Los familiares de 12 hongkoneses acusados de entrar ilegalmente en aguas chinas pidieron a Beijing que éstos fueran liberados, tras un juicio celebrado el 28 de diciembre en secreto.
Los 12 detenidos, de entre 16 y 33 años, fueron arrestados en el mar por los guardacostas chinos tras zarpar de Hong Kong, supuestamente tratando de escapar a Taiwán para solicitar asilo político. Diez de ellos fueron juzgados el lunes en el Tribunal Popular del distrito de Yantian, en la ciudad de Shenzhen, en el sur de China, acusados de «sospecha de haber cruzado ilegalmente la frontera» o «sospecha de haber organizado a otros para que cruzaran ilegalmente la frontera». Los dos restantes no fueron juzgados todavía por ser menores de edad.
Alrededor de las 18.30 horas, hora local, el tribunal emitió una declaración diciendo que los veredictos contra los diez se dictarán en otro día no especificado. Añadió que funcionarios del gobierno local chino, periodistas y familiares de los acusados participaron en un juicio «abierto».
La declaración del tribunal fue rápidamente rechazada por las familias de los 12 detenidos en Hong Kong. Las familias, en un comunicado, dijeron que el juicio del lunes fue un «juicio secreto de facto» porque los funcionarios del tribunal afirmaron que el auditorio del tribunal estaba lleno y no se permitía la entrada de los familiares. Dijeron que los abogados nombrados por las autoridades chinas para defender a los hongkoneses «se negaron a responder a las llamadas de la familia y a responder a los mensajes de la familia».
Las familias dijeron previamente que a sus seres queridos detenidos se les negó el acceso a abogados independientes.
A un reportero de Reuters no le permitieron entrar en el tribunal, ni tampoco a los diplomáticos. Un grupo de apoyo a las familias de los detenidos también dijo que ninguno de los familiares de los acusados asistió al juicio.
«Las familias de los 12 demandan a las autoridades que no retrasen la liberación de los 12 con excusas relativas a los procedimientos del juicio», según el comunicado de las familias.
Añadieron: «Independientemente del futuro desarrollo del caso, los derechos básicos de los 12 de Hong Kong ya han sido privados por las autoridades chinas. El injusto proceso judicial es una prueba de una obvia y draconiana persecución política».
Horas antes de la comparecencia de los hongkoneses ante el tribunal, un portavoz de la Embajada estadounidense en el Consulado General de Estados Unidos en Guangzhou dijo a AFP que instó a las autoridades chinas a liberarlos, diciendo que «su supuesto ‘crimen’ era huir de la tiranía».
Con información de Reuters.
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