Publicado originalmente por el Instituto Gatestone
Opinión
Actualmente se está presentando una invasión china a la patria estadounidense.
“La jungla está llena de chinos que marchan hacia Estados Unidos”, dijo el corresponsal de guerra Michael Yon a Gatestone.
Los inmigrantes chinos están entrando a Estados Unidos a pie en la frontera sur. Casi todos están desesperados, buscando una vida mejor para ellos y sus hijos. Algunos, sin embargo, vienen a cometer actos de sabotaje.
China está en un estado de angustia; la tristeza invade la sociedad china. Cientos de chinos ahora esperan pacientemente sus visas bajo un calor sofocante en las filas de los consulados de Estados Unidos en Beijing, Shanghai y Guangzhou.
Muchos, sin embargo, están evitando las largas esperas en los consulados. En la frontera sur, los inmigrantes chinos están ingresando a Estados Unidos en cantidades sin precedentes. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. informa que el número de detenciones de inmigrantes chinos en los primeros cinco meses del actual año fiscal federal fue más del doble que durante todo el último año fiscal. Los 8000 inmigrantes chinos detenidos este año calendario son más del cuádruple del número detenido en el período comparable hace un año.
Los ciudadanos chinos vuelan a Ecuador, lo que les permite ingresar sin visa. Luego se dirigen al extremo sur del Tapón del Darién, unas 66 millas de selva que separan Colombia y Panamá. Los migrantes cruzan la barrera natural a pie y, una vez que están seguros en el lado norte, continúan el viaje a Estados Unidos, a menudo en autobús.
Algunos inmigrantes chinos son pobres. Muchos, sin embargo, son de clase media. Pueden darse el lujo de pagar USD 35,000 cada uno a los cárteles mexicanos para que los introduzcan de contrabando en Estados Unidos.
“Es como una estampida de animales antes de un terremoto”, dijo “Sam”, un migrante chino que cruzó a Estados Unidos por primera vez en febrero, en Brownsville, Texas, a Axios.
Es casi seguro que algunos inmigrantes son miembros del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China. El representante Mark Green (R-Tenn.), presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, dijo en una conferencia de prensa el 14 de este mes que un jefe de sector de la Patrulla Fronteriza le informó que algunos de los inmigrantes chinos en la frontera sur han tenido “vínculos con el EPL”.
“No tenemos idea de quiénes son estas personas, y es muy probable que, usando la plantilla de Rusia de enviar personal militar a Ucrania, China esté haciendo lo mismo en Estados Unidos”, dijo Green.
Estos migrantes vinculados al ejército, a pesar de sus afiliaciones, han sido liberados en Estados Unidos.
No hay duda de que el EPL de China está insertando saboteadores a través de México. “En el Tapón de Darién, he visto innumerables manadas de hombres chinos en edad militar, separados de grupos familiares y fingiendo no entender inglés”, dijo Yon, el corresponsal de guerra. “Todos se dirigían a la frontera estadounidense”.
“Normalmente, en grupos de cinco a quince, suelen salir del Tapón del Darién y pasar una noche en el Campamento San Vicente financiado por Estados Unidos, o en el Hotel Tonosi de al lado, antes de abordar autobuses de lujo para el viaje por la Carretera 1 hacia Costa Rica”, informa Yon. “Un grupo de seis jóvenes compró un pollo en el Hotel Tonosi, bebió su sangre en vasos pequeños y luego lo cocinaron ellos mismos en el restaurante del hotel, según el gerente del hotel. Beber sangre de pollo cruda es un rito entre algunos soldados del EPL”.
Una vez aquí, los combatientes militares pueden conectarse con los agentes de China que ya están en el lugar o con diplomáticos chinos.
¿Cuántos de los combatientes del EPL se han colado en Estados Unidos de esta manera? Algunos estiman 5000, otros 10,000. Esos números suenan altos, pero cualquiera que sea la cifra real, vendrán más.
Estas son las tropas de choque de China. La preocupación es que, en el primer día de la guerra en Asia, derribarán las líneas eléctricas de Estados Unidos, envenenarán los depósitos de agua, asesinarán a funcionarios, iniciarán incendios forestales, propagarán patógenos y crearán terror bombardeando centros comerciales y supermercados.
Es casi seguro que los saboteadores atacarán las bases militares estadounidenses. China ya ha estado investigando instalaciones sensibles. Los agentes chinos que se hacen pasar por turistas, por ejemplo, se han colado en las bases, incluido el Fuerte Wainwright del Ejército en Fairbanks, Alaska. Allí, los presuntos agentes chinos pasaron en automóvil por la puerta de la base y luego fueron detenidos con un dron.
“Los antiguos estrategas chinos apreciaban el uso de subterfugios y sorpresas para lograr la victoria, y los dos coroneles del EPL que escribieron Unrestricted Warfare (Guerra sin Restricciones) en 1999 elogiaban las tácticas de Osama bin Laden”, le dijo a Gatestone Richard Fisher, del Centro Internacional de Evaluación y Estrategia. “Cuando el Partido Comunista Chino comience su guerra contra Taiwán y Estados Unidos, los estadounidenses pueden esperar que los agentes durmientes chinos, ahora en Estados Unidos, alcancen objetivos como estaciones de servicio y que los chinos en edad militar que ahora cruzan nuestra frontera se movilicen para ataques de asesinato y asaltos a bases militares estadounidenses”.
Por lo tanto, es casi seguro que la próxima guerra en Asia se librará en suelo estadounidense, tal vez en su primer día. Los estadounidenses desprevenidos estarán en medio de la lucha.
Los inmigrantes fortalecen a los países, y casi todos los inmigrantes chinos que cruzan la frontera sur contribuirán a la sociedad estadounidense. Algunos, sin embargo, vienen a declararle la guerra a Estados Unidos.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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