El líder chino Xi Jinping y otros altos funcionarios no hicieron apariciones públicas en lo que va del mes, mientras que la policía de la ciudad turística de Beidaihe, en el norte del país, comenzó a reforzar la seguridad, lo que llevó a los observadores a predecir que el cónclave secreto anual del Partido Comunista Chino tendrá lugar pronto.
También hubo detenciones de peticionarios chinos que solicitaron a las autoridades que escuchen sus quejas. Antes de las reuniones políticas importantes, la policía suele reprimir la disidencia.
Es costumbre que los altos dirigentes del Partido Comunista Chino se vayan de vacaciones a Beidaihe durante unas dos semanas, normalmente a partir de finales de julio o principios de agosto.
Las facciones del partido llevan a cabo negociaciones informales, discuten las principales políticas nacionales y ultiman las decisiones durante este cónclave, pero los detalles se mantienen en secreto.
En entrevistas telefónicas, los peticionarios dijeron a Epoch Times en chino que la policía de Beidaihe los detuvo en estaciones de tren y en las calles, y los envió de vuelta a casa sin dar ninguna razón ni orden de detención.
El líder chino Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang estuvieron activos a finales de julio, pero no participaron en ninguna actividad pública en los últimos días. Los otros cinco miembros del principal órgano decisorio del Partido, el Comité Permanente del Politburó, tampoco hicieron apariciones públicas.
Pero en lo que va del mes, los medios de comunicación estatales informaron sobre muchas actividades de los líderes del gobierno provincial, como del jefe del Partido de la provincia de Hebei.
Según el diario estatal Hebei Daily, Wang Dongfeng visitó Beidaihe los días 12 y 13 de junio para comprobar las medidas de seguridad locales.
Desde entonces, la presencia policial aumentó, según los residentes locales.
Ma Bo es una peticionaria en Beidaihe. Ella dijo que la policía organizó puestos de control en las estaciones de tren en Beidaihe y Qinhuangdao, la ciudad donde se encuentra el centro turístico. La policía también comprobó la identidad de las personas en los cruces de calles en Beidaihe, en un intento de localizar a todos los peticionarios y disidentes.
Ma y su hijo fueron a la playa con dos amigos que eran policías de su ciudad natal de Jiamusi. El 27 de julio, mientras iban en un coche privado, la policía detuvo el vehículo y no les permitió pasar el puesto de control porque Ma fue identificada como peticionaria cuando la policía escaneó su rostro usando su teléfono de vigilancia.
«Ellos [la policía local] finalmente nos liberaron después de que la policía de Jiamusi discutió con ellos durante un tiempo», dijo Ma.
En el Parque de la Montaña Lianfeng, que está en el camino a la playa, Ma fue detenida otra vez por la policía. El oficial escaneó su número de identificación y fue identificada como un «objetivo». Ma fue obligada a dejar el parque y volver a casa.
Ma añadió que las autoridades instalaron recientemente cámaras de vigilancia en todos los taxis. Según ella, el reconocimiento facial de las cámaras puede identificar a los disidentes y alertar a la policía de su presencia.
Xiao Jin es una peticionaria de la provincia de Yunnan, en el extremo suroeste del país. Llegó a Beidaihe el 25 de julio con la esperanza de apelar a los altos funcionarios mientras estaban en la ciudad, pero fue detenida dentro de la estación de tren y enviada de vuelta a Yunnan.
«La policía… me quitó uno de mis teléfonos, porque tienen miedo de que yo exponga su mal comportamiento», dijo Xiao.
Beidaihe es una famosa ciudad turística costera frente al mar de Bohai.
Los miembros del Comité Permanente del Politburó así como los estadistas jubilados del Partido se reúnen para discutir los desafíos del régimen, asignar el poder entre las diferentes facciones y decidir a quién promover o destituir.
No se permite a los reporteros asistir a la reunión ni entrevistar a los funcionarios. Los medios de comunicación estatales tampoco publican ninguna declaración o artículo.
El régimen chino se enfrenta a dilemas internos y externos, como la epidemia del virus del PCCh y sus repercusiones en la economía; las inundaciones, sequías y otros desastres que se producen en todo el país y que afectaron a millones de personas; así como la reacción internacional contra los abusos de los derechos humanos cometidos por Beijing en Xinjiang, su control más estricto sobre Hong Kong y los riesgos de seguridad asociados a las empresas chinas.
Mientras tanto, las luchas internas del Partido no cesan. En la primera mitad de 2020, al menos nueve funcionarios cargo de gobernador provincial o de rango superior fueron despedidos y detenidos, según el periódico estatal Economic Daily.
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