Un asesor principal de la campaña de reelección del presidente Donald Trump dijo el 4 de octubre que no habrá ningún cambio en los protocolos de seguridad para futuras campañas tras el diagnóstico de COVID-19 de Trump.
En una entrevista del domingo, el asesor principal Jason Miller dijo a CNN que a los asistentes, al igual que antes, se les tomará la temperatura y se les proporcionará desinfectante de manos y mascarillas antes de entrar en los próximos eventos de campaña de Trump.
«Sabes qué, eso ha sido algo muy seguro y responsable», dijo Miller. «Eso es lo que hemos hecho desde el principio de esto».
Al presidente se le diagnosticó COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), a finales de la semana pasada, y está tomando varios medicamentos, incluyendo dexametasona, remdesivir y Regeneron, según su equipo médico.
Los médicos dijeron que el presidente tenía fiebre alta el viernes por la mañana pero que no había tenido fiebre desde el viernes.
El domingo temprano, el médico de la Casa Blanca, el Dr. Sean P. Conley, dijo que la condición de Trump «ha seguido mejorando», y otro especialista médico dijo que podría regresar a la Casa Blanca «tan pronto como mañana».
Conley se mostró optimista con el pronóstico del presidente, diciendo que Trump está «de pie y dando vueltas». Confirmó previamente que el presidente recibió brevemente oxígeno suplementario después de que su nivel de oxígeno en la sangre bajara al 93 por ciento el sábado. Subió al 98 por ciento el domingo.
Los comentarios de Miller surgieron cuando Trump fue visto fuera del hospital Walter Reed —donde está siendo tratado por COVID-19— en un coche, saludando a sus seguidores.
Poco antes de su aparición, publicó un video en su cuenta de Twitter agradeciendo al personal del hospital del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, diciendo que podría «dar una pequeña sorpresa a algunos de los grandes patriotas que tenemos ahí fuera en la calle», refiriéndose a los seguidores de Trump que se reunieron cerca del hospital.
«Estoy a punto de hacer una pequeña visita sorpresa», dijo Trump, y añadió, «Tenemos el entusiasmo como probablemente nadie lo haya tenido nunca».
La Casa Blanca dijo en un comunicado que el breve viaje del presidente fuera del hospital Walter Reed fue «autorizado por el equipo médico como algo seguro de realizar».
«Se tomaron las precauciones apropiadas en la ejecución de este acto para proteger al presidente y a todos los que lo apoyan, incluyendo el PPE», dijo la Casa Blanca.
«Es bueno verlo recuperarse; es bueno enviarlo de regreso. Y realmente lo ha animado la muestra de apoyo de la gente que ha estado fuera del Centro Médico Walter Reed en Bethesda y quería, como signo de gratitud, mostrar a la gente que todavía está luchando por ellos», dijo Miller a CNN.
«Está deseando retomar sus actividades de campaña. Así que de una manera muy segura pasó por ahí y dijo: ‘Hola'».
Jack Phillips contribuyó a este artículo.
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