El Reino Unido ha anunciado este miércoles que ha retirado a los dos altos jueces británicos que eran miembros no permanentes del Tribunal Supremo de Hong Kong, al considerar que su posición se ha hecho «insostenible» tras la introducción en 2020 por China de la represiva Ley de Seguridad Nacional.
El presidente y vicepresidente del Tribunal Supremo británico, Robert Reed y Patrick Hodge, han presentado su dimisión «con efecto inmediato» de sus puestos en la corte hongkonesa, tras consultarlo con los ministros de Justicia del Reino Unido, Dominic Raab, y de Exteriores, Liz Truss, indicaron en un comunicado.
Los magistrados de la máxima instancia judicial británica se sentaban en la Corte de Apelaciones Finales de Hong Kong (HKCFA, en inglés) en cumplimiento de las obligaciones asumidas por el gobierno de Londres a raíz de la trasferencia de la soberanía de la antigua colonia a China en 1997.
«Los tribunales de Hong Kong siguen siendo respetados internacionalmente por su compromiso con el estado de derecho», señala Reed en su nota.
«No obstante, he llegado a la conclusión, junto con el Gobierno, de que los jueces del Tribunal Supremo (británico) no pueden seguir en Hong Kong sin que parezca que respaldan a una administración que se ha apartado de los valores de libertad política y libertad de expresión» a los que ellos están profundamente comprometidos, afirma.
Por su parte, Raab apoyó la decisión de los magistrados al constatar que la situación de derechos en Hong Kong se ha deteriorado, «en contra del acuerdo de transferencia que el Reino Unido ha tenido con China desde 1997».
Su colega de Exteriores añadió que «se ha llegado a un punto de inflexión en el que ya no es sostenible que los jueces británicos se sienten en el principal tribunal de Hong Kong, pues correrían el riesgo de legitimar la opresión».
Alistair Carmichael, presidente del Grupo Parlamentario Multipartidista sobre Hong Kong, dijo que la retirada es «un paso positivo» y pidió al Gobierno que haga más para apoyar a los hongkoneses.
«El anuncio del ministro de Asuntos Exteriores envía un mensaje claro y vital de que el gobierno no apoya que los jueces británicos den credibilidad al corrupto sistema judicial de Hong Kong. La imposición de la ley de seguridad nacional ha demostrado sin lugar a dudas que quienes dirigen Hong Kong pretenden gobernar por la fuerza totalitaria y no por la voluntad del pueblo. Es justo que los jueces del Reino Unido dejen de formar parte de ese sistema», dijo el diputado liberal demócrata escocés en un correo electrónico enviado a The Epoch Times.
«El anuncio de hoy del secretario de Asuntos Exteriores es un paso positivo, pero no puede ser el último. Los hongkoneses, tanto los que siguen en la ciudad como los que están aquí en el Reino Unido, siguen necesitando nuestro apoyo», añadió.
Alan Mendoza, cofundador y director ejecutivo de política exterior y seguridad nacional del think tank Henry Jackson Society, dijo que la decisión es «tardía pero bienvenida».
Reaccionando a la noticia en Twitter, Mendoza dijo que la retirada de los jueces británicos es «un reconocimiento de que la justicia ya no se administra a través del estado de derecho, sino que se dispensa por el dictado del Partido Comunista Chino».
Los defensores de Hong Kong en el Reino Unido también acogieron con satisfacción la noticia.
«La noticia de hoy refleja la triste realidad de que la ley de seguridad nacional ha destrozado los derechos humanos y las salvaguardias constitucionales que hacían que Hong Kong tuviera una autonomía significativa. La presencia continuada de los jueces británicos estaba proporcionando un barniz de legitimidad a un sistema fundamentalmente comprometido, y el gobierno británico tiene razón al haber tomado medidas para destituirlos», dijo Benedict Rogers, cofundador y director general de la ONG Hong Kong Watch, en un correo electrónico a The Epoch Times.
«Los dos jueces que han dimitido han hecho lo correcto y esperamos que todos los demás jueces extranjeros sigan su ejemplo», añadió.
La asociación de expatriados hongkoneses Hongkongers in Britain (HKB) también ha manifestado su satisfacción por la noticia.
«Desde que Pekín impuso la ‘Ley de Seguridad Nacional (del Estado)’ de Hong Kong en 2020, esa ley mal definida criminaliza los pensamientos críticos con el Estado y el Gobierno», dijo HKB en un comunicado enviado a The Epoch Times.
«Tal supresión y efectos escalofriantes no sólo afectan a los activistas de primera línea, sino a todos los ámbitos de la vida, no se dirige a la gente de Hong Kong, sino a todos los seres humanos del mundo.
«La amenaza de la ley de Seguridad Nacional (del Estado) de Hong Kong a los grupos e individuos radicados en el Reino Unido es un flagrante atropello a la soberanía judicial del Reino Unido y a la integridad del sistema democrático y libre. Muestra la naturaleza expansiva de la autocracia totalitaria, desde los medios económicos hasta los judiciales, para reprimir la disidencia en todo el mundo, y en el Reino Unido».
La presencia de jueces extranjeros en Hong Kong está consagrada en la Ley Básica, la miniconstitución que garantiza las libertades y la amplia autonomía del centro financiero mundial bajo el dominio chino, incluida la continuación de las tradiciones de derecho común de Hong Kong forjadas durante la era colonial británica.
La reportera de The Epoch Times Lily Zhou contribuyó a este artículo.
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