El Reino Unido condenó el lunes el «deterioro de la situación de los derechos humanos» del régimen chino e instó a Beijing a dar a las Naciones Unidas un acceso «urgente y sin restricciones» a Xinjiang.
En su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, dijo: «Nos unimos al creciente número de compañeros internacionales, expertos de la ONU y ONG preocupados por el deterioro de la situación de los derechos humanos que vemos en China. Ya nadie puede ignorar la evidencia».
Dijo que la situación en Xinjiang está «más allá de lo normal», con «informes casi diarios que ponen de manifiesto las violaciones sistemáticas de los derechos humanos perpetradas por China contra los musulmanes uigures y otras minorías».
Global Britain champions human rights as a force for good and at today’s opening of a new @UN_HRC session I raised the gross injustices in Myanmar, Russia, China and Belarus.
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— Dominic Raab (@DominicRaab) February 22, 2021
«Los abusos denunciados —que incluyen tortura, trabajos forzados y esterilización forzada de mujeres— son extremos y son extensos. Están ocurriendo a escala industrial», dijo.
«Debe ser nuestro deber colectivo garantizar que esto no quede sin respuesta», dijo Raab, añadiendo que los mecanismos de la ONU «deben responder».
«El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, u otro experto independiente de investigación, debe —y repito, debe— tener acceso urgente y sin restricciones a Xinjiang», dijo.
Raab dijo que el Reino Unido «estará a la altura» de sus responsabilidades. El 12 de enero anunció medidas destinadas a garantizar que las empresas y los organismos públicos británicos no permitan en sus cadenas de suministro bienes producidos con mano de obra esclava en Xinjiang.
En el discurso del lunes, Raab también planteó su preocupación por la situación en Hong Kong, donde «se están violando sistemáticamente los derechos de las personas».
«La Ley de Seguridad Nacional es una clara violación de la Declaración Conjunta Chino-Británica y está teniendo un efecto escalofriante sobre las libertades personales», dijo, y añadió que «deben celebrarse elecciones legislativas libres y justas, en las que se permita participar a diversas voces de la oposición».
Otro de los temas centrales del discurso de Raab fue el de Birmania, también conocida como Myanmar, donde la junta militar tomó el poder el 1 de febrero y detuvo a los líderes civiles, incluida Aung San Suu Kyi.
La semana pasada, Gran Bretaña, en colaboración con Canadá, impuso la congelación de activos y la prohibición de viajar a tres miembros de la junta birmana por su participación en «graves violaciones de los derechos humanos» durante el golpe de Estado.
«La situación en Myanmar empeora. Las violaciones y los abusos están bien documentados, incluidas las detenciones arbitrarias y las restricciones draconianas a la libertad de expresión», dijo Raab.
Dijo que los militares «deben hacerse a un lado» y los líderes civiles «deben ser liberados».
Raab también expresó su preocupación por la represión de figuras de la oposición en Bielorrusia y el envenenamiento y la detención de Alexei Navalny en Rusia.
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