El Gobierno ruso del primer ministro Dmitri Medvédev anunció este miércoles su dimisión después de que el líder, Vladímir Putin, anunciara una serie de cambios políticos en su discurso sobre el estado de la nación.
Medvédev, de 54 años, consideró «correcto» que el actual Ejecutivo presente su renuncia teniendo en cuenta los «cambios fundamentales en la Constitución de la Federación Rusa» propuestos por el jefe del Kremlin destinados a otorgar mayores poderes a la Duma o cámara de diputados.
En caso de ser aprobados, aseguró, dichas enmiendas constitucionales modificarán «el equilibrio de poder» entre el Gobierno y la Duma.
Por su parte, Putin agradeció a Medvédev su trabajo al frente del Gobierno y se mostró «satisfecho» con su gestión.
«No se pudo hacer todo, pero nunca es posible hacerlo todo», agregó.
Medvédev asumió la jefatura del actual Gobierno en mayo de 2018 después de que Putin fuera reelegido dos meses antes como jefe del Kremlin, aunque ya ejerció dicho puesto entre 2012, cuando Putin regresó al Kremlin, y principios de 2018.
La labor del primer ministro fue duramente criticada tanto por la oposición parlamentaria y extraparlamentaria como por los propios ciudadanos. Solo un 36 % aprobó su gestión en las encuestas de opinión y su dimisión fue ampliamente demandada durante los últimos años.
Medvédev sustituyó a Putin como líder ruso (2008-2012) cuando éste tuvo que abandonar el Kremlin al ejercer dos mandatos presidenciales consecutivos, enroque muy criticado en su momento por opositores y gobiernos occidentales.
La carrera de Medvédev, oriundo de San Petersburgo como el presidente, ha estado íntimamente relacionada con Putin, con el que ha trabajado estrechamente desde 1999, primero como jefe de campaña, jefe de Administración presidencial y después como primer ministro.
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