El presidente Donald Trump publicó, el 22 de diciembre, una sorpresiva declaración en video sobre las disposiciones «derrochadoras» de una gigantesca medida de gasto para gobiernos extranjeros y exigió más dinero para los contribuyentes estadounidenses.
El presidente no usó la palabra «veto», pero dio a entender que bloquearía el proyecto de ley a menos que el Congreso elimine miles de millones en gastos asignados a naciones extranjeras e instituciones nacionales, no relacionadas con la batalla contra el virus del Partido Comunista Chino (PCCh). Trump pidió pagos de USD 2000 para contribuyentes individuales, una cifra que supera los USD 600 aprobados como parte del proyecto de ley de gastos generales de USD 2.3 billones.
Los principales demócratas aceptaron rápidamente la oferta de Trump. La presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), instó a los republicanos de la Cámara a aprobar una medida independiente para los pagos de USD 2000, en una votación de consentimiento unánime en la víspera de Navidad. Sin embargo, la representante no mencionó el gasto en el exterior que criticó Trump, incluidos USD 10 millones para programas de género en Pakistán. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), instó al presidente a convencer a los republicanos de que aprobaran la medida.
El momento de la aprobación del proyecto de ley le da a Trump la opción de dejar que el proyecto de ley fracase sin llegar a emitir un veto real. La Constitución prevé el llamado veto de bolsillo en caso de que el Congreso suspenda sus sesiones durante los 10 días siguientes a la aprobación de un proyecto de ley. Con los domingos excluidos y el cierre de las sesiones del Congreso para el 3 de enero, Trump tiene la opción de dejar que el proyecto de ley termine sin usar su firma en el papel.
Aunque el veto de bolsillo sería el primero para Trump, históricamente la medida no ha sido infrecuente. El presidente Franklin Roosevelt utilizó el veto de bolsillo 263 veces. El presidente Dwight Eisenhower lo hizo 108 veces.
“El Congreso encontró mucho dinero para países extranjeros, cabilderos e intereses especiales, mientras enviaba lo mínimo a los estadounidenses que lo necesitaban. No fue culpa suya, fue culpa de China”, dijo el presidente en un vídeo grabado en la Sala de Recepción Diplomática de la Casa Blanca.
“Le pido al Congreso que enmiende este proyecto de ley y aumente los ridículamente bajos USD 600 a USD 2000, o USD 4000 para las parejas”, agregó. “También le pido al Congreso que se deshaga de inmediato de los elementos innecesarios y derrochadores de esta legislación y que me envíe un proyecto de ley adecuado, o de lo contrario la próxima administración tendrá que entregar un paquete de ayuda contra COVID, y tal vez esa administración sea la mía».
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), y el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), se mantuvieron callados después del anuncio de Trump.
Además de recortar los fondos para una serie de programas de ayuda contra la pandemia, un veto o un veto de bolsillo por parte de Trump provocaría un cierre del gobierno porque el paquete de ayuda para la pandemia de USD 892,000 millones es parte de un proyecto de ley de gastos generales de 2,3 billones de dólares que financiaría al gobierno hasta septiembre de 2021.
La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, y el Senado, controlado por los republicanos, aprobaron el proyecto de ley por amplios márgenes bipartidistas, y podrían anular un veto si fuera necesario.
Aproximadamente 14,1 millones de personas están recibiendo beneficios por desempleo a través de programas pandémicos que expirarán el 26 de diciembre, según datos del Departamento de Trabajo. El proyecto de ley amplía dos programas que apoyan a los trabajadores autónomos y a los desempleados de larga duración hasta mediados de marzo. También agrega USD 300 adicionales por semana en ayuda a los 20,3 millones de personas que reciben beneficios por desempleo.
El presidente se molestó con McConnell después de que el líder de la mayoría del Senado reconoció al exvicepresidente Joe Biden como el «presidente electo» luego de la votación del Colegio Electoral. Trump no ha reconocido la elección y está persiguiendo impugnaciones legales en varios estados. McConnell también presionó a los republicanos del Senado para que rechazaran un plan de los republicanos de la Cámara, plan que busca objetar los votos electorales cuando sean examinados por el Congreso el 6 de enero.
Al menos ocho miembros de la Cámara se han comprometido a presentar objeciones a las listas de electores. Las listas que buscan objetar pertenecen a estados empañados por acusaciones de fraude electoral y mala conducta electoral. Ningún senador se ha comprometido con el plan, aunque al menos seis han dicho que están abiertos a la idea.
Los artículos de ayuda exterior que Trump criticó son una característica estándar en los proyectos de ley de gastos anuales, sin embargo provocaron indignación ya que se incluyeron pagos de USD 600 que el Congreso tardó meses en negociar. Destacó que el proyecto de ley «contiene USD 85,5 millones para asistencia a Camboya, USD 134 millones para Birmania, USD 1300 millones para Egipto y el ejército egipcio, que comprará casi exclusivamente equipo militar ruso».
En una señal de que se toma en serio sus amenazas de veto, Trump cumplió con su promesa de vetar un proyecto de ley de financiación militar por separado el miércoles por la tarde, calificándolo como un «regalo para China y Rusia».
«Desafortunadamente, la Ley no incluye medidas críticas de seguridad nacional, incluye disposiciones que no respetan a nuestros veteranos y la historia de nuestro ejército, y contradice los esfuerzos de mi administración para poner a Estados Unidos en primer lugar en nuestras acciones de seguridad nacional y política exterior», dijo el presidente en el mensaje de veto.
Reuters contribuyó a este artículo.
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