El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, anunció este miércoles una nueva orden ejecutiva que obliga a que empleados y comensales de restaurantes estén vacunados contra la COVID-19, y la implementación de un certificado digital de vacunación.
Pierluisi indicó que la orden ejecutiva tendrá efecto a partir del lunes 23 de agosto, y será obligatorio para quienes trabajar y asisten a restaurantes, cafeterías, teatros, cines, centros de convenciones, y cualquier otro lugar que expenda comida y bebidas preparadas y sea cerrado.
«En estos locales hay mayor riesgo de contagio por no tener la mascarilla puesta», dijo el gobernador Pedro Pierluisi.
Asimismo, la orden establece que a los comercios que no requieran identificación de vacunación a los clientes, se les reducirá el aforo en 50 por ciento.
Pierluisi estableció una fecha límite para la vacunación, y dijo que aquellos que no estén vacunados tendrá hasta el 23 de agosto para inyectarse la primer dosis de la vacuna y hasta del 7 de octubre para inyectarse la segunda dosis, si se requiere.
«Estamos manteniendo las mismas excepciones por condiciones o recomendaciones medicas o por creencias religiosas», agregó Pierluisi.
En caso de que los empleados no se vacunen deberán presentar semanalmente una prueba negativa de la COVID-19 o una prueba de recuperación para los que se hayan contagiado, dijo el gobernador puertorriqueño.
Los comensales de dichos establecimientos también deberán presentar una prueba de vacunación o una prueba negativa de COVID-19.
El gobernador dijo además que cualquier persona podrá denunciar «cualquier incumplimiento de esta orden ejecutiva», ya que los establecimientos que operen bajo la orden deberán colgar un letrero con los teléfonos del departamento de salud para emitir denuncias.
Advirtió también que el incumplimiento de la orden ejecutiva podría llevar a un máximo de 6 meses de cárcel, una multa de no más USD 5000, o ambas a «discreción del tribunal», dijo.
El funcionario dijo que si estas medidas recientes no tienen un impacto significativo, que entonces se verá «forzado a implementar restricciones adicionales».
Pierluisi dio a conocer la implantación de una credencial de vacunación, VacuId, la cual se podrá acceder a través de CESCO Digital, un sistema de licencias y multas vehiculares.
La solicitud del usuario se validará con el Sistema de Vacunación del Departamento de Salud (PREIS) para recibir la credencial de Vacu ID y poder desplegarlo en la aplicación móvil.
Sin embargo, diversos empresarios de la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico dijeron que si bien están a favor de la vacunación de sus empleados, rechazan la medida hacia los comensales.
Mateo Cidre, dueño de varios restaurantes, dijo a AP que la logística de dicha solicitud sería muy complicada, y primero quisiera ver cómo le va a la ciudad de Nueva York frente a este nuevo proceso.
“¿Se supone que yo le pregunte a él que por qué no [está vacunado]?”, preguntó Cidre frente a la posibilidad que un comensal diga que no tiene la vacuna.
Para el expresidente de la asociación, Ramón Leal, la opción más probable es que los dueños opten por operar solo al 50 por ciento, por la falta de personal y porque no podrían costear el contratar una persona que solo esté parada en la puerta revisando los estados de vacunación de los clientes.
“Hay una escasez nunca antes vista en la industria de restaurantes”, manifestó Leal.
Con información de EFE.
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