El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), defendió el cambio en la retórica desde el impeachment del presidente Bill Clinton hasta el día de hoy, después de que los críticos lo golpearan por sus comentarios anteriores.
Schumer, de 69 años, pidió que cuatro testigos testificaran si se celebraba un juicio de destitución del presidente Donald Trump. Pero hace 20 años, rechazó las llamadas a testigos, diciendo que eran «teatro político».
«Me parece que no se ha presentado un buen caso para los testigos», dijo Schumer durante una conferencia de prensa en 1999. Se lo dijo a los periodistas varios días después: «Me pregunto si los gerentes de la Casa no están un poco más interesados en el teatro político que en llegar al fondo de los hechos».
Al presionar sobre el cambio de tono durante una conferencia de prensa el 16 de diciembre, Schumer dijo: «Esto es lo que dije en su momento. Estas son exactamente mis palabras: Mi opinión es que hemos escuchado a la mayoría de estos testigos una y otra vez. Hemos oído la misma historia».
«Los testigos en el 99 ya habían dado testimonio ante el gran jurado y sabíamos lo que iban a decir. Los cuatro testigos que pedimos no han sido escuchados y esa es la diferencia y es una diferencia que es totalmente abrumadora», agregó.
Schumer escribió al líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell (R-Ky.) durante el fin de semana, diciéndole que espera llamar a cuatro testigos, incluyendo al Jefe de Gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, si la Cámara vota a favor de impugnar a Trump, lo que desencadenaría un juicio en el Senado.
Cuando un reportero señaló que los demócratas de la Cámara de Representantes podrían haber prolongado la investigación del impeachment hasta que un tribunal dictaminó sobre las citaciones emitidas para Mulvaney y los otros tres testigos que Schumer quiere, Schumer dijo: «No voy a cuestionar a la Cámara».
«No hay virtualmente ningún buen argumento—si le interesan los hechos—para que estos testigos no se presenten ahora. Y recuerde que la norma en un juicio es diferente a la norma cuando un fiscal—en este caso, la autoridad de destitución de la Cámara de Representantes—arma un caso. Un juicio es un lugar para los testigos».
Schumer afirmó que «muchos republicanos» han expresado su preocupación por lo que supuestamente hizo Trump, pero que no están seguros si votarán para condenarlo. El Partido Republicano tiene una mayoría de 53-47 en el Senado y Trump solo sería destituido de su cargo con el voto de dos tercios de los senadores presentes en ese momento.
Schumer también afirmó que si McConnell «no celebra un juicio pleno y justo», entonces estaría participando en «un encubrimiento». Los líderes del Senado republicano han sugerido que se llevará a cabo un breve juicio, con la posibilidad de que no se llame a ningún testigo.
Schumer dijo que prefiere el testimonio en vivo. Los líderes del Senado en 1999 tenían «razones obvias por las que no querían que una testigo como Monica Lewinsky testifique en público», dijo.
«Los niños estarían mirando», dijo, llamándolo una «situación totalmente diferente».
«Dejaron caer sus demandas de este testimonio cuando se hizo evidente que los testigos iban a buscar la orientación de la corte sobre las demandas en pugna. Schiff soltó la pelota».
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