La decisión del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), de entregar 41,000 horas de video del 6 de enero en exclusiva a Fox News podría satisfacer las demandas de transparencia de algunos, pero un experimentado investigador de videos criticó el acuerdo.
«Todo el pueblo estadounidense necesita poder acceder a la grabación completa del 6 de enero», dijo William Pope, de Topeka, Kansas, un acusado del 6 de enero que pasó incontables horas examinando las pruebas de video.
«Durante dos años, el Departamento de Justicia ha filtrado imágenes de forma selectiva para dar forma a sus narrativas preferidas. Y durante dos años, los demócratas en el Congreso trabajaron para ‘establecer’ su propia narrativa», dijo Pope a The Epoch Times. «Ahora, se está reportando que los republicanos solo pueden dar acceso a miembros selectos de los medios de comunicación para controlar su propia narrativa».
«Aunque Tucker Carlson hace un gran trabajo amplificando la información y ha sido uno de los pocos en los medios que ha apoyado a los acusados del 6 de enero», dijo Pope, «no debería ser el único guardián del video del 6 de enero».
«Tucker tampoco cuenta con investigadores en plantilla que hayan dedicado miles de horas a analizar cómo se desarrollaron los acontecimientos del 6 de enero. Podría obtener un contenido mucho mejor si el video estuviera a disposición de todo el mundo y la revisión se realizara mediante crowdsourcing en Internet».
El abogado defensor Brad Geyer dijo que la función de la colaboración del público ha sido reprimida bajo órdenes de protección impuestas por los tribunales que mantuvieron el video oculto.
«Las órdenes de protección impuestas por los tribunales impidieron que más de 40,000 horas de grabaciones de CCTV y de cámaras corporales de la policía de Memphis fueran vistas o revisadas por el público», declaró Geyer a The Epoch Times. «Se interrumpió la colaboración que el público normalmente proporcionaría al sistema».
«Cada defensa del J6 era responsable de su propia revisión de video, lo que obligaba a reinventar la rueda cada vez», explicó Geyer. «Como resultado, los clips incendiarios reproducidos en un bucle sin fin en la noche del 6 de enero se grabaron a fuego en la psique nacional, convenciendo a todo el mundo de que estas muestras poco representativas lo explicaban todo cuando no explicaban nada».
Las imágenes de video publicadas por Pope en una reciente moción judicial y varios videos presentados como pruebas en el caso de la defensa de Richard «Bigo» Barnett han aportado un enfoque adicional a la imagen del 6 de enero.
Uso de productos químicos
Los botes de gas CS, también conocido como gas lacrimógeno, y los tanques de pulverización de alta velocidad llenos de oleorresina de capsicum no solo fueron ineficaces como herramientas de control de multitudes, sino que causaron numerosas bajas entre la policía dentro y fuera del Capitolio.
Un proyectil errado disparado por el oficial Rich Khoury, de la policía de Memphis, cerca de las 14.25 horas, cayó sobre un grupo de supervisores de policía en la fachada oeste del Capitolio. La nube de gas resultante hizo que la policía se dispersara y permitió que la densa multitud avanzara hacia las escaleras que conducen a la terraza inferior oeste.
La cámara corporal del oficial Anthony Alioto lo mostró lanzando un bote de gas lacrimógeno desde la terraza inferior a la multitud. Tras la explosión inicial, el bote humeante fue devuelto a la policía, esparciendo el gas por la terraza y llevando a los oficiales al interior del edificio.
«Nos ha atrapado. No entiendes lo mal que nos tiene a Tara y a mí», dijo el sargento Frank Edwards a Alioto, refiriéndose a sí mismo y a la oficial Tara Tindall. «Cuando el viento sopló a favor, nos tocó el frente. Nosotros recibimos toda la columna».
«Nos persiguió hasta arriba», dijo Tindall. Edwards añadió: «No podía respirar».
Otro caso captado por la cámara corporal mostró al agente Daniel Thau precipitándose sobre la línea policial del frente oeste y disparando un chorro de spray de pimienta de alta velocidad entre dos oficiales. El viento atrapó el chorro y se lo devolvió a la cara. Después de que un oficial murmurara un improperio, Alioto gritó: «¡Eh, Danny, cuidado con la dirección del viento!».
El spray de pimienta también era un peligro dentro del edificio. La cámara corporal de Alioto mostró cómo le rociaban en la cara mientras la policía intentaba despejar de manifestantes la Gran Rotonda. Justo cuando sacaba su propio bote de spray de pimienta, Alioto dijo: «Oh, me han dado. Me han dado». Al salir a un pasillo lateral, Alioto gritó de dolor.
Mientras un compañero le echaba agua en la cara, la radio de la policía decía: «Que todo el mundo se ponga la máscara. Estamos saturados de spray de pimienta en el edificio».
Personal de la policía del Capitolio
A medida que los oficiales del MPD, el FBI, Seguridad Nacional, los Alguaciles federales y la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) entraban en tropel en el Capitolio a media tarde, la confusión entre la Policía del Capitolio era evidente.
El oficial Luke Foskett, de la Policía de Memphis, se acercó al oficial Patrick Collier, de la Policía del Capitolio de Estados Unidos, en el Capitolio, sobre las 14:50, y le preguntó: «¿Por dónde podemos empezar?».
«No [improperio] sé», respondió Collier. «Quieres hablar sobre que te tomen por sorpresa».
«No tenemos orientación. Nadie puede hablar por la radio [improperio]. He llamado al Centro de Mando y les he dicho que están aquí con nosotros. Al menos están localizados…».
Evacuación del Senado
Unos 20 minutos antes, el teniente Tarik Johnson se disponía a evacuar el hemiciclo del Senado y pidió por radio permiso al mando para iniciar la operación. A pesar de las repetidas peticiones, nunca obtuvo respuesta.
Finalmente, Johnson inició la evacuación de todos modos, alegando que el riesgo de daños a los senadores y empleados era mayor que cualquier medida disciplinaria a la que pudiera enfrentarse.
Después de enterarse del disparo a Ashli Babbitt en el pasillo del vestíbulo de la presidenta de la Cámara de Representantes, aproximadamente a las 14.45 horas, Thomas Miller, oficial del Equipo de Respuesta a Emergencias (ERT) de la policía de Memphis, dijo: «Deberíamos haber tenido gente aquí arriba. Estoy un poco enfadado. Estoy muy enfadado. Muy enfadado».
Junto con otros agentes del ERT de la policía de Memphis, en el exterior del Capitolio a las 15.40 horas, Miller dijo que le habían dicho: «Tenemos otras responsabilidades. No podemos enviar a nuestros hombres allí. Hay gente armada por toda la ciudad».
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