Los lugareños de East Palestine, Ohio, que viven cerca del descarrilamiento del tren donde se liberaron sustancias químicas, se han quejado de varios problemas de salud desde que ocurrió el incidente a principios de este mes, incluidos dolores de cabeza, erupciones cutáneas, entre otros malestares. Han dicho que les preocupa que estos nuevos síntomas puedan estar relacionados con las sustancias químicas que se quemaron o liberaron.
El descarrilamiento del 3 de febrero provocó que los funcionarios iniciaran una liberación controlada y quema de varios productos químicos ante el riesgo de una explosión descontrolada. Los productos químicos transportados en el tren, operado por Norfolk Southern, incluyen gas tóxico de cloruro de vinilo, que fue ventilado y quemado, liberando una gran nube de humo negro que se cernió sobre el área durante días.
Tras el accidente se detectó una columna de productos químicos que se dirigieron hacia el río Ohio, aunque algunos funcionarios ambientales de Ohio afirman que pueden ser en gran parte sustancias ignífugas utilizadas para apagar el fuego. Otros productos químicos transportados en el tren incluyen acrilato de butilo, acetato de éter monobutílico de etilenglicol y acrilato de 2-etilhexilo, dijo la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (pdf).
A los residentes de East Palestine se les dijo que podían regresar a sus hogares el 8 de febrero. Desde entonces, los habitantes han informado problemas de salud y la muerte de animales, como peces y pollos.
“Cuando volvimos el día 10, fue cuando decidimos que no podíamos criar a nuestros hijos aquí”, le dijo a CNN la residente Amanda Greathouse. Agregó que en el área había un olor que “me recordaba a la solución para la permanente del cabello”.
Aproximadamente 30 minutos después de regresar a casa, a principios de este mes, desarrolló náuseas y sarpullido, le dijo Greathouse a la red. Su casa está ubicada a una cuadra del lugar del descarrilamiento del tren.
“Cuando nos fuimos, tenía un sarpullido en la piel del brazo y me ardieron los ojos durante unos días después de eso”, agregó Greathouse, quien dijo que tiene dos hijos en edad preescolar.
“El olor químico era tan fuerte que me dio náuseas”, dijo Greathouse. “Solo quería recoger rápidamente lo que necesitaba e irme. Solo tomé algunas prendas porque incluso la ropa olía a químicos y tengo miedo de ponérselas a mis hijos”.
Otra local, Katlyn Schwarzwaelder, dijo que ella y su novio, Chris, regresaron a su hogar en East Palestine a principios de este mes. Una erupción cutánea apareció en su cuerpo casi instantáneamente después de que regresó, le dijo a NewsNation.
“Me desnudé para entrar a la ducha y tenía un sarpullido en todo un lado de la cara y en todo el pecho”, dijo Schwarzwaelder, y agregó: “Mi novio Chris también tenía un sarpullido en el lado izquierdo y quiero decir, en este momento, ahora mismo, solo tengo un dolor de cabeza constante de muy bajo grado”.
Dave Anderson, un agricultor en las cercanías de New Galilee, Pensilvania, le dijo al Washington Post la semana pasada que tanto él como su familia experimentaron una sensación de ardor en la boca, la lengua y los labios, aproximadamente un día después del accidente ferroviario. Otros síntomas informados incluyen hinchazón de la lengua, secreción nasal y ojos llorosos.
Anderson dijo: «Nuestras lenguas todavía se sienten como si hubieran sido escaldadas, como si hubieras bebido algo que estaba demasiado caliente».
“Voy a ir a East Palestine y compraré un vaso de agua, y le pediré que lo beba porque no me lo creo”, dijo Dave Anderson, un agricultor en las cercanías de New Galilee, Pensilvania. Anderson, quien hace parte de una demanda colectiva contra Norfolk Southern, dijo que su ganado ha tenido diarrea desde el desastre.
Un portavoz de DeWine le dijo al Washington Post el jueves pasado que ningún médico ha visto pacientes en los que hayan podido identificar la liberación química como la causa de sus síntomas. “Por lo general, hay otra explicación para esos síntomas”, incluidos los resfriados y la influenza, dijo el portavoz Dan Tierney al periódico, aunque no proporcionó evidencia específica para esa afirmación.
El fin de semana, el director ejecutivo de Norfolk Southern, Alan Shaw, visitó East Palestine y nuevamente prometió limpiar el lugar del accidente. Su firma ya enfrenta varias demandas colectivas relacionadas con el descarrilamiento.
“Sé que todavía hay muchas preguntas sin respuesta. Sé que están cansados. Sé que están preocupados”, dijo Shaw en un comunicado. «No los vamos a defraudar».
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