regeneración del timo en el 90 por ciento de los pacientes estudiados.
La regeneración de las células T tras la quimioterapia depende de la función tímica residual y de la edad.
Un estudio realizado por el Instituto de Investigación Scripps descubrió que el timo desempeña un papel en la recuperación de la población de células T tras una linfopenia inducida por la quimioterapia. El agrandamiento del timo era evidente en los pacientes adultos de 18 a 49 años, pero no en los ancianos (de 70 a 91 años).
El estudio sugiere que el timo adulto tiene la capacidad de regenerarse y desempeñar un papel importante en la reconstrucción de la reserva periférica de células T tras la linfopenia inducida por la quimioterapia, al menos hasta la mediana edad.
Otro estudio descubrió que el timo podía regenerar un importante glóbulo blanco (linfocitos T CD4+) en niños sometidos a quimioterapia, pero esa capacidad disminuía con la edad, incluso poco después de la adolescencia. El estudio destaca la importancia de preservar la función tímica residual en los pacientes antes de someterse a quimioterapia para facilitar una rápida regeneración de las células T.
La importancia de las células inmunitarias que genera el timo despertó el interés por encontrar formas de inducir su regeneración. Los científicos propusieron una serie de estrategias terapéuticas para impulsar la regeneración del timo, entre ellas citoquinas, factores de crecimiento, hormonas o mediadores similares a las hormonas y enfoques basados en células.
Dudakov propuso numerosas técnicas para proteger el timo, entre ellas una para activar directamente las células capaces de producir timocitos en la médula ósea o en el timo. Afirmó que inducir a estas poblaciones de células precursoras a evolucionar hasta convertirse en timocitos maduros puede mejorar la función tímica.
Estrategias para proteger el timo
Existen numerosas técnicas sencillas y eficaces para ayudar a preservar el timo y reforzar la inmunidad.
Consumir alimentos beneficiosos para el timo
Muchos nutrientes actúan como cofactores en la síntesis, secreción y actividad de las hormonas tímicas. Los déficits nutricionales específicos pueden provocar una disminución de la actividad de las hormonas tímicas y una función inmunológica deficiente.
Algunos de los nutrientes más importantes para la protección del timo son el zinc, la vitamina E y la vitamina C. Estos nutrientes favorecen la actividad de las hormonas tímicas y la inmunidad celular.
Un estudio inmunológico del 2022 confirmó que la suplementación con zinc puede aliviar la atrofia tímica al potenciar las células inmunitarias.
Entre los alimentos ricos en estos nutrientes que favorecen el timo se incluyen:
-Zinc: ostras, ternera, pollo, tofu, cerdo, nueces, semillas, lentejas, yogur, avena y setas.
-Vitamina C: guayaba, pimientos, kiwi, fresas, naranjas, papaya, brécol, tomates, col rizada y tirabeques.
-Vitamina E: semillas de girasol, almendras, espinacas, aguacates, calabaza, kiwi, trucha, gambas, aceite de oliva, aceite de germen de trigo y brócoli: las principales fuentes dietéticas de vitamina E son los aceites vegetales, como el de soja, girasol, maíz y nuez.
Reducir el estrés
Numerosos estudios demostraron que la meditación es un método eficaz para controlar el estrés. Según el Harvard Health Journal, las investigaciones indican incluso que la meditación de atención plena puede tener un efecto más duradero en la reducción del estrés que tomarse unas vacaciones.
Hacer ejercicio con regularidad
Un estudio publicado en la revista Aging Cell comparó el sistema inmunitario de adultos de entre 55 y 79 años que fueron físicamente activos durante la mayor parte de su vida con el de adultos mayores inactivos y el de adultos jóvenes que no hacen ejercicio con regularidad.
Los investigadores observaron que los individuos que practicaban ciclismo con regularidad presentaban niveles más elevados de citocinas que ayudan a salvaguardar el timo, como la IL-7, en la sangre. Los niveles de IL-6, una citocina que provoca la atrofia del timo, eran más bajos en los ciclistas.
Los investigadores también observaron una menor reducción de la función inmunitaria con la edad en los ciclistas. El estudio sugiere que la actividad física ayuda a ralentizar algunos de los cambios relacionados con la edad que se producen en el sistema inmunitario.
Además, numerosas pruebas sugieren que el ejercicio tiene efectos positivos sobre el sistema inmunitario. Está ampliamente reconocido que el ejercicio de intensidad moderada de hasta 45 minutos de duración aporta beneficios a la respuesta inmunitaria del organismo, especialmente en el caso de los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas.
El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo, permitiendo que los nutrientes lleguen a las zonas más críticas del cuerpo y eliminando los materiales de desecho.
El ejercicio también aumenta la temperatura corporal, lo que dificulta la supervivencia de microorganismos infecciosos. Además, puede mejorar el sueño, lo que refuerza el sistema inmunitario.
Dormir lo suficiente
Dormir lo suficiente es crucial para un sistema inmunitario fuerte y para el bienestar general. Dormir entre siete y nueve horas de sueño reparador cada noche ayuda a mantener la salud del timo y a que el sistema inmunitario funcione a pleno rendimiento.
Evitar la exposición a contaminantes ambientales
La exposición a contaminantes como las toxinas ambientales, el humo del tabaco, el alcohol y los productos químicos peligrosos puede afectar al timo.
El uso de medicamentos debe evitarse en la medida de lo posible. Fármacos como los corticosteroides pueden tener un efecto perjudicial sobre la función del timo si se utilizan de forma crónica o excesiva. Colabore con un experto sanitario para explorar tratamientos alternativos o reducir la duración y la dosis de los fármacos.
En resumen, un timo sano es vital para la salud inmunitaria. Un estilo de vida saludable puede prevenir la atrofia del timo y favorecer su regeneración. Estas estrategias específicas protegen el timo y ayudan a preservar su función durante toda la vida.
A continuación: La médula ósea, aunque misteriosa, tiene funciones esenciales y debe protegerse para optimizar su salud.
Lea la Parte 1: Los guardianes silenciosos de su inmunidad que mucha gente desconoce
Lea la Parte 2: Amigdalectomía: Un procedimiento «menor» con grandes riesgos a largo plazo
Leer Parte 3: Muchas personas se extirparon una parte importante del cuerpo, lo que puede aumentar los riesgos de cáncer
Leer Parte 4: Más allá de la desintoxicación: Descubrir el poder curativo secreto del sistema linfático
Lea la Parte 5: Construir una Defensa Fuerte: Estimule el Sistema Linfático y Desintoxíquese Después de las Vacunas COVID-19
Lee la Parte 6: Tu Bazo Milagroso Trabaja Incansablemente: Limpia Tu Sangre y Protege Contra Ataques Virales
Lee la Parte 7: Más allá del cuchillo: Señales de Advertencia de un Bazo Enfermo y 6 Maneras Prácticas de Protegerlo
Lea la Parte 8: Ni encogido ni inútil: El timo sigue siendo esencial para la salud a largo plazo
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