Estados Unidos dice que se está preparando para que se repitan los ataques del grupo terrorista ISIS tras las letales explosiones del jueves en las afueras del aeropuerto internacional de Kabul que dejaron al menos 85 muertos, entre ellos 13 soldados estadounidenses.
En una rueda de prensa celebrada el jueves, poco después de los atentados, el general de la Infantería de Marina Kenneth F. McKenzie Jr., comandante del Mando Central de EE. UU., dijo que esperaba que continuaran los ataques del ISIS, incluyendo posiblemente cohetes o coches-bomba dirigidos al aeropuerto.
Las fuerzas de EE. UU. están haciendo todo lo posible para prepararse para esos ataques, dijo.
ISIS-K, un afiliado de ISIS, reivindicó la responsabilidad de las explosiones, jactándose de que un terrorista suicida «logró penetrar todas las fortificaciones de seguridad» puestas por las fuerzas de EE. UU. y los talibanes.
«La amenaza del ISIS es extremadamente real», advirtió McKenzie el jueves. «Llevamos varios días hablando de ello, y lo hemos visto manifestarse aquí en las últimas horas, con un ataque real».
Dijo que Estados Unidos cree que el «deseo» del grupo terrorista es continuar con esos ataques.
«Esperamos que esos ataques continúen. Y estamos haciendo todo lo posible para estar preparados para esos ataques», añadió.
Los atentados se produjeron en la puerta de la Abadía, situada en el lado oriental del aeropuerto, o cerca de ella, a última hora del 26 de agosto, hora local. Una bomba estalló en la puerta antes de que al menos otra explotara cerca del Hotel Baron, situado a poca distancia de la puerta.
Algunas fotografías muestran a personas heridas y ensangrentadas, y decenas de afganos se encuentran entre los heridos o muertos.
Un funcionario de sanidad y un funcionario talibán dijeron que el número de afganos muertos había ascendido a 72, entre ellos 28 talibanes, aunque un portavoz talibán negó más tarde que hubiera muerto alguno de sus combatientes que vigilaban el perímetro del aeropuerto.
El ejército de EE. UU. dijo que 13 de sus soldados habían muerto.
En un discurso a la nación desde la Casa Blanca el jueves, el presidente Joe Biden prometió golpear al ISIS en represalia por los bombardeos.
«A los que llevaron a cabo este ataque, así como a cualquiera que desee hacer daño a Estados Unidos, sepan esto: No perdonaremos. No olvidaremos. Os perseguiremos y os haremos pagar. Defenderé nuestros intereses y a nuestro pueblo con todas las medidas a mi alcance», dijo Biden.
El presidente ha ordenado a los funcionarios militares que elaboren planes para atacar las instalaciones del ISIS.
«Responderemos con fuerza y precisión a nuestra hora, en el lugar que elijamos, en el momento que elijamos», dijo.
«Estos terroristas del ISIS no ganarán. Estados Unidos no se dejará intimidar».
Today, the area around the #Airport is empty, but it is said that the threat from the gates of the #kabulairport has not yet been resolved. pic.twitter.com/rteju1MmvN
— Natiq Malikzada (@natiqmalikzada) August 27, 2021
Fundado en 2015, el Estado Islámico Jorasán, o ISIS-K, es un enemigo jurado de los talibanes y de Estados Unidos. Había permanecido en silencio desde que el grupo terrorista tomó Kabul el 15 de agosto, lo que hizo temer que hubiera estado tramando un ataque a gran escala.
El ISIS considera que el gobierno de los talibanes no es lo suficientemente islámico y cree que el grupo terrorista se enorgullece de centrarse en la yihad global, no en la local.
Zabihullah Mujahid, un portavoz de los talibanes, dijo que estaba llevando a cabo una «investigación talibán» sobre los ataques.
Bruce Hoffman, investigador principal de contraterrorismo y seguridad nacional en el Council on Foreign Relations, dijo a Politico el jueves que los talibanes están «abrumados».
«Son muy eficaces a la hora de intimidar y victimizar a los civiles, pero son incompetentes a la hora de luchar contra grupos que se parecen a ellos mismos», añadió.
El jueves, Biden dijo que él y la primera dama, Jill Biden, están «indignados» por los ataques y «desconsolados» por las pérdidas, y añadió que sus corazones están dolidos por las familias que perdieron a sus seres queridos.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que la bandera de EE. UU. ondeará a media asta hasta la noche del 30 de agosto, para honrar a las víctimas que murieron en el ataque terrorista del 26 de agosto.
«En señal de respeto, a partir de hoy, la bandera de Estados Unidos ondeará a media asta en la Casa Blanca y en todos los edificios y terrenos públicos (…) hasta la puesta de sol del 30 de agosto de 2021, en honor a las víctimas de los insensatos actos de violencia en Kabul», dijo Psaki.
Biden dijo que también ordena que la bandera ondee a media asta durante el mismo tiempo en todas las embajadas, legaciones, oficinas consulares y otras instalaciones de Estados Unidos en el extranjero, incluidas todas las instalaciones militares, buques y estaciones navales.
Mientras tanto, Estados Unidos se apresura a completar las evacuaciones a medida que el tiempo se agota antes de la fecha límite autoimpuesta por Biden del 31 de agosto para retirar las tropas estadounidenses restantes de Afganistán.
McKenzie dijo el jueves que todavía había unos 1000 ciudadanos estadounidenses en el país.
Con información de Reuters.
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