Redes sociales, escuelas y el surgimiento secreto de los niños transgénero: Nuevo “contagio social”

Por Patricia Tolson
23 de Agosto de 2021 9:25 PM Actualizado: 23 de Agosto de 2021 9:25 PM

En torno al aislamiento que se produjo debido a las cuarentenas por COVID-19 y los cierres escolares, algunos padres describieron cómo un nuevo “contagio social” se infiltró silenciosamente en los hogares para infectar y transformar a sus hijos. Se le dio un nombre en un estudio de 2018: Disforia de género de inicio rápido. Ahora, los padres están alertando.

En septiembre de 2020, January Littlejohn de Tallahassee, Florida, se sorprendió cuando su hija de 13 años reveló inadvertidamente un secreto. Los funcionarios de la escuela querían saber qué baño prefería usar “como resultado del cambio de nombre solicitado”. Más impactante fue su descubrimiento de un plan ideado durante una reunión privada celebrada con su hija y los directivos de la escuela sin su conocimiento o consentimiento.

“Ella fue tan frívola al respecto”, dijo Littlejohn a The Epoch Times, “y lo que he llegado a entender es que estos niños que reclaman identidades transgénero de la nada no tienen idea del alcance o la escala de lo que están diciendo, cosas que están pidiendo en términos de hormonas y cirugía. Es como si estuvieran pidiendo un aro en la nariz, teñirse el pelo o una prenda de vestir que saben que sus padres van a rechazar. En muchos sentidos, esto se ha convertido en una nueva fuente de rebelión adolescente, pero las consecuencias a largo plazo son mucho más graves”.

“Las escuelas han superado la posición de afirmar y ahora están alentando y celebrando”, dijo Littlejohn, un consejero de salud mental con licencia en el estado de Florida, y agregó que las políticas escolares adoptadas con respecto a los estudiantes transgénero “refuerzan la confusión que pueden estar experimentando y afirma en su cerebro adolescente que nacieron con el sexo equivocado”.

“Las escuelas también están creando una gran brecha entre los niños con confusión de género y sus padres”, agregó. “Además, al excluir a los padres, otros problemas de salud mental que frecuentemente acompañan a una identidad transgénero, como la depresión y la ansiedad, pueden no ser controlados ni resueltos”.

De acuerdo con el Plan de apoyo estudiantil no conforme al género transgénero del Distrito Escolar del Condado de Leon—completado durante la reunión privada y obtenido exclusivamente por The Epoch Times—se utilizó una “lista de verificación” Parte A para registrar el nuevo estado no binario del niño, “nombre preferido”, y “pronombres preferidos”. La niña también indicó que, si bien sus padres estaban al tanto de su elección de identificarse como “no binario”, no la apoyaron y no usarían su nombre o pronombres preferidos en casa. Por lo tanto, bajo el título “Participación de los padres/tutores” en el formulario, se dejó en claro que el personal no notificaría a los padres de nada relacionado con la “implementación de este plan” y no “incluiría pronombres específicos de género al hablar con los padres”.

Bajo el título de “Nombres, pronombres y registros de estudiantes” se aclaró que—aunque el género de la niña seguiría siendo el mismo—el nombre que le dieron sus padres al nacer sería reemplazado por su nombre preferido en la base de datos del Sistema de Información de Estudiantes (SIS, por sus siglas en inglés).

Cuando se le preguntó acerca de las “expectativas con respecto al alojamiento para cualquier viaje nocturno” con la escuela, se le permitió a la menor decidir que “se sentiría cómoda compartiendo alojamiento con cualquiera de los sexos”. Esto propició que la hija de Littlejohn compartiera habitación con niños adolescentes en viajes escolares durante la noche sin su conocimiento.

“El propósito de este documento es crear un entendimiento compartido sobre las formas en las que el género auténtico de un estudiante se tendrá en cuenta y se apoyará en la escuela”, dice la Parte B del formulario.

“Estamos luchando para mantenernos al día con esto”, explicó Littlejohn, “y cuando haces una búsqueda en Internet, la mayor parte de lo que surge es afirmar a tu hijo o cometerá suicidio. Ese es todo su argumento. El suicidio está siendo utilizado como arma para intimidar a los padres para que afirmen a sus hijos, incluso si saben que es la elección incorrecta para sus hijos”.

“Lo que estamos viendo es absolutamente un contagio social de niños vulnerables, en su mayoría niñas”, dijo Littlejohn además. “Muchos de estos adolescentes están aislados, socialmente incómodos y tienen dificultades para adaptarse y hacer amigos. Algunos son superdotados y muchos están en el espectro autista. Se aferran a una identidad transgénero creyendo que toda su angustia e inseguridades desaparecerán y son inmediatamente elogiados por sus compañeros y profesores. Las identidades transgénero han sido glorificadas por los principales medios de comunicación, la industria del entretenimiento y las redes sociales. Es un contagio social como la anorexia, que afecta a adolescentes vulnerables. Pero se está celebrando y se está extendiendo como la pólvora”.

En una carta de respuesta del 24 de mayo al abogado de los Littlejohn, el superintendente de las escuelas del condado de Leon, Rocky Hanna, admitió que “no hubo ninguna base para excluir” a los padres de la reunión privada. Dijo que “una revisión de preguntas y respuestas específicas a la preocupación de los Littlejohns fue proporcionada a los administradores reiterando la directiva de comunicarse de inmediato con los padres de los estudiantes que se identifican como LGBTQ +”.

Después de comunicarse con las Escuelas del Condado de Leon para averiguar si la Declaración de Derechos de los Padres tendría algún impacto en las políticas escolares actuales, la Oficial de Equidad de las Escuelas del Condado de Leon, Kathleen Rodgers, dijo a The Epoch Times que “están trabajando para elaborar una política más detallada para ser más inclusiva con la Declaración de Derechos de los Padres”, agregando que “un comité se reunirá en las próximas semanas para modificar las políticas e iniciar el proceso para presentarlas a la Junta Escolar para su adopción”.

“Hay cientos de nosotros”

“Necesito hacer esto de forma anónima por varias razones”, dijo a The Epoch Times una madre de Wayne, Pensilvania. “Pero el primero y más importante es proteger a mi hija. También me preocupa que si hablo demasiado, los activistas me atacarán. No creo que mi jefe me despida, pero sus superiores sí. Hay demasiados riesgos involucrados en hablar públicamente. Ojalá fuera diferente, pero estos son los tiempos en los que vivimos”.

La madre de Pensilvania dijo que pertenece a dos grupos de apoyo, y explicó cómo todos están “horrorizados por la forma en que las escuelas, los médicos y los consejeros están despojando a los padres de sus derechos sobre la forma en que ellos crían a sus hijos” y “ocultan activamente cosas a los padres”.

“Nuestros niños todavía necesitan hojas de permiso para excursiones o consentimiento para tomar Tylenol en la escuela, sin embargo, las escuelas permitirán que los niños cambien sus nombres, pronombres y elecciones de baño en la escuela sin siquiera decírselo a los padres”, dijo.

“Somos cientos”, agregó. “Estamos asustados, confundidos, enojados. Nuestro número están creciendo rápidamente. Siento la necesidad de hablar porque sé de primera mano cómo esta ideología está destrozando a las familias”.

“Me siento tan sorprendida y desilusionada”, dijo a The Epoch Times una madre de Portland, Oregon, también bajo condición de anonimato para proteger la identidad de su hija.

Su pesadilla comenzó justo antes del cumpleaños número 13 de su hija, cuando pidió una bandera “no binaria” y un pin “ellos/les” de Amazon. En cuestión de días, su hija experimentó un “cambio de apariencia completo”, pasando de usar lápiz labial, rímel, faldas y blusas cortas a comprar ropa para niños y “todo lo relacionado con el arcoíris”.

“Fue un [giro] total de 180 [grados]”, dijo.

“Solicité acceso a su cuenta de la escuela poco después de que todo esto sucediera solo para descubrir que había cambiado oficialmente sus pronombres a ‘ellos/les’ y todo el personal de la escuela debe cumplir”, explicó. “Luego, envié un correo electrónico a la escuela para preguntar acerca de la política del baño y el director me envió de vuelta la política del distrito, que tiene seis páginas y detalla todas las definiciones y describe que todo debe coincidir con la autoproclamada “identidad de género” del niño.

“El nombre y los pronombres dependen del niño. Los padres no tienen que ser notificados, y mucho menos consultados. El uso del baño, el vestuario e incluso los acomodos de alojamientos para viajes escolares deben alinearse con la identidad de género preferida. Me quedé estupefacta. ¿Cómo fue que yo había estado en el sistema de escuelas públicas durante 8 años y no tenía idea de que estas eran las creencias que se le estaban enseñando a mi hija?”

Diferentes estados, misma historia

Si bien estas familias viven en diferentes estados, sus historias comparten claras coincidencias.

“La cuarentena definitivamente aumentó el aislamiento, el tiempo frente a la pantalla y la exposición a la ideología de género a través de amigos que le enviaban videos”, dijo Littlejohn.

“Nunca debí haberle dado acceso a Internet y definitivamente debí haberla monitoreado aún más de cerca aún más de lo que lo hice”, dijo la madre de Pensilvania. “Culpo a YouTube y a los influencers de la plataforma que venden esta basura de ‘nacer en el cuerpo equivocado’ a nuestros vulnerables e impresionables niños”.

La madre de Pensilvania también culpa a las escuelas “por permitir esto y ocultarlo a los padres”.

“Su trabajo es enseñar, no decidir qué es lo mejor para nuestros hijos”, dijo.

“Comencé a investigar febrilmente, tratando de averiguar qué le pasó a mi hija”, dijo la madre de Portland. “Encontré el diagnóstico de disforia de género de inicio rápido y comencé a leer sin descanso. Lo que quedó muy claro fue que mi hija había sido adoctrinada de alguna manera”.

Justo antes del anuncio de su hija sobre su nuevo estatus trans, la madre de Portland explicó que su esposo—que monitorea los dispositivos de su hija—descubrió que ella había estado pasando más de cuatro horas al día en TikTok. Una búsqueda en el historial de Internet reveló que su hija también había estado investigando “definiciones para todos los diferentes géneros”.

“Entonces descubro que en realidad están enseñando esta retórica en su escuela pública”, dijo la madre de Portland.

Miedo y consecuencias

“Mi mayor temor es que no podré comunicarme con mi hija antes de que cumpla los 18 [años]”, dijo la madre de Pensilvania. “Estoy aterrorizada de que comience a usar testosterona y se someta a una doble mastectomía. Me aterroriza que si comienza a usar testosterona, nunca volveré a escuchar su hermosa voz cantando ni veré su hermoso rostro sin vello facial. Estoy aterrorizada de que haga estas cosas y todavía no encuentre el alivio que ella cree que traerá, porque no lo hará. Estoy aterrorizada de que me saque de su vida porque no apoyaré esta elección”.

“Con estos niños confundidos por el género, las cosas pasan rápidamente de ‘no soy binario’ a ‘creo que soy un niño, quiero una faja de pecho, odio mis senos y quiero hacerme una’ cirugía superior’, que convenientemente re-etiquetaron como una doble mastectomía porque suena mejor”, dijo Littlejohn. “Estaba horrorizada y en pánico, operando desde un lugar de puro terror porque a mi hija de 13 años, que estaba perfectamente contenta de ser una niña hace un mes, le habían lavado el cerebro y ahora está rechazando su hermoso y saludable cuerpo”.

“Temo absolutamente por nuestros hijos y el terrible daño emocional y mental que se les está infligiendo y el eventual daño físico irreversible que sufrirán a través de hormonas de conversión de sexo y dobles mastectomías si se les permite seguir creyendo las mentiras”, dijo la madre de Portland. “Esto es un ataque a la paternidad y nuestros pobres hijos son las víctimas. Presentar a los jóvenes esta información confusa mientras aún se están desarrollando es criminal. Todos deberíamos estar indignados”.

¿A quién culpar?

“Las escuelas están jugando un papel muy importante en esto”, dijo Littlejohn. “No son inocentes. No es una posición neutral que están adoptando, y lo que estos niños necesitan es un entorno neutral para resolver estos problemas, especialmente los problemas subyacentes”.

Según los Littlejohn, muchos de los niños atrapados en la moda trans sufren realmente un dolor emocional y padecen “traumas previos, ya sean traumas sexuales o traumas físicos. Muchos también sufren de depresión, trastornos de ansiedad, trastornos de la alimentación y una gran cantidad de otros problemas de salud mental que se esconden bajo la alfombra en nombre de la identidad de género”.

“Muchos de estos niños necesitan desesperadamente asesoramiento sobre salud mental”, dijo Littlejohn. “No hormonas”.

“He leído tantas historias en nuestros grupos desde intentos de suicidio hasta el completo distanciamiento de sus padres”, compartió la madre de Pensilvania. “Es devastador, y gran parte de la sociedad culpa a los padres que no están afirmando. Nos llamaron fanáticos transfóbicos y nos dijeron que era bueno que nuestros hijos se alejaran de todos nosotros porque no queremos que nuestras hijas se sometan voluntariamente a mastectomías dobles o que nuestro hijo se someta a una cirugía de trasero o que no queramos que sean pacientes médicos de por vida y estériles incluso antes de que terminen la universidad”.

“Hay tantas personas a las que considero responsables de esto”, agregó la madre de Pensilvania. “La lista parece crecer a diario. Yo misma, por supuesto. Culpo a los médicos que hicieron un juramento de no hacer daño y que les dicen a las niñas como mi hija que las fajas de pecho son seguras, los bloqueadores de pubertad son reversibles y luego cambian sus nombres y pronombres preferidos en sus gráficos. Culpo a las grandes farmacéuticas por impulsar esto y hacer grupos de presión para que puedan llenar sus canalizaciones con pacientes de por vida. Culpo a los políticos que están tratando de aprobar proyectos de ley y leyes bajo el disfraz de ‘igualdad’ al ceder los derechos de las mujeres basados ​​en el sexo. Culpo a la sociedad por dar la espalda a los padres que no tienen nada más que el mejor interés de sus hijos en el corazón y vilipendiarlos por atreverse a cuestionar la narrativa actual”.

“Un gran aliado en nuestro rincón”

“Realmente creo que sin la Declaración de Derechos de los Padres de Florida firmada por el gobernador Ron DeSantis, no estaríamos logrando el progreso que estamos logrando con el distrito escolar”, afirmó Littlejohn. “Creo que eso nos dio un gran aliado en nuestro rincón. El distrito sabe que ya no pueden salirse con la suya haciéndole esto a los padres. Estábamos pidiendo los mismos cambios en su política en enero y no fuimos muy lejos”.

La secretaria de prensa del gobernador de Florida Ron DeSantis, Christina Pushaw, dijo a The Epoch Times en un comunicado—aunque señaló que ningún otro medio había preguntado sobre “este importante tema” que:

“El 29 de junio de 2021, el gobernador DeSantis promulgó la ley HB 241, la Declaración de Derechos de los Padres, que evita que el estado, sus subdivisiones o cualquier institución gubernamental infrinja los derechos fundamentales de un padre para llevar la crianza, la educación, atención médica o salud mental de un niño menor de edad sin demostrar que dicha acción es razonable y necesaria para lograr un interés estatal convincente y que dicha acción está estrechamente adaptada y no está servida por medios menos restrictivos”.

“Si algún funcionario escolar intenta adoctrinar a cualquier niño para que ‘se convierta en transgénero’ (lo cual implicaría intervenciones médicas y psicológicas), es claramente una violación de los derechos de los padres”, aclaró Pushaw. “Tales instancias no serían razonables o necesarias para lograr un interés estatal convincente; de ​​hecho, todo lo contrario. Al estado le interesa tener familias sólidas y empoderar a los padres para que críen a sus propios hijos de acuerdo con sus propios valores”.

“Para otros padres con hijos con confusión de género, hay esperanza”, dijeron los Littlejohn. “Nuestra hija está muy bien. Ella está feliz y saludable y hemos trabajado muy duro para reconstruir nuestra relación con ella y restaurar su amor por ella misma. La ideología de género no es una cura para la ansiedad o el aislamiento social de los adolescentes debido al COVID”.

El mensaje de Littlejohn a otros niños que también pueden estar perdidos y luchando: “La cura es saber que tus padres te aman incondicionalmente y que te conoces y te aceptas tal como eres. Así es como pasas la adolescencia”.


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