La decisión del presidente Joe Biden de liberar hasta 15 millones de barriles de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos es un abuso destinado a utilizar el mayor recurso de este tipo del mundo para proteger a los demócratas vulnerables de la ira de los votantes por los altos precios de la gasolina.
Esa es la opinión de una serie de congresistas republicanos que reaccionan a la medida del jefe del Ejecutivo de liberar el crudo de lo que originalmente fue pensado por el Congreso para ser utilizado solo en una emergencia nacional —como una guerra en la que Estados Unidos perdiera el acceso a fuentes de energía extranjeras.
Los 15 millones de barriles de Biden de esta semana representan la última parte de la liberación total de 180 millones de barriles que autorizó en marzo. También autorizó una liberación de 50 millones de barriles en 2021 cuando el precio en los surtidores de gasolina y diésel comenzó a dispararse desde los 2.17 dólares de media por galón en 2020 durante el último año de la administración del presidente Donald Trump.
Los precios de la gasolina alcanzaron un máximo de 5.32 dólares por galón en junio de 2022 y, más recientemente, se encuentran en un promedio de 3.81 dólares por galón, según los datos recopilados por la Administración de Información Energética.
Unos pocos demócratas en el Capitolio están elogiando a Biden, pero en su mayor parte los miembros del partido político del presidente están guardando silencio sobre la decisión que se produce cuando las últimas encuestas muestran una ventaja decisiva para los republicanos a solo tres semanas de las elecciones de mitad de período.
«La Reserva Estratégica de Petróleo se construyó para una crisis energética nacional, no para una crisis electoral demócrata», dijo el senador John Barrasso, el republicano de Wyoming que es el miembro principal de la Comisión de Energía y Recursos Naturales del Senado.
«Joe Biden está agotando nuestro suministro de petróleo de emergencia a un nivel mínimo de 40 años. Su pésimo índice de aprobación no es una razón justificable para seguir asaltando las reservas de petróleo de nuestra nación. La forma más segura de bajar los precios de la energía es liberar la producción energética estadounidense», dijo Barrasso en un comunicado.
El senador Joe Manchin (D-W.Va.), presidente del panel del Senado, no ha reaccionado oficialmente a la decisión de Biden, pero el oriundo de Virginia Occidental animó al presidente en una declaración del 12 de octubre a relajar sus restricciones a la producción energética nacional.
«Es inconcebible que Estados Unidos, con nuestros abundantes recursos naturales que pueden producirse de forma más limpia que en cualquier otra parte del mundo, siga dependiendo o considere aumentar la dependencia de regímenes autoritarios para que hagan por nosotros lo que podemos hacer por nosotros mismos.
«Le insto a que tome todas las medidas dentro de su autoridad para aumentar todos los tipos de producción de energía de Estados Unidos y envíe una señal al mundo libre para que haga lo mismo», dijo Manchin a Biden.
Por parte de la Cámara de Representantes, la representante Cathy McMorris Rodgers (R-Wash.), miembro principal de la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, criticó la decisión de Biden como resultado de lo que calificó de políticas medioambientales «apresuradas por lo verde» del presidente.
«Bajo el mandato del presidente Biden, la reserva de petróleo —que fue la mayor reserva del mundo— está ahora en su nivel más bajo en casi cuatro décadas. El presidente Biden está agotando la reserva para encubrir su agenda medioambiental antiamericana y ‘apresurada por lo verde’. Desde el primer día, ha hecho la guerra a la energía fósil estadounidense», dijo McMorris Rodgers en un comunicado.
«Esto ha provocado un aumento de la inflación y ha encarecido la vida cotidiana de la gente, desde el surtidor de gasolina hasta la tienda de comestibles».
«La agenda radical del presidente Biden es inasequible y entrega nuestra seguridad energética a países como Rusia, China, Arabia Saudí y Venezuela», dijo. «En lugar de utilizar la reserva para el rescate político y empoderar a los adversarios de Estados Unidos, el presidente Biden debería poner fin a su guerra contra la energía estadounidense y unirse a los esfuerzos republicanos para recuperar nuestro dominio energético».
El representante Frank Pallone (D-N.J.), presidente del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, fue uno de los pocos demócratas que elogiaron abiertamente la medida de Biden.
«Gracias al presidente Biden, los precios de la gasolina empezaron a bajar durante el verano, pero ahora volvemos a ser testigos de la facilidad con que se manipula el mercado mundial del petróleo, esta vez por parte de la OPEP+», dijo Pallone, refiriéndose a la reciente decisión del cártel internacional del petróleo de recortar la producción en dos millones de barriles diarios.
«Nada obliga a la OPEP+ a recortar la producción: lo hacen en un esfuerzo por convertir los precios del petróleo en un arma al servicio de Rusia y de su guerra ilegal contra Ucrania. Al exprimir deliberadamente el mercado mundial del petróleo, están subiendo los precios del gas para su beneficio», dijo.
Pallone también elogió a Biden por haber anunciado planes para comenzar a rellenar la Reserva Estratégica de Petróleo cuando los precios del petróleo alcancen los 70 dólares por barril. El demócrata de Nueva Jersey ha presentado una ley para autorizar este tipo de acciones por parte del jefe del Ejecutivo.
Biden no es el primer presidente que autoriza la liberación de la reserva.
«Las administraciones anteriores han recurrido a la reserva de petróleo de emergencia en tres ocasiones, pero nunca a la escala que lo ha hecho Biden. La mayor fue en 2011, tras la Primavera Árabe y la guerra de Libia, cuando Estados Unidos liberó unos 31 millones de barriles, según el Departamento de Energía», según Climate Wire de E&E News.
«Estados Unidos también liberó unos 21 millones de barriles tras el huracán Katrina y unos 17 millones tras la Guerra del Golfo».
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