En medio de las vacaciones del Año Nuevo chino, los trabajadores migrantes de China continental se sienten cada vez más frustrados debido a los salarios impagos. A fines de 2020, el régimen chino prometió liquidar todos los salarios impagos a los trabajadores migrantes —pero esto no parece ser el caso. Un trabajador migrante que habló con The Epoch Times dijo que la raíz del problema es el Partido Comunista Chino (PCCh) y sus tácticas engañosas.
Antes del Año Nuevo chino, el 12 de febrero, los medios de comunicación chinos informaron de una serie de delitos violentos cometidos por trabajadores inmigrantes por los salarios impagos.
En la víspera del Año Nuevo chino, el 11 de febrero, una familia fue asesinada en la localidad de Baotai, que se encuentra en el condado de Ping Yi de la provincia de Shandong. Un aldeano de apellido Liu asesinó a una familia de seis miembros en un intento de cobrar 6000 yuanes (unos 910 dólares) de salario que le adeudaban. Liu se suicidó tras cometer el crimen.
El 9 de febrero, un aldeano de apellido He, trabajador del rubro de cemento en el condado de Chenxi, en la ciudad de Huaihua, provincia de Hunan, atacó con un martillo a la mujer y al hijo del contratista que le debía el sueldo. Ellos resultaron gravemente heridos. Más tarde mató a los dos nietos pequeños del contratista. Al parecer le debía más de 10,000 yuanes (unos 1500 dólares) de salarios impagos. El aldeano fue detenido por la policía local.
El 5 de febrero circuló en las redes sociales un vídeo en el que se ve a un artista llamado She Jiuwen, de la provincia de Hunan, en donde se lamentaba de no poder ir a su casa en vacaciones porque no tenía suficiente dinero para pagar el viaje debido a los salarios impagos. El artista recibió el encargo de trabajar en las pinturas del Templo de la Dama del Dragón de Chenzhou. «Fui a todas las oficinas gubernamentales que pude para pedir ayuda, la oficina de trabajo, la oficina de religión, la oficina de la vía pública, el gobierno de la ciudad, pero ahora nadie se preocupa por este asunto. No sé qué hacer, estoy muy triste. Tengo la intención de acabar con mi vida. Siento que el mundo es muy injusto», dijo She.
寺庙欠薪,湖北画工春节前自杀,这是他生前最后视频。他为湖南郴州龙女寺做彩画,要回家过年,却要不到工钱。 pic.twitter.com/bSZ6nSyAks
— 李方 (@stanleynordic) February 8, 2021
Poco después, el artista se quitó la vida y la noticia de su suicidio se difundió en las redes sociales chinas.
Un trabajador migrante de la provincia de Hubei apellidado Cai confirmó recientemente a The Epoch Times que el vídeo era real y que se había grabado antes de que el hombre falleciera. El trabajador dijo que se habían registrado dos casos de suicidio similares unos días antes. Cai cree que habrá más casos de acciones extremas por salarios impagos y que el origen del problema está en el régimen chino.
El régimen chino debe la mayor parte de los salarios impagos
Cai reveló que la mayoría de los salarios impagos proceden de proyectos gubernamentales. «La mayoría de los casos se deben a que el gobierno no paga el dinero a los contratistas. Normalmente, los contratistas tienen que contratar a los trabajadores directamente, y si no cumplen su palabra, les resulta difícil volver a contratar a trabajadores migrantes. Así que, básicamente, los contratistas no se atreven a retrasar el pago a los trabajadores. Pero los informes oficiales suelen decir que los impagos se deben a disputas económicas entre contratistas y subcontratistas».
Según un informe del portal de noticias chino Sohu del 5 de febrero, un contratista de la ciudad de Hezuo, en la provincia de Gansu, se subió al brazo de una grúa de 50 metros de altura en una obra para reclamar los salarios. Él amenazó con saltar de la grúa y suicidarse. Al final, aunque el hombre consiguió que le pagaran, fue detenido durante 10 días por la policía local por «pedir maliciosamente salarios impagos».
En el aviso oficial, la policía indicó que había tolerancia cero para ese tipo de «cobro malicioso de salarios», según el informe. La retórica oficial provocó una reacción entre los usuarios de las redes sociales chinas. «Está justificado el cobro de deudas», dijeron los usuarios. Más tarde, un funcionario de Gansu emitió una declaración pública en la que afirmaba que el informe policial había utilizado indebidamente el término.
Cai dijo que el incidente de la grúa en Gansu refleja la situación actual. «Piense acerca de eso, el contratista tiene que amenazar con saltar de la grúa para cobrar su salario (…) el gobierno que los contrató para trabajar no pagó, así que el contratista no puede pagar a los trabajadores migrantes. La causa principal es el gobierno».
El mes pasado se denunció un caso similar. El 8 de enero, un contratista apellidado Liang y el propietario de una grúa en las obras del aeropuerto de Fumian, en Yulin (Guangxi), junto con otros trabajadores migrantes, llevaron a cabo una protesta en la que reclamaron más de 30,000 yuanes (4600 dólares) de salarios impagos. La obra pertenecía a la empresa estatal China First Metallurgical Group Co. Epoch Times obtuvo un vídeo del incidente.
Al día siguiente, después que la empresa pagó a Liang, la policía local se lo llevó y fue detenido durante cinco días por «alterar el orden en una unidad de trabajo», según los medios de comunicación chinos.
Un régimen poco fiable
El problema de los trabajadores migrantes nacionales que no reciben sus salarios lleva décadas en China y a lo largo de los años ha llamado la atención de los medios de comunicación internacionales.
Cai dijo que algunos llegan a extremos para proteger sus derechos, porque no tienen otra forma de sobrevivir. «Yo también soy un trabajador migrante y hasta hoy solo he conseguido cobrar menos de la mitad del salario que me debían. Es muy, muy difícil».
En 2020, el régimen chino anunció oficialmente que liquidaría todos los salarios impagos, afirmando que era un compromiso solemne con los trabajadores migrantes. Los medios de comunicación no especificaron cuánto se les debía.
A fines de enero de 2019, se liquidaron unos 820 millones de yuanes (unos 125 millones de dólares) en salarios adeudados a los trabajadores migrantes por los departamentos del gobierno central y el Ministerio de Finanzas, según la prensa china.
Cai dijo que el gobierno hizo muchas promesas, pero todas eran mentiras.
«Todos hemos acordado verbalmente [trabajar y cobrar], sin un contrato, lo que no es como en la sociedad occidental», indicó añadiendo que el sistema de registro de hogares urbanos y rurales de China es discriminatorio para los trabajadores migrantes.
El régimen chino clasifica a todos los habitantes de China continental en dos tipos de registros de hogares: urbanos y rurales, que tienen derechos y beneficios desiguales. Las personas están confinadas por su registro de hogar y no pueden moverse libremente, y el bienestar social que obtienen se basa en el lugar donde están registradas. Por ejemplo, a los trabajadores migrantes y a sus hijos procedentes del campo se les niega el derecho a ir a la escuela y recibir atención médica en las ciudades, así como protección laboral y pensiones.
«Las leyes (del PCCh) están muy bien establecidas, en cuanto a cuántas horas al día y cuántos días al mes se trabaja. Pero es diferente para los que están dentro y fuera del sistema [gubernamental], y las zonas urbanas y rurales también son diferentes. Los miembros del Partido Comunista en el sistema trabajan ocho horas al día y cinco días a la semana. Pero las cosas para los que están fuera del sistema son diferentes. Por ejemplo, los empleados mejor pagados de las empresas tecnológicas son «996» (trabajan de 9 a 21 horas seis días a la semana); mientras que la mayoría de los trabajadores migrantes trabajan 9 horas al día y solo cobran 8 horas. La mayoría son así, incluidos los proyectos del gobierno», dijo Cai.
Con información de Yi Ru.
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