El representante James Comer (R-Ky.) afirmó que el FBI no ha presentado el documento no clasificado en el que se alega que el presidente Joe Biden participó en una trama delictiva de sobornos, por lo que los republicanos iniciarán un procedimiento por desacato al Congreso.
En una carta con fecha del 3 de mayo, Comer, presidente del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes, junto con el senador Chuck Grassley (R-Iowa), revelaron que habían recibido «revelaciones no clasificadas altamente creíbles de denunciantes» de que el FBI poseía un registro no clasificado que «describe una presunta trama delictiva en la que estaban implicados el entonces vicepresidente Joe Biden y un ciudadano extranjero en relación con el intercambio de dinero por decisiones políticas».
El director del FBI, Christopher Wray, ha confirmado desde entonces que el documento existe, pero, en un enfrentamiento cada vez más intenso con los republicanos de la Cámara de Representantes, se ha negado a entregarlo a la comisión.
El miembro principal del Comité de Supervisión, el demócrata Jamie Raskin, y la Casa Blanca han refutado la credibilidad del documento.
Raskin dijo que se basaba en «acusaciones anteriores que no llegaron a ninguna parte«. La Casa Blanca ha descrito la investigación de Comer como una «tonta farsa» destinada a empañar la reputación del presidente e impulsar los números de los republicanos en las encuestas.
Tras una reunión con Wray el 5 de junio para ver el documento, Comer afirmó que Wray le confirmó que no era así. Supuestamente, Wray reconoció que el documento es creíble, procede de una fuente del FBI en la que se confía desde hace tiempo y es actualmente objeto de una investigación activa del FBI.
«Hoy, funcionarios del FBI han confirmado que el registro no clasificado generado por el FBI no ha sido refutado y se está utilizando actualmente en una investigación en curso», dijo Comer. «La fuente humana confidencial que proporcionó información sobre la implicación del entonces vicepresidente Biden en una trama delictiva de sobornos es un informante de confianza y gran credibilidad que el FBI ha utilizado durante más de 10 años y al que se han pagado más de seis cifras».
Comer dijo que el FBI «se negó a entregar el expediente no clasificado» al panel de Supervisión, y que los republicanos seguirán adelante con la apertura de un procedimiento por desacato al Congreso contra Wray.
«En la sesión informativa, el FBI volvió a negarse a entregar el registro no clasificado a la custodia del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes. Y ahora iniciaremos audiencias por desacato al Congreso este jueves», declaró Comer.
La amenaza de acusar a Wray de desacato se ha ganado el importante respaldo del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), que el 30 de mayo dijo que ayudaría a acusar a Wray de desacato si llegara el caso.
Este avance en la creciente disputa entre el Congreso y el FBI se produce en medio de una oleada de investigaciones del Partido Republicano sobre la familia Biden y la administración del presidente.
Informes anteriores basados en hallazgos de la laptop de Hunter Biden y testimonios de exsocios comerciales sugieren que el mayor de los Biden participó en los negocios de Hunter Biden en Ucrania y recibió una parte de los beneficios de los mismos, incluso mientras era vicepresidente.
Si Comer tiene razón sobre la autenticidad y credibilidad del documento, podría incitar a los republicanos a emprender nuevas acciones legales contra el asediado presidente, que ha anunciado que optará a un segundo mandato.
En caso de que los republicanos de Supervisión presenten una acusación de desacato al Congreso, ésta se someterá a votación en el pleno de la Cámara. Si la Cámara vota a favor de presentar cargos, corresponderá al fiscal general Merrick Garland determinar si hubo delito.
El FBI no respondió a una solicitud de comentarios.
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