Rara supertormenta solar provocaría “apocalipsis de internet” de varios meses de duración: estudio

Por Katabella Roberts
23 de Septiembre de 2021 11:42 AM Actualizado: 23 de Septiembre de 2021 11:42 AM

El acontecimiento “cisne negro” de una supertormenta solar dirigida a la Tierra podría provocar un “apocalipsis de internet” en todo el planeta que podría durar varios meses, ha advertido una nueva investigación.

La profesora adjunta de la Universidad de California en Irvine, Sangeetha Abdu Jyothi, presentó la nueva investigación (titulada “Supertormentas solares: Planificación para un apocalipsis de internet”) el mes pasado durante la conferencia anual de la Association for Computing Machinery para su Grupo de Interés Especial en Comunicación de Datos (SIGCOMM).

“Uno de los mayores peligros a los que se enfrenta internet, con potencial de impacto global, es una potente supertormenta solar”, escribió Jyothi en el nuevo documento de investigación.

“Aunque los seres humanos están protegidos de estas tormentas por el campo magnético de la Tierra y la atmósfera, pueden causar daños importantes en las infraestructuras creadas por el hombre. En general, la comunidad científica es consciente de esta amenaza, ya que se han realizado planes de modelización y se han tomado medidas de precaución, especialmente en el contexto de las redes eléctricas. Sin embargo, la comunidad que trabaja en redes ha pasado por alto en gran medida este riesgo durante el diseño de la topología de la red y de los sistemas geodistribuidos, como el DNS y los centros de datos”, continuó.

Una tormenta solar, también conocida como eyección de masa coronal (CME), se produce cuando una gran masa de plasma y partículas altamente magnetizadas son expulsadas violentamente del sol. Las grandes CME pueden contener hasta mil millones de toneladas de materia y pueden acelerarse a grandes fracciones de la velocidad de la luz.

Cuando la tierra se encuentra en la trayectoria directa de una CME, estas partículas solares magnetizadas y cargadas interactúan con el campo magnético de la tierra, produciendo corrientes geomagnéticas inducidas (GIC) que pueden llegar a perturbar los satélites de comunicación y los cables de larga distancia que proporcionan internet al mundo.

Según la investigación de Jyothi, las redes eléctricas, los oleoductos, gasoductos y los cables de red son los más vulnerables a los impactos de las GIC, mientras que los cables submarinos, que se extienden a lo largo de cientos o miles de kilómetros, son aún más vulnerables que los terrestres, debido a su mayor longitud.

Debido a la falta de datos del mundo real sobre los impactos de las GIC en estos cables submarinos, los científicos aún no saben cuánto tiempo se necesitaría para repararlos si se produjera un evento de este tipo, y —al igual que las catástrofes naturales como los terremotos— las GIC son extremadamente difíciles de predecir para los científicos.

La investigación señaló que la “distribución de la infraestructura de internet está sesgada en comparación con la distribución de los usuarios de internet”, y los climas de alta latitud corren más riesgo si se produce una tormenta solar.

Representación artística de una tormenta solar que golpea Marte y despoja de iones a la atmósfera superior del planeta. (NASA)
Unos cables en los servidores de un centro de datos de internet en Fráncfort del Meno, al oeste de Alemania, el 25 de julio de 2018. (YANN SCHREIBER/AFP/Getty Images)

“EE. UU. es uno de los lugares más vulnerables con un alto riesgo de desconexión de Europa durante eventos solares extremos. Las conexiones intracontinentales en Europa tienen un riesgo menor debido a la presencia de un gran número de cables terrestres y submarinos más cortos que interconectan el continente”, señala el informe.

Por otro lado, si se produjera una supertormenta solar grave, Singapur mantendría una buena conectividad con los países vecinos, mientras que las ciudades de China tendrían más probabilidades de perder la conectividad que la India porque China se conecta a cables mucho más largos.

Australia, Nueva Zelanda y otros países insulares de la región correrían un alto riesgo de perder la mayoría de sus conexiones de larga distancia.

La investigación advierte que un colapso de internet —incluso uno que dure unos minutos— podría causar pérdidas devastadoras a los proveedores de servicios y dañar los sistemas ciberfísicos. El impacto económico de una interrupción de internet durante un día en Estados Unidos se estima en más de 7000 millones de dólares.

Aunque la probabilidad de que una supertormenta solar golpee la Tierra es rara (los astrofísicos señalan que la probabilidad de que se produzcan fenómenos meteorológicos espaciales extremos que impacten directamente en la Tierra es de entre el 1.6 por ciento y el 12 por ciento por década), aún pueden ocurrir.

En 1921, una tormenta solar, impulsada por una serie de eyecciones de masa coronal, desencadenó amplios cortes de electricidad y causó daños en los sistemas telefónicos y telegráficos asociados a los sistemas ferroviarios de la ciudad de Nueva York y de todo el estado.

Años más tarde, en 1989, una tormenta solar provocó un apagón eléctrico en toda la provincia de Quebec (Canadá).

“Aunque tenemos naves espaciales centinelas que pueden emitir alertas tempranas de las CME y ofrecen al menos 13 horas de antelación, nuestras defensas contra las CME son limitadas. Por ello, necesitamos preparar la infraestructura para una eventual catástrofe para facilitar una gestión eficiente de la misma”, dijo Jyothi.

La investigación apuntaba a “aumentar la capacidad en las latitudes más bajas para mejorar la resistencia durante las tormentas solares” y a disponer de “mecanismos para aislar eléctricamente los cables que conectan con las latitudes más altas del resto” en los puntos de desembarco de los cables submarinos para evitar fallos a gran escala.

El artículo aún no ha aparecido en una revista revisada por pares.


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